Parte 2 de Macarena y Carlos ♡
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Carlos:
En mi mente solo se repetía su voz diciendo mi nombre después de 3 años. Por un momento, antes de entrar al comedor, se me hizo escucharla pero no creí que fuera real. No podía ser posible.
Creía que mi mente estaba jugándome una mala pasada, esta semana específicamente, siempre la extrañaba un poco más.
Por dos años ella ha estado a mi lado en cada carrera, práctica y clasificación durante el fin de semana de España. Hoy es el tercer año que no está y la cicatriz de mi corazón arde un poco más.
Dejarla fue una de las decisiones más difíciles que tomé en mi vida pero su petición fue demasiado dolorosa. No podía ser su amigo, fingir que no tengo todos estos sentimientos hacia ella, las ganas de besarla y tenerla entre mis brazos. Sin embargo, tampoco podía pedirle que no vaya a cumplir su sueño.
Entendía su miedo a la distancia, vivir en el ojo del público tampoco debe ser algo fácil con que lidiar. Los últimos años, la Fórmula 1 ha alcanzado un nivel más alto de popularidad de la mano de rumores amarillistas. Separaciones e infidelidades y los dramas entre equipos.
Yo me he acostumbrado y mi vida personal se mantenía en la intimidad, pero por más que lo intente, los rumores nos persiguen.
De ahí el miedo de Macarena, leer en redes sociales los rumores, ver fotos sacadas de contexto y dejar que sus pensamientos le ganen. No podía hacerle eso a ella. Se merece mucho más.
Verla aquí en el paddock luciendo hermosa con su gorra Ferrari y mi número ha sido como ponerle una bandita a la herida de mi corazón con su nombre grabado. Era todo lo que necesitaba hoy, verla.
Luego de haberme comportado como un idiota hoy, me encerré en mi habitación de descanso. Si bien dije que la entendía, no puedo evitar sentirme herido.
No me dió el beneficio de la duda, asumió que la relación fracasaría y que nuestro amor no sería suficiente. No podía obligarla a estar en la relación, ella se iría y se llevaría un parte de mi.
Pero no pude evitar que los latidos de mi corazón no se aceleraran al verla en el garage observando su alrededor con mucha atención. Su cabello cae en cascada sobre su espalda, sus hombros estaban al descubierto y en su cuello adornaba un collar que me era familiar.
Quito mi vista antes de que se diera cuenta y sigo preparándome para la clasificación. Una extraña sensación sube por mi columna, siento unos ojos sobre mi. Giro a ver sobre mi hombro izquierdo y me encuentro con el verde de sus ojos. Su mirada transmitía angustia pero había algo más. Ese brillo que tenía cada vez que me decía te amo, como si todavía lo hiciera.
"Me pones nerviosa" me dijo viéndose tierna con las mejillas sonrosadas. Seguía mirándome con la misma expresión de antes, estaba tan cerca y a la vez, la sentía tan lejos. Imaginarme a ella mirando a alguien más de la misma manera hacía que mi estómago se apriete. La imagen de su abrazo con Lando se proyecta en mi mente y los celos hacia uno de mis mejores amigos me hacia ver como un completo idiota.
No debía molestarme, ellos se hicieron amigos cuando estuvimos juntos, pero al ver la reacción que tuvo él al verla y la felicidad de ella me hicieron desear haberme comportado mejor. Ella está aquí, volvió y eso era todo lo que importaba, no dejaría pasar la oportunidad.
De verdad espero encontrarla en mi habitación de descanso al final del día porque estoy decidido volver a casa con el premio y con mi mujer.
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P1 en mi home race. Mi primer podio con Ferrari aquí en España.
Dejo el monoplaza frente al cartel con el número 1 y salgo festejando. Corro hacia mi equipo con los brazos extendidos, todos dan golpes a mi casco gritando felicitaciones. Doy unos pasos hacia atrás para poder quitarme las protecciones.
