Yoongi es un chico que cuando tenia 19 años, quedo en coma tras un accidente automovilístico.
Jimin es un doncel de hermosa sonrisa y con un corazoncito amable, que es obligado a casarse con el hijo de la dueña de una de las empresas mas prestigiosa...
El rubio como todos los días se acercaba a la cama de su ahora esposo y se ponía a platicarle de las cosas que pasaban y también a contarle de sus planes que tenía cuando él despertara -- He escuchado a Madre Min, discutir con sus trabajadores sobre las ganancias de la empresa, que ahora están siendo más bajas que antes – dijo mientras sacaba un libro de la estantería que estaba al lado de la cama de su Marido – Así que he pensado en pedirle el poder para tomar el puesto de Ceo y así estabilizar un poco las ganancias. No soy experto en manejar negocios, pero sé que podré lidiar con ese tema – finalizó dando un respiro profundo – pero dejemos eso para otro día, ahora comencemos con un nuevo libro que tal vez te guste – lo abrió y comenzó a leer con suavidad, pasando hoja por hoja.
Las horas pasaron y la puerta de la habitación fue abierta dejando ver a la nana quien lentamente se acercó al muchacho que dormía junto a su Marido – Joven Min, es hora de la cena – trato de removerlo, pero este solo se quejó mientras tomaba con fuerza la camisa del contrario -- la mujer solo ríe bajito y se acerca a la mesita de noche para sacer un cámara y después captar aquel adorable momento – esto le gustara mucho a la Señora Min – lo guardo con rapidez y decidió salir del lugar, dejándolo dormir un poco más.
El fuerte sonido que hizo la puerta al ser cerrada, ocasionó que el rubio despertara de pronto, sintiendo con cálido cuerpo cerca al suyo, jimin no se alertó mucho y solo se levantó mientras sobaba sus ojitos lentamente tratando volver su vista más nítida – ¿Qué hora son? – se preguntó así mismo al tomar su teléfono – por dios santísimo, tan rápido pasó el tiempo – se levantó con rapidez de la cama y salió de la habitación.
Al ir bajando las escaleras, se iba arreglando los cabellos y un poco la camisa que estaba algo arrugada – ya era hora que bajaras, muchacho – el joven esposo solo hace una reverencia como disculpa y se sienta al frente de su suegra, ocupando el lugar de su marido.
--Lo siento Madre Mín – tomó los cubiertos y comenzó a comer junto a su suegra.
El lugar se volvió un total silencio cuando las dos personas dejaron de comer y observaban como las sirvientas recogían los platos – Madre ... -- la voz del joven esposo fue la primera en hablar y la mujer prestó toda su atención en él.
--Dime muchacho ...
--No quería ser un metiche ni nada, pero hace unos días la escuché discutir sobre las bajas ganancias que ha tenido la empresa -- respiró profundo y observó el rostro neutro de su suegra -- ... y con todo el respeto que se merece... Quisiera que usted me conceda el poder de manejar la empresa como Ceo y tomar el puesto que le correspondía a mi Marido.
La mujer no pronuncia ninguna palabra hasta poder asimilar en la forma que el joven esposo se dirigía a su hijo – Bien, sé que tienes todo el derecho de tomar ese puesto cuando desees, pero a cambio necesito dos cosas de ti – La joven madre debía aprovechar esta oportunidad y conseguir lo que tanto quería para poder tener a salvo la fortuna de su hijo – Uno ... que me seas lea y no termines traicionándome y la otra es ... que me des un nieto –
El cuerpo del joven rubio se estremeció al escuchar las últimas palabras de su suegra, Jimin sabía que esa proposición iba a llegar algún día, pero no de esta forma, él ni siquiera a podido pensarlo desde aquel momento que escuchó la plática del abogado con la mujer.
--Madre... -- respiró profundo – bien ... le daré lo que pide, pero deje que asimile un poco esta idea... -- La mujer sonríe ante la respuesta del muchacho y asintió.
--No hay problema, tomate el tiempo que necesites y cuando estés listo solo me lo dices y comenzamos con el tratamiento – Jimin se sentía tan aliviada de que la mujer sea tan comprensible con él y darle su tiempo – Si deseas, puedes comenzar a tomar tu lugar en la empresa desde mañana.
Jimin asintió y se levantó de su lugar para retirarse del comedor e ir a la habitación que compartía con su marido, pero antes hizo una reverencia como despedida.
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Cuando amaneció, Jimin se vistió lo más rápido posible para poder ir junto a su suegra a la empresa y tomar el puesto de CEO – ¿Ya estás listo Muchacho? – El rubio asintió mientras se acomodaba su corbata – bien, es hora – los dos salieron de la habitación para ir rumbo a la cochera, en el transcurso del viaje, las dos personas se mantenían calladas. Al estar frente al edificio, jimin tenía un poco de miedo al pensar en cómo las personas de ese lugar lo iban a tratar – cuando entremos, necesito que muestren una cara seria y neutra o te verán como alguien frágil a quien podrán destruir fácilmente –
--Si madre Min ...
La mujer toma el brazo del joven esposo y entran al edificio junto a dos guardaespaldas que los seguían, mientras caminaban hasta sus oficinas, Jimin iba observando cada lugar, pero en ese momento la mirada del rubio se toma con algo desagradable – Min Jung kook ... -- susurro bajito al notar su presencia y claro a lado suyo estaba su ahora esposo, Min Taehyung. No sabía porque, pero jimin sentía tanta compasión por ese chico que en su rostro se notaba triste y con algo de miedo al estar cerca de kook – Mucho gusto – extendió la mano y él peli negro estaba por tomarlo, aunque el rubio se lo negó dirigiéndose hacia su esposo que tímidamente lo acepto – es un placer volver a verte, tae – sonríe y el joven peli gris solo sonríe asintiendo.
--Quiero comunicar a todos que el Ahora esposo de mi hijo, Min Jimin, tomará el puesto de Ceo de esta empresa – dijo en voz alta mientras miraba de reojo al pelinegro que hizo un puño con sus manos – Así que necesito respeto a su ahora jefe
"Sí señora Min"
Respondieron al mismo tiempo, para después seguir con su trabajo – Por aquí, cariño – la joven madre le indico el camino hasta su oficina a su yerno que con una sonrisa asintió, mientras se despedía de Min taehyung – Esta será tu lugar, muchacho – entraron al despacho y en él se podía apreciar colores oscuros y a la vez algo llamativos – puedes ambientarlo a tu gusto.
Jimin sonríe y se adentra al lugar, observando con detenimiento cada extremo – Me agrada, prometo esforzarme mucho -- se dijo así mismo, cuando la puerta de la oficina fue cerrada dejándolo a él solo en ella.
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