Parte 3 de Mila y Charles
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Charles
Desde el segundo en el que hoy abrí mis ojos sentí que sería un gran día. Es la carrera más importante para mi y el día en el que volvería a verla después de un año y tres meses.
Me levanto a tomar una ducha mientras escucho a Andrea hablar con Joris sobre el video blog que necesitamos grabar durante el fin de semana.
Salgo y observo el conjunto que diseñaron para mi este fin de semana. Si Mila lo hubiera visto, me habría dicho que soy el niño mimado de Ferrari...
Me río y sacudo la cabeza con la imagen de su bonito rostro. Ahora debo concentrarme.
Me visto y salgo hacia el living donde Joris se encontraba mirando fijo su teléfono
-¿Todo bien?-pregunto extrañado
-Oh, si si. No te preocupes.-dice rápido guardando el aparato en su bolsillo
Abandonamos mi casa y nos dirigimos hacia el paddock en bicicleta. La ciudad es un caos durante el fin de semana y es casi imposible caminar por las calles pero el amor de los fans siempre es bienvenido.
Una vez que llegamos, voy directo hacia las oficinas de Ferrari para atender mis obligaciones antes de la primera práctica.
A lo lejos, fuera de las instalaciones, distingo a Rebecca con una bebé en sus brazos. Está besando las mejillas regordetas mientras a su lado una mujer ríe al escuchar la risa de la niña. Reconocería ese cabello negro brillante en cualquier lado.
Es Mila, está aquí.
Inconscientemente mis pasos se aceleran. Mi corazón comienza a aumentar su ritmo y mis piernas amenazan con ceder. No puedo creer que la tengo a unos metros.
Mientras me voy acercando, escucho su voz suave hablándole a la bebé
-Siempre me haces esto, ven con mamá.-le reprocha con voz infantil
Pero la última palabra es lo que llama completamente mi atención. "Mamá". Mi mente me lleva hasta los últimos meses que compartí con Mila en nuestra casa. Las náuseas, el cansancio, las hormonas alborotadas.
Por favor Dios, dime que no...
Avanzo un paso más hasta que vuelvo a escucharla
-Vamos mi amor, debemos volver con Max.-puedo oír los leves balbuceos y la risa de Rebecca
-Oye, ¿ya lo has...-mi presencia la interrumpe
Esos ojos color avellana conectan con los míos en cuestión de segundos. A su lado, Rebecca voltea y suelta un grito ahogado
-Charles...-no la escucho ni la miro, todo lo que puedo ver es al amor de mi vida queriendo calmar y acomodar a la bebé que tiraba sus bracitos en mi dirección en cuanto me notó.
Me acerco y extiendo una mano para dejar que la tome. Enrolla con su mano mi dedo índice y lo tira soltando un chillido emocionada
-¿Y tú, quién eres preciosura?-al escuchar mi voz, levanta la mirada y siento como el aire se escapa de mis pulmones
Sus ojos son los mismos que veo frente a un espejo. Exactamente como los míos.
Llevo la mirada hacia Mila quién tenía los suyos llenos de lágrimas y su labio inferior temblaba. Mi instinto protector se activa y doy un paso hacia ella para atraerla hacia mi costado. Siento su cuerpo estremecerse para luego relajarse, la niña me persigue con la mirada y observa a Mila con la cabeza apoyada en mi pecho, imita la pose y deja caer su pequeña cabeza al igual que su madre.
Una sensación de paz me invade por completo. Como si estuviera finalmente en casa.
Mila se remueve y da unos pasos hacia atrás logrando que la niña comience a llorar.
