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Él sabe que la quiere, ella no
Ella sabe cuánto lo quiere, él no
Ya es hora de que se den cuenta.
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Era fin de semana de carrera, tocaba la practica libre para testear la pista y la moto, ella se encontraba en boxes arreglando temas de marketing con su compañero cuando aparecer Fabio con su traje a medio poner y una sonrisa
-Hola a todos! Buenos días -saluda mientras abraza a su amiga- Y tú como estas? Te extrañe hoy en el desayuno -dice
Ella no puede dejar de pensar en lo lindo que se ve con ese mono y lo tierno que sonó que le diga "te extrañé" como algo rutinario, como algo que venian haciendo toda la vida. Llevaban siendo amigos desde hace aproximadamente 2 años y medio, cuando ella comenzó a trabajar en Moto GP en Marketing, él fue una de las primeras personas en acercarse y presentarse. Desde el día uno, comenzaron una amistad casi inquebrantable, pasaron desde ser buenos compañeros de trabajo hasta mejores amigos.
Desde ya algunos meses, la mirada de ella cambió. No sabe qué fue, cómo ni cuándo pero desde que lo conoció sintió como todo volvía a su lugar. Mudarse desde otro continente no estaba en sus planes, pero trabajar ahí era una oportunidad grande que no podía perder. Era un cambio drástico pero conocerlo a él fue lo que necesitaba para confirmar que tomó una buena decisión.
Para Fabio, Celeste le devolvió la confianza que le faltaba. Haberla conocido estaba en en su top tres de lo mejor de su año, no había duda. En el transcurso de su amistad han habido algunos momentos en donde se cuestionaba su amistad, verla en su cocina, en su casa siendo ella, cantando, bailando, haciendolo reir; pero pasar ese limite tenía un precio y era muy grande de pagar. Su última relacion se llevó todo de él y no queria volver a pasar lo mismo aunque con ella sea diferente.
Celeste había tomado la decisión de dejar de lado sus sentimientos hacia su mejor amigo e intentar conocer a alguien más. Esa mañana, yendo a buscar su café se cruza con Lando Norris, viejo amigo de cuando trabajaba en la formula 1.
-Hola Cele, que tal? -saluda el britanico con un abrazo
-Hey Lando, bien y tú? -dice correspondiendo al abrazo- No sabía que eras invitado este fin de semana- comenta mientras agarra su café
-Oh si, yo tampoco sabía si iba a venir, pero aquí estoy. Aunque hay otra razón por la que vine -ríe nervioso- A que hora sales hoy? Te gustaría acompañarme a tomar algo? -pregunta jugando con sus dedos. Aquella pregunta la tomó por sorpresa, no estaba en sus planes encontrarse con él y menos que la invite a hacer algo luego.
-Emm -dice ella nerviosa- Por supuesto, de hecho en dos horas termino con unas cosas y ya estoy libre. Nos encontramos en el hotel? -accede con una sonrisa. Lando estaba sin poder creer, solo accedió a venir porque quería invitarla a salir.
-Perfecto, nos vemos! -se despide con dos besos y se retira al paddock
Celeste estaba saltando por dentro, su piloto favorito de Fórmula 1 había venido a invitarla a salir. Se apresuró a tomar su café y volver al trabajo, quería dejar todo en orden para poder salir antes e ir a cambiarse. Regresando a boxes se encuentra a Fabio hablando con los ingenieros por lo que esperó a que terminen para comentarle las noticias
-Tienes un minuto? Quiero comentarte algo -dice ella
-Claro, para ti siempre -responde él. Aquello movió un poco el corazón de ella pero debía mantenerse fuerte, cruzar los limites entre ellos no estaba en el plan y menos confesarle sus sentimientos.
