Capitulo Diez

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Ahora los dos se encontraban en la casa de Jacob. Entraron a su habitación y Dipper contempló el cuarto.

—Aquí está...— les extendió el diario.

—¿C-Cómo... cómo lo obtuviste?

—¿Y por qué no me lo dijiste?— añadió Ruby.

—Bueno, ¿vieron ese pozo sin fondo?— preguntó y ahí fue cuando Ruby y Dipper recordaron.— Yo pasaba por allí y de repente de ese pozo salió el diario disparado hacia el césped.

—Ahora recuerdo todo. Ford dijo que iba a tirar los diarios en el pozo sin fondo.

—Si...

—Y cariño, no te lo dije porque no lo vi necesario. Además pensaba que no querías volver a ver esos diarios después de lo que pasaste.

—Entiendo. Lo bueno es que es el diario número 2 y allí está la información de donde debe estar el dije con poderes.— sonrió Ruby y los adolescentes asintieron.— No lo quemaremos hasta conseguir ese dije, ¿bien?

—Claro.










[...]













La cabaña del misterio era una fiesta. Ford estaba en contra pero Stan estaba completamente a favor pues se habían cumplido años desde que abrió y a pesar de que ya había cerrado, la gente iba por la diversión que había en estas fiestas. Aunque Stan lo hacia solamente para ganar dinero a toda costa.

Ruby traía un vestido rojo y unos tacones de ese mismo color.

Mientras tanto, Emma estaba algo molesta con Dipper porque el no quería bajar. La rubia sentía que desde que llegaron a Gravity Falls el estaba extraño.

—No me quiero aburrir, Dipper.

—Pues ve tú sola a bailar. No tengo ganas.

—...¿Es por Ruby, no?

—¿De qué hablas?— la miró.

—Hablo de que desde que llegamos aquí estás comportandote de una manera extraña gracias a ella.

—...No es así.— se defendió.

Claro...— rodeó los ojos.— Iré abajo.— se marchó y Dipper suspiró.

Al decir verdad, Emma un poco de razón tenía. Si Ruby no estaría en la fiesta, podría ir sin problemas, pero no quería verla. Le resultaría incómodo.

Emma estaba completamente molesta, pero no con Dipper, sino con Ruby. Su presencia había arruinado el viaje con Dipper, ella quería que fuera perfecto pero no, no lo fue. ¿Por qué tenía que arruinar todo, si su relación con Dipper venía tan bien? La vió bailar con Mabel muy feliz y no lo iba a permitir por lo que agarró una taza con alcohol y fue hacia ella. Al llegar le tiró la taza a su vestido y todos se sorprendieron.

Ruby miró horrorizada su vestido y todos rieron al verlo, menos Mabel, Grenda, Candy y Jacob. Miró a la rubia.

—Te lo merecías.— dijo y se fue.

—...Ruby...— Mabel iba a hablarle pero ésta salió corriendo hacia su habitación.— ¡Ruby!

La castaña se encerró y bufó molesta, aunque un poco decepcionada ya que creía que Emma era buena pero...al parecer no, no lo era, o no sabía, quizá le hizo algo y no se dió cuenta pues... ¿por qué se lo tiró?

Se sacó el vestido y se puso una blusa y después unos pantalones. Recordó a la gente reírse de ella y apretó sus labios intentando no llorar.

—Ruby...— era la voz de Mabel, decidió ir a abrirle y vió a la gemela.— Lo siento tanto por eso.— entró y cerró la puerta. Ambas se sentaron en la cama.

—¿P-Por qué me hizo eso?

—Hey, tranquila... no te lo merecías. Ella es una idiota, ya te lo había dicho.— suspiró.

—En fin... creo que no volveré a la fiesta.— concluyó.

—Ugh, eres igual a mi hermano.— bromeó.

—¿Qué? ¿Dipper no está abajo?

—No, no. Se quedó en su habitación. Por cierto... ¿por qué están tan enojados?

—Ya sabes, Mabs, es por las cartas.— respondió.— Peleamos porque yo le dije lo molesta que me puse cuando no me respondió nunca más, y luego me dijo que yo no le respondí cuando es completamente mentira...

—Oye... mira, Ruby, yo te quiero mucho, eres mi mejor amiga.— la tomó de la mano.— Pero... he visto como mi hermano se pasaba días escribiendo cartas para ti. Y cada día se esperanzaba por tus cartas pero éstas no llegaron. Lo que lo puso peor fue que tú me mandaras a mí y no a el.

—Pero Mabel, ¡yo sí le mandé las cartas, créeme! ¡él no me las respondió!— exclamó.

—¡Entonces alguien se interpuso! ¡O no sé! ¡Pero él sí te mandó cart...— se calló y Ruby frunció su ceño confundida.

—¿Qué?

—...N-Nada... solo... solo piensa lo que quieras, yo sé que mi hermano mandó cartas.

Ruby suspiró, de todos modos era entendible, era su hermano y lo iba a defender.

Mientras tanto...

—¿Le tiraste alcohol a Ruby?— se ofendió Dipper en la fiesta.

—Solo fue sin querer.— mintió Emma.

—¿Sin querer? ¿Y cómo es que Grenda, Candy y Jacob me dicen la misma cosa de que tú estabas enojada y se lo tiraste a propósito?

—Ugh, Dipper, la defiendes como si fuese tu novia... cuando yo lo soy.— se cruzó de brazos.

—La defiendo porque fue mi mejor amiga, Emma.  Lo que hiciste estuvo mal.— la regañó. La rubia se acercó a el de forma provocativa.

—¿Y por qué no mejor la olvidas un poco, eh? Seguro que está con Jacob por ahí, besándose.

—No me importa.— negó.

—Demuestrame, entonces.— rodeó sus brazos por su cuello y lo besó, Dipper correspondió poniendo sus manos en su cintura acercandola más a su cuerpo.

Ruby y Mabel salieron de la habitación y al bajar las escaleras Ruby miró a lo lejos a Dipper besándose con Emma de forma apasionada. La castaña se quedó ahí, sin saber la razón por la que se quedó quieta viendo esa escena.

—Hey, Ruby, vamos.— apuró Mabel y notó que miraba hacia una dirección. Al ver que miraba a Dipper y Emma suspiró un poco.

Ruby salió de su trance.

—Lo siento... solo...

—Lo sé, Ruby... no hace falta que lo niegues.— dijo Mabel y ella asintió con la cabeza levemente.

Todo esto se estaba saliendo de control.

Las horas pasaron y la fiesta terminó. Ruby le pidió a Jacob quedarse a dormir con ella para ver si esa era la solución para que sus pesadillas con Bill pararan por lo que su novio aceptó y fue a su habitación a dormir con ella.

Ruby abrazó a Jacob y cerró sus ojos, deseando no tener otra pesadilla.

𝗔𝗙𝗧𝗘𝗥𝗚𝗟𝗢𝗪 𝘃𝗼𝗹.2 ━━  𝗱𝗶𝗽𝗽𝗲𝗿 𝗽𝗶𝗻𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora