Yoongi es un chico que cuando tenia 19 años, quedo en coma tras un accidente automovilístico.
Jimin es un doncel de hermosa sonrisa y con un corazoncito amable, que es obligado a casarse con el hijo de la dueña de una de las empresas mas prestigiosa...
Era el tercer día de Jimin en la Mansión Min y de a poquito se iba acostumbrando al caos que había diariamente en esa casa. Él ahora se iba junto a la ama de llaves a comprar para la despensa de una semana – ¿Estás seguro que me quieres acompañar? – el rubio respondió con un [si] a la pregunta.
Por orden de la mujer, el chofer puso en marcha el auto directo al supermercado más cercano y al cual ella iba muy seguido a hacer las compras de la semana.
--Señora Mo, ¿Usted sabe si por aquí hay tiendas de libros o bibliotecas?
La de cabellos platinados pensó unos segundos hasta responder a la pregunta del muchacho, indicándola dos lugares muy cerca a la casa. Jimin sonrió entusiasmado ante la información dada. Cuando el auto se estaciono cerca del lugar, los dos bajaron con ayuda del chofer quien después se subió nuevamente para irse directo al estacionamiento y esperar ahí hasta que terminaran de hacer las compras.
--Son muy pocas cosas las que compraré. Así que si gustas puedes ir a comprar lo que quieras, no está tan lejos, eso sí, no tardes mucho. No quiero tener problemas con la señora de la casa, Joven Min.
--Muchas gracias. Y no se preocupe volveré lo más rápido posible.
El menor salió corriendo del supermercado, volteando la esquino sin ser visto por el chofer que ahora salía del estacionamiento hasta una tienda que estaba cerca del lugar
--Solo compraré algunos libros. Será rápido.
Se dijo así mismo al cruzar la pista con apuro y con el pecho agitado por lo que había corrido. Unas cuadras más y Jimin ya había llegado a una de las tiendas mencionadas por la mujer. Este al estar dentro sus ojitos brillaron con emoción al ver los enormes estantes llenos sin ningún espacio vacío [Esto es tan ...tan grandioso] pensó al adentrarse un poco más a la tienda, pasando sus deditos por el lomo de cada libro que estaba cubierto por un fino plástico.
Tomando uno por uno, Jimin iba leyendo los títulos y ver cuales sonaban más emocionantes para llevárselo. Con una sonrisa brillante el muchacho seguía eligiendo entre los montones que había, decidiendose en solo llevarse 5 de todas. Las cuales ahora eran embolsadas por la cajera de la tienda.
La felicidad rebosaba en Jimin y cuando salió este dio un suspiro sin quitar la sonrisa en su rostro, siguiendo el camino de vuelta al supermercado como lo había prometido. Sus pasos eran lentos, miraba con curiosidad cada rincón de la calle.
Hasta que un auto muy conocido había llamado su atención por completo, este era de color azul noche y sus lunas eran polarizadas, del cual salió una hermosa mujer de cabellos rojizos, acompañado de un muy conocido pelinegro. El rubio al darse cuenta de quién era, se escabullo entre un enorme árbol que tapaba su pequeño y delgado cuerpo por completo.
--Te veo luego bebé. Te prometo que recompensare por lo ocurrido hoy.
Aquel beso hizo que los diminutos ojitos del rubio se abrierán con asombro ante tal imagen que estaba viendo. Los dos se sonrieron mutuamente y el hombre no subía a su auto hasta que ella entrara al edificio.
--¿Diga? ...Papá baja la voz...Todo está bajo control. Muy pronto Jiyu saldrá de viaje y me dará la oportunidad de volver a ver al estúpido de Park. Hasta ahora me pregunto por qué es tan ingenuo, en verdad se creyó todo ese cuentito del amor y es cursilería tonta...Pequeña cosita estúpida.
-Deja de jugar y ponte a pensar que excusa le pondrás a ese mocoso para que te crea. Sabes muy bien que ahora él es nuestro pase para tener la herencia en nuestras manos al morir el bastardo de Min Yoongi.
--No comas ansias, padre, ya está todo planeado y tendré a Park comiendo de mi mano. Esa herencia y todo el imperio Min será nuestra...
--Jungkook...Eres un maldito imbécil y no te saldrás con la tuya. Tu ni tu padre -- susurró.
Cuando Jimin vio al auto alejarse del lugar, éste corrió rápidamente hasta el supermercado y esperando que la mujer no lo regañara por haberse tardado mucho. Dando un respiro profundo, el rubio cruzó la pista hasta llegar a la ama de llaves que lo esperaba junto al chofer, ellos tenían una cara llena de desperacion.
--Dios niño, nos tenías preocupados. Vamos, es hora de irnos ya es demasiado tarde y debo preparar el almuerzo antes que llegue tu suegra.
Jimin asintió y después de ayudar al hombre a subir las bolsas de compras, se adentra al auto fingiendo una sonrisa la cual fue correspondida por la mayor de cabellos platinados, con la cual se la pasó hablando de algunas cosas en todo el camino.
Ya estando en casa, el muchacho subió a su habitación hirviendo de la rabia ante la maldita confesión que había escuchado casualmente de su ex cuando hablaba con su padre por teléfono. Y a la vez agradeció tanto de haberse dado cuenta antes de ir como imbécil a rogarle amor a un hombre que solo le gusta el dinero y causar daño a las personas por su ambición.
--Juro que me vengare y no dejaré que te apoderes de algo que no te corresponde. Te haré pagar todo lo que me has hecho. ¡Te odio Min Jungkook! Y lo hago mucho más de lo que te amé...
Jimin se acercó a la ventana para poder tomar un poco de aire y calmarse, impidiendo llamar la atención de los sirvientes que ahora pasaban por su habitación.
Al aliviarse de su ira, este se alejó lentamente y se acercó a su marido, sentándose al borde de la cama, tomando una de sus manos pálidas sintiendo la calidez que había al juntarla con las suyas.
--Desde ahora me encargare de proteger lo que te pertenece Min Yoongi. Y haré pagar a esos dos por todo el mal que están causando por su ambición. Lo prometo, Min Jimin siempre cumple con lo que dice.
[Espero que tu no seas como él, no como Min Jungkook]
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Ahora si siento que esta quedando bien. Nos vemos en la próxima actualización.