𝗔𝗙𝗧𝗘𝗥𝗚𝗟𝗢𝗪 𝗩𝗢𝗟. 2 || ❝𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑒𝑟 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑔𝑜, ℎ𝑒𝑦, 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑒𝑠 𝑚𝑖 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎❞
ES NECESARIO LEER CRUEL SUMMER (VOLUMEN 1)
Luego de las mejores vacaciones de verano de su vida, pasaron los años y ya Rub...
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NARRA RUBY
Me desperté en plena luz del día, el frío inundó mi rostro y me tapé aún más. El reloj sonó y bufé.
—¡Es hora de despertar!— escuché la voz de Ford.
Me senté en la cama y busqué mis pantuflas para bajar. Al encontrarlas me las puse y salí de mi habitación para después ir al piso de abajo.
—Buenos días, Ruby.— saludó Stan tomando café.
—Buenos días tío Stan.— sacudí mi mano y me senté para tomar y comer con ellos.
—Espero que en este verano dejen a Mabel y Dipper venir aquí.— comentó Stan.
No dije nada al respecto.
—Seguro que si, Stan, anímate.— sonrió Ford, estos me miraron esperando una respuesta mía.
—Si, ojalá ver a Mabel. La extraño.— dije y estos suspiraron.
Les cuento, Mabel y Dipper hace años no vienen al pueblo porque sus padres se enteraron de las anomalías y de lo que pasó con Bill, por lo que decidieron no enviarlos de vacaciones aquí siendo menores. Y ahora que ambos tienen 19 años, creo yo que los tendrían que dejar.
Solamente me comunico con Mabel, con Dipper...pues, dejamos de mandarnos cartas cuando yo tenía catorce años. Y él fue el que dejó de mandarmelas, yo siempre le mandaba pero nunca fueron respondidas.
—Entiendo tu decepción de que Dipper no te haya enviado cartas en estos años. Pero eso no significa que te haya olvidado completamente.— expresó Ford en un intento de calmarme.
—Seguro.— reí irónica.— En fin, ya superé todo eso de las cartas. Ahora estoy centrada en las vacaciones que por fin llegaron.— sonreí.
—Eso es lo correcto, Ruby.— aplaudió Stan y Ford rodeó los ojos, pues el quería que yo siga investigando misterios pero no había nada más en el bosque.
Miré a Ford y suspiré divertida.
—Bien, Ford. Jacob debe estar viniendo así para acompañarme al bosque y buscar muchos misterios.— dije y ahora Stan rodeó los ojos y Ford sonrió inmensamente.
Stan y Ford ya se habían retirado de los misterios por la edad que tenían, por lo que Jacob y yo eramos sus reemplazantes por así decirlo.
El timbre sonó y sonreí.
—¡Hablando de Jacob!— exclamé y me levanté rápidamente yendo hacia la puerta. Al abrirla me encuentro con el chico llevando una sonrisa.
