𝗔𝗙𝗧𝗘𝗥𝗚𝗟𝗢𝗪 𝘃𝗼𝗹.2 ━━ 𝗱𝗶𝗽𝗽𝗲𝗿 𝗽𝗶𝗻𝗲𝘀

Capitulo Once

Los días pasaron y todos fueron tranquilos. Las misiones estaban estancadas ya que aún no encontraban el dije con poderes por lo que decidieron descansar.

Mabel aún sospechaba de las cartas. ¿Cómo es que ambos dicen que se mandaron cartas pero ninguna fue respondida? ¡Alguien tenía que ver algo con esto! Entonces no quiso quedarse con los brazos cruzados y decidió averiguar con sus amigas por lo que en estos días estuvo ausente en la cabaña.

—No pienso ir con Gideon.— negó repetidamente Ruby.

—Tendrás que hacerlo, Ruby.— dijo Dipper.— ¿No quedaron como amigos?

—Pues, lo fuimos en un momento, pero su obsesión hacia mí volvió y no quiero volver a pasar eso.

—Él fue el último en tener un dije con poderes, el puede saber su paradero. Mira, iré contigo.— dijo.

—No, ni eso.

—...Bien, lo haré de otra manera entonces.— se acercó a ella y se agachó tomando sus piernas para después ponerla en su hombro.

—¡Sueltame, Dipper!— pidió y éste no le hizo caso, siguió caminando hacia la casa de Gideon.— ¡Ya basta, en serio!

—No te soltaré hasta que lleguemos hacia su casa.— sonrió divertido y al llegar la bajó, ambos quedaron cerca.

—Te mataré, Pines.— lo apuntó.

—Seguro...— tocó el timbre y esperaron. La abrió Bud Alegría, el señor estaba más avejentado.

—Oh, Ruby Hudson y Dipper Pines. ¿Qué desean?

—¿Se encuentra Gideon?— preguntó Dipper.

—Es su día de suerte... está aquí.— sonrió y se hizo a un lado.— Siéntense, siéntense.

El dúo se miró y se sentaron esperando al pequeño.

—¡Gideon, tienes visitas!— llamó Bud.

Se escucharon pasos y apareció un Gideon más alto, su cabello estaba corto aunque seguía teniendo esa misma ternura que lo caracterizaba.

—¡Oh, Ruby!— exclamó sonriendo mientras Dipper miraba sorprendido a éste por el cambio.— Y... Pines. ¿Ya le robaste la novia a Jacob?

—¿Disculpa? Yo ya tengo novia, así que no le estoy robando a nadie.— se defendió Dipper.

—Pobre de ella.— se sentó al frente de ellos.— ¿Para qué están aquí? Es extraño que Ruby me quiera ver.

—Es sobre algo importante, Gideon.— habló Ruby.— ¿Tú donde encontraste ese dije con poderes?

—¿El que yo tenía a los 12?— preguntó y asintieron.— Lo diré si me dicen el porqué lo necesitan.

—Bueno... Bill no está del todo destruido.— contó Dipper y los ojos del peliblanco se abrieron como platos. Un escalofrío pasó por su cuerpo y tragó saliva, recordaba que antes era su secuaz y ahora le tenía mucho miedo.— Entonces estamos buscando los horrocrux, que es donde Bill repartió su alma. Ya conseguimos tres, nos faltan dos.

—Oh... bueno, entonces sí lo diré. Lo encontré por el otro lado del bosque, ahí hay muchas gemas verdes que al tocarlas se convierten en un collar. Pero no vayan ustedes dos solos, vayan en grupo, es peligroso por las anomalías que rodean esa parte. Vayan preparados.

—Genial, gracias Gideon.— sonrió Ruby.

—No es nada...

Se levantaron, se despidieron y salieron de allí.