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Con el pasar de los días las clases de tejido iban quedando de a poco en segundo plano, ya que las tardes las pasaba sagradamente en la casa de los Lee.
Le gustaba el charlar con Nayeon mientras ella le aconsejaba y tomaban té con algunas galletas.
—      Me robaré un par de estas — Minho llegó por detrás y sacó un par del plato de Jisung.
 
—      ¡Lee Minho! Eres un maleducado — le gritó la azabache
 
—      Me criaste tú —
 
—      Pero lo bueno si no aprendes — y se fue a la cocina para traerle más a su invitado.
 
—      No me molesta, pero hazlo con más discreción — se giró para verlo a lo ojos mientras reprimía una sonrisa.
 
Al igual que su relación con el alfa había mejorado, al menos eso solo lo sabían ellos dos.
 
—      ¡No te me acerques! — le habló fuerte para que su madre escuchara, el más alto le guiñó el ojo y se fue con las preciadas galletas.
 
—       Ese muchacho nunca cambiará, no se le quitará lo maleducado — volvió a tomar un lugar a su lado mientras llenaba de nuevo el plato de Jisung.
 
—      Hablando de eso, el cumple de él es este sábado, queremos hacerle una reunión con algunos amigos y familiares — Han hace mucho no iba a ese tipo de fiestas, de hecho eran contadas las veces que aceptaba ir a una.
 
—      Entonces, ¿me está invitando? —
 
—      Adivinaste, se que él puede ser grosero y todo lo que quieras, pero tú eres una muy buena compañía —
 
—      Pero tendré que ausentarme hasta ese día si quiere que venga — le dio un sorbo a su café mientras pensaba en el regalo perfecto para el alfa.
 
—      No tengo problema, con tal de tenerte aquí sin falta soy la mujer más feliz de este universo — ella ya estaba saltando de la emoción en su interior.
 
🧶🪡
 
—      Jisung, ¿Qué es todo este desorden? — su madre se asomaba por la puerta del Cuarto del nombrado, las lanas y telas se esparcian desordenadamente por todos lados.
 
—      ¡ ¿Haz visto mi lana café roble?! — se Asomó entre las sábanas que tenía regadas en el suelo.
 
—      ¿Esta? — y levantó una del suelo
 
—      ¡Esa es café chocolate! — refunfuñó mientras revolvía su cabello.
 
—      ¿Ya buscaste en tu cajón?
 
—      ¡Lo hice y no hay nada! —
 
—      ¿Y que es esto? — ella la encontró sin tener que buscar mucho, estaba en donde dijo.
 
Tropezando con las telas se acercó y la tomó, ya podía empezar su labor con tranquilidad.
 
 
—      ¿Por qué estas tan desesperado?—
 
—      Nada especial, solo que no puedo tejer sin este color en específico — besó la mejilla de la omega y con risitas salió corriendo de su cuarto.
 
Aunque ella ya sabía el verdadero motivo

¡𝚞𝚙𝚜! 𝙽𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝙷𝚒𝚕𝚘 𝚜𝚎 𝚝𝚎𝚓𝚒𝚘́ ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora