Daniel
Intenté todo lo que pude, luché contra todos mis sentimientos pero no pude. No pude evitar fijarme en ella, en su sonrisa y esa cabellera rubia alborotada.
Conocí por primera vez a Fátima hace un año atrás cuando llegó a visitar a su hermano mayor Max. Si, Max Verstappen, mi compañero de equipo.
Entró al garage luciendo hermosa, con un vestido amarillo que le quedaba cómo un guante. Su cabello bailaba con el viento siendo sostenido por dos pinzas y su sonrisa acompañando. Ese día en la carrera había sufrido un choque que me dejó fuera, mi humor habia bajado a 0 pero ella y un simple saludo me dejaron hechizado.Desde entonces mi cabeza no ha dejado de pensar en ella, en su rico aroma y esos ojos verdosos. En lo que va de este año nuevo, solo la vi tres veces contadas y siempre en compañia de su novio.
Hoy era día de la clasificación para la carrera de Mónaco. Llegué al paddock alrededor de las 9:30am y lo primero que vi fue a ella entrando a las instalaciones de redbull.
Entré saludando a todos hasta llegar a ella que estaba hablando con Max-Buenos días!-abrace a Max y pasé a ella. Me rodeo con sus pequeños brazos la cintura y sentí como suspiró.
Extrañado me separo, su mirada estaba llena de tristeza-Hola amigo, cómo estas?-responde Max
-Todo bien, preparado para hoy.-dirijo mi mirada a ella- Como estás pequeña Verstappen? Que bueno verte.
-Podría estar mejor, pero estoy contenta de verlos correr hoy.-dice ella haciendo una mueca que ocultaba su tristeza
-Qué ocurre?-ella niega y hace un gesto con la mano restando importancia pero Max habla por ella
-El idiota de su novio la engañó.-comenta enojado y abro los ojos con sorpresa- Ha estado engañandola desde hace algunos meses con su amiga
-Qué?!-exclamo enojado también. Max coloca sus manos en su cintura soltando un gruñido
-Si, tengo ganas de matarlo pero no consigo nada más que mala fama.
-En este momento, lo último que me interesa es la mala fama. Quiero golpearlo y...-antes de que siga, ella es la que interrumpe
-Ya está chicos, solo quiero olvidarlo y disfrutar del día de hoy. Quiero verlos ganar.-habla ella, me abraza haciéndome olvidar de la rabia. Le devuelvo el abrazo apretandola contra mi pecho, dejo un beso en su cabeza y me separo
-Sabes que puedes confiar siempre en mí?-ella asiente-Ahora ve a buscarte algo de desayunar, estoy casi seguro que no lo has hecho todavía
-Me conoces bien-suelta una risa dulce y se despide con la mano.
La seguí con la mirada hasta que desapareció, siento la mirada de Max en mi que tenía los ojos entrecerrados-No hace falta decirte que es mi hermana menor, no?-niego-Y que es lo que más quiero en mi vida. Lo único que quiero es que sea feliz
-Lo sé, yo también.-admito, él asiente satisfecho
Ambos nos separamos para ir a prepararnos. Me encontraba en mi habitación de descanso cuando escucho unos suaves toques en la puerta y luego la figura de Fátima aparece con una sonrisa tímida
-Solo quería desearte suerte, por favor cuídate.-hace un puchero y tengo que juntar todas mis fuerzas para no acercarme y besarla
-Si pequeña, tú tranquila.-se acerca de forma lenta hasta ubicarse frente a mí. Abro mis brazos y se funde en ellos, su nariz inhala en mi pecho y mis manos le acarician la espalda y la cabeza
-Estás bien?-pregunto en un susurro
-Si, hace un mes atrás que lo dejé con...-contesta pero la interrumpo