Last Dragon

eight

Celo, etapa de calor, temporada de apareamiento, cómo fuera que lo llamarán, jamás imagino tener que estar presente con un dragón en esa condición, pero no imagino que fuera así, Taehyung era, como un pequeño cachorro muy meloso y que necesitaba mucha atención, no era nada parecido a lo que ya conocía de él, el chico frio y distante, en ese momento no era nada de eso.

Sin omitir, que, en ese estado, desarrolló cierta dependencia hacia Jungkook.

Llevaba solo cuatro días así y para él azabache parecían semanas, y aún faltaban 2 días, no entendía cómo podía aguantar por tantos días, no parecía estar sufriendo como había leído, pero, estaba muy débil, su fiebre no bajaba, tenía espasmos cuando dormía, si es que lograba conciliar el sueño.

Lleno el vaso de agua por quinta vez en 4 horas, se acercó al nido de mantas y almohadas que el dragón había hecho en un momento de ansiedad en su forma animal, mismo en el que ahora Taehyung estaba, se sentó a su lado y alzó su cabeza para que pudiera beber el agua, la cual se tomó de dos tragos y se acomodo en las piernas del menor.

Miraba hacia la puerta, era un viejo granero que estaba cerca de la comunidad de los elfos y duendes, el sello mágico se protección también cubría el lugar, veía los copos de nieve caer como una cortina, apresar de que hacía frío afuera del granero, dentro de este, el calor se mantenía intacto.

Sus dedos se enredaban en los mechones de cabello blancos y sedosos, escuchando el suave ronronear que producía desde el pecho, no sabía si era por su estado, o el hecho de que estaba con él desde que su ciclo empezó, pero, se veía tan hermoso, con las mejillas sonrojadas, pestañas húmedas y labios algo hinchados y rojos.

- Cómo te sientes – pregunto retirando los cabellos de su frente, él se removió un poco, frunciendo el ceño negó, sujetó la mano del azabache y la entrelazó con la suya, abrió los ojos, brillaban de un azul claro.

- Gracias por quedarte conmigo – murmuró con voz ronca, sin dejar de verlo, acercó sus manos juntas y olfateo la mano del menor, beso el dorso de la misma, dando leves succiones en su piel.

- Que haces – rió viéndolo, su lengua rozada se asomo entre sus labios, y delineo sus dedos, su palma, un poco de su muñeca, con los ojos fijos en los de Jungkook.

- Déjame tomar tu cuerpo, quisiera probar cada centímetro de tu lechosa piel, marcarte, escucharte, sentirte – susurro y Jungkook no se había dado cuenta de en que momento se recostó entre las almohadas con Taehyung sobre él, viéndolo con esos ojos hipnóticos, solo fue consciente cuando esa misma lengua con textura rasposa acaricio la piel de su cuello, erizando su piel.

"En su condición, su lado dominante intentará cualquier cosa para lograr su cometido, él cual es poseerte, ya que estás marcado será obvio que tendrá la necesidad de pasar este ciclo contigo, no dejes que te convenza, sus ojos, no los mires mucho, ni siquiera te darás cuenta cuando todo suceda"

Las palabras de Charlie hicieron eco en su cabeza mientras se entregaba a los labios del otro, una parte de si mismo le decía que lo detuviera, que lo alejarse, pero la otra, le susurraba que se entregara, él también quería hacerlo, solo dejarse llevar por lo que sus cuerpos pedían con necesidad.

En un pequeño momento de lucidez, todo se aclaró un poco, dónde ya no tenía la camiseta el pantalón, solo estaba en ropa interior, algunas marcas en sus clavículas y abdomen, frunció el ceño viendo a Taehyung con ojos brillantes como dos luceros, el azul casi opacado por el negro de sus pupilas dilatadas, sus colmillos habían salido, incluso su lengua era diferente, larga y puntiaguda, casi como la de una serpiente.

...

Ragdar observaba desde su balcón, sus criaturas, a las que consideraba mascotas volvían, todas entraron y fueron directo al cuarto oscuro donde dormían, más una fue al brazo de él, la cual fue acariciada en la cabeza.