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—      Bueno, por lo que me cuentas él es muy especial — Seungmin se recostó en el marco de la ventana del más alto.
 
—      Ujum —
 
—      También te enamoraste muy rápido —
 
—      Y también cagaste con él —
 
—      ¿Dejaras de sacarme en cara todo eso? —
 
—      Nop — se encogió de hombros el pelirrojo mientras espiaba el vecindario.
 
—      Mucho menos ahora — le dijo cuando el timbre de la puerta sonó.
 
Minho pareció reaccionar segundos después, pues no entendía la mirada que ahora le dedicaba su mejor ene-amigo.
 
Se Asomó por el ojal de la puerta mientras el menor lo seguía, logrando ver la cabellera rubia que lo traía de cabeza.
 
Abrió la puerta, sin embargo no emitió ninguna palabra, al igual que el rubio.
 
—      Hannie me dijo que la señora de la casa era kinesióloga, ¿podríamos verla? — el pelirrojo no quitaba la mirada del robusto alfa que ahora hablaba.
 
—      Acá es , pero entenderás que sólo puede atender a uno a la vez — Kim empujó a Minho y luego tomó el brazo del alfa.
 
—      Tú tranquilo, está en buenas manos — le guiñó el ojo al castaño y arrastró a Chan para que no interrumpiera lo que fuera a suceder.
 
Mientras que por dentro el más alto aún debatía con su lobo, el cuál quería arañar a cualquiera que invadiera su territorio.
 
Huele feo
 
Se cree mucho por esos músculos tonificados y abdomen de chocolate
 
No me gusta
 
—      P-pasa — el rubio entró sin dirigirle ninguna palabra o siquiera mirarlo.
 
—      Mi madre no está, lo lamento — el menor ya se había acomodado en el sofá, él ya sabía que ella no estaba, pero su parte más masoquista fue la que lo guió.
 
Su mano tenía una férula la cual se cubría por una venda que le llegaba un poco más debajo de su muñeca.
 
—      Déjame verla — Lee Le tomó la mano, recibiendo un pequeño quejido del contrario.
 
—      Está muy inflamada, es mejor no hacerle terapia hasta que los músculos estén más recuperados — le explicó mientras seguía tomando su mano.
 
—      Entonces me iré, gracias por la revisión — pero el mayor no le soltaba.
 
—      Quédate —
 
—      ¿Por qué? —
 
—      Te necesito —
 
—      Pero yo no —
 
—      Eres todo lo que ahora necesito —
 
Lo jaló de la mano contraria y lo apretó entre sus brazos sin la intención de soltarlo. Solo teniendo al rubio sentado con torpeza sobre él mientras se inundaba de aquel olor reconfortante.
 
Pero para bien o para mal, el menor no puso oposición
 

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2022 ⏰

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¡𝚞𝚙𝚜! 𝙽𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚘 𝙷𝚒𝚕𝚘 𝚜𝚎 𝚝𝚎𝚓𝚒𝚘́ ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora