Conquistando A TaeHyun ~ ᵗᵃᵉᵍʸᵘ

♡ 09 ♡

Para media tarde, TaeHyun se siente tranquilo.

Su compañero Jay se ha ido hace cosa de una hora atrás, pero alguien más lo acompaña desde antes de que este llegara. Yang JungWon lo está molestando con algunas cosas que ve en televisión mientas el mayor prepara varios bocadillos en lo que ambos se deciden en ver una película. Sabiendo que tardarán en tomar una decisión —porque los dos chicos tienen gustos bastantes distintos—, TaeHyun se toma el atrevimiento de preparar más bocadillos de lo común, en especial por si SooBin llega de improvisto como suele hacer.

Aunque no lo ha dicho, está algo confundido. Su amigo quedó en llegar a su casa para estudiar, justo en la hora en que Jay también llegaría, pero nunca lo hizo. Trató de llamarle e incluso le dejó algunos mensajes preguntando en si se encontraba bien, pero no recibió respuesta alguna.

TaeHyun no le tomó real importancia y mejor se decidió en seguir parloteando y jugando con JungWon mientras este se burlaba de que era demasiado viejo para entender el arte detrás de las nuevas películas de Toy Story, cuando para Kang nunca han tenido sentido alguno y, eso, sólo le sirvió para confirmar que su "Gatito" es todavía un niño pequeño encerrado en el cuerpo de un joven, uno bastante lindo, está demás decir.

Están lanzándose parte de las palomitas -ya frías- y riendo a lo desquiciado cuando TaeHyun resaltó que lo único salvable de la película eran ese par de peluches con aspecto tierno pero maldad en sus cuerpos y el menor no estuvo de acuerdo con eso. La película pasó a segundo plano desde hace algunos minutos porque ahora se encuentran persiguiéndose el uno al otro a lo largo del hogar (uno huyendo del otro, cabe decir), pero no les interesa porque, por lo menos TaeHyun, vuelve a sentirse pequeño y alegre, libre de preocupaciones, como cuando era niño y quiere que así se mantenga por algunos momentos más.

La alegría de ambos jóvenes se ve interrumpida minutos después cuando el ruido del timbre se hace presente en todo el hogar, en especial con la insistencia que el ruido se genera.

—Espera aquí, Gatito —le dice, mientras lo deja en el salón.

Al abrir la puerta, TaeHyun se encuentra con una escena que hace subir su preocupación de un segundo para otro.

SooBin está del otro lado de la puerta, y TaeHyun poco lo reconoce. Su amigo siempre está alegre y feliz de la vida, mostrando su linda sonrisa adornada de dos bellos hoyuelos característicos. Esa es la esencia tan positiva que lo rodea mañana con mañana, pero ahora SooBin se ve atacado por una incesante tristeza que se percibe en su mirada y en las lágrimas que salen de sus ojos sin ningún tipo de cuidado.

—¡SooBin! ¿Pero qué tienes?

—SooBin Hyung —exclama el menor del grupo cuando ambos amigos entran al salón, siendo el más alto ayudado en su andar por TaeHyun—. ¿Qué le pasa? ¿Se encuentra bien?

—Tae... —solloza Choi y un nuevo llanto ataca su voz—. ¿Podemos...?

SooBin no tiene que terminar la oración —porque tampoco logra hacerlo por el nudo que se le genera en la garganta— cuando él entendió lo que quiere decirle.