Lando Norris

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Trope: PR couple to lovers
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Lando

Estos últimos meses he sentido un peso que aplasta mis pulmones impidiéndome respirar con tranquilidad. Sé que debería sentirme orgulloso de ser participe de tantos podios, tantos puntos ganados para el equipo y para mi. Mclaren es un equipo fuerte, creo fielmente que algun día volveremos a ser campeones, pero dudo que sea yo quién los lleve a ese tan soñado campeonato.

No estoy orgulloso de esos podios de segundo o tercer lugar, no quiero ser el chico que "casi ganó una carrera". Una parte muy pequeña de mi cree que puedo ser el que lleve al equipo a la cima, pero estaría compitiendo con mi compañero de equipo, Oscar Piastri. Es un gran corredor y se merece este puesto en la Fórmula 1, ha trabajado por ello y se lo ganó. Y estoy orgulloso de su victoria en aquella carrera sprint en Qatar. Pero estaba cansado del mismo comentario: "¿El problema es el auto o el piloto?", "Lando Nowins vuelve al podio en segundo lugar".

Personalmente no llevo muy bien la relación con los medios de comunicación. Sí, soy una persona amable e intento pasarla bien en todas las entrevistas, pero no quiere decir que disfruto de las palabras que salen de sus bocas. Estaba harto y no ayudaba que dentro de McLaren todos estuvieran pendientes de cómo me sentía, constantemente preguntando si estaba bien. Les estaba completamente agradecido pero mi mente no estaba en un buen lugar, por lo que mi tan no apreciado mánager sugirió que desviaremos los titulares sobre las carreras no ganadas hacia mi vida personal. Como si eso fuera a solucionar algo.

Accedí sin siquiera analizarlo. Sinceramente el día que John, mi agente, se acercó a informarme sobre la propuesta fue justo después de que haya cometido un error grave en pista que me sacó de P1 y me dejó en un mísero puesto 5. Estaba a furioso y quería estar solo, cambiarme y encerrarme en mi habitación de hotel. Hizo la pregunta y yo simplemente deje salir un "Sí, ahora déjame en paz.".

Un mes después la conocí. A la mujer que estaría a mi lado fingiendo estar enamorada de mi, a la mujer que me dejaría encantado desde la primera interacción entre nosotros. Al parecer no lucia para nada feliz por estar atada a un trabajo que no solicitó. Me enteré que Violet Vicentini era hija de un famoso hombre de negocios oriundo de Italia, por su historial supongo que esto es, de alguna forma, un castigo. Estaba completamente de acuerdo con ella. Lo último que necesitaba en mi vida era lidiar con una relación en la que ni siquiera quería participar. Pero qué podía decir, estos son las consecuencias del mundo del automovilismo. Prensa y drama, nada que te ayude a vivir en paz.

Violet tenía mi edad, 24 años, y es estudiante de la carrera de Bellas Artes, la pintura era su pasión y uno muy bien calificado. Habia sido testigo de unos tantos cuadros pintados por ella y déjenme decirles que ninguna carrera me ha dejado sin aire como lo hicieron aquellos lienzos delicados.

Me costó convencerla de que me mostrara su trabajo, se mantenía reacia a dejarme ver parte de su vida. En los casi cinco meses que llevamos en este contrato, 3 de esos no contaban porque las únicas interacciones que teníamos eran dentro del paddock. Aterrizaba el día anterior, asistía a la carrera y se volvía a subir a un avión directo hacia nuestro departamento en Mónaco. La convivencia era nula, a penas nos mirábamos la cara cuando de casualidad coincidíamos en la cocina o en el living, siempre rechazaba mis propuestas de ver una película o comer juntos. No insistía, pero no voy a negar que me moría por pasar solo una hora con ella.
Hasta hace un mes y medio, cuando todo cambió para mí.

Flashback

Este fin de semana me sentía con confianza. El auto comenzó a demostrar que las mejoras de la carrera pasada han funcionado de la manera que esperábamos. Ahora solo quedaba demostrarlo en la pista.

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora