El pueblo ardía en fuego, personas corriendo para ayudar a otros, heridos, niños llorando, Selion no entendía en qué momento todo se salió de control, pero era claro que de nuevo estaban en guerra, tenía soldados resguardando los pueblos, el castillo y los que buscaban al dragón, pero aun así eran atacados, todo era una masacre, que él mismo causo cuando decidió atacar a los otros con la ayuda del dragón.
- Tenias el poder en tus manos Selion y no supiste manejarlo bien, ahora tu reino caerá – espeto Bastián, rey de Olinn, todos sus soldados formados viendo la masacre causada por los soldados de Calmaria y Daril, ellos solo iban de paso, la torre de Ragdar era su destino.
- Y tu si podrás manejarlo bien, eh – escupió con odio, el otro rey solo negó y siguió su camino, era una lástima que, a diferencia de su padre y abuelo, nunca supo cómo gobernar bien, no merecía ser llamado rey, estaba cegado por la avaricia igual que los demás.
- El karma llega cuando es el tiempo correcto, Selion y el tuyo a llegado.
…
Gritaba golpeando la puerta de madera, pateaba y con un tuvo delgado de fierro trataba de romper la cerradura, era inútil, llevaba encerrado unas horas desde que Ragdar le conto esa historia, también le conto que lo secuestro para atraer a Taehyung, sí, era una trampa, solo esperaba que el dragón fuera más razonable como para no ir sin tener un plan antes, las intenciones del hechicero no eran nada buenas.
Camino de un lado a otro pensando, si moría, entonces que Taehyung fuera hasta ahí no serviría, necesitaban su sangre para usar el poder, pero para eso tendría que morir seco, porque así sería la única forma, además no quería morir, no era justo para el dragón, había pasado toda su vida tratando de solucionar lo que en el pasado causaron los reyes envidiosos y avariciosos, pero ya estaba, tenía que buscar la manera de ayudarlo.
- Nuestro amigo está aquí – escucho al hechicero que estaba parado frente a la perla, miro al balcón y si, podía ver como un dragón blanco se acercaba, negó, ah el muy tonto si había ido de todas formas, entonces no tenía muchas opciones, bueno no tenia ninguna, aún no ideaba un plan.
El dragón aterrizo adentro, no del todo, pero su cabeza y patas delanteras si, el resto de su cuerpo rodeaba la punta de la torre, gruño a Ragdar que lo miraba con admiración, su niño de hace unos años orgulloso de al fin poder tenerlo ahí, de verlo tan de cerca, con magia la caja de cristal donde estaba la perla floto en el aire siguiéndolo cuando se acercó a la criatura.
- Es increíble, después de tantos años al fin – murmuro tocando la melena azul, el animal se movió a un lado resoplando, no quería que lo tocara, miro al azabache que estaba encerrado en una celda.
- Eres un tonto no debiste venir, es una trampa – musito entre dientes, no pensó que lo escucharía, pero si, escucho, ladeo la cabeza hacia Ragdar que seguía observándolo maravillado, se sacudió y volvió a su forma humano, el hombre jadeo tapándose la boca, sonriendo.
- Veo que lograste cambiar de forma, maravilloso – alago, él resoplo y se giró al hombre, esta vez no estaba desnudo, llevaba un short gris. Jungkook agradeció eso.
- Que quieres, dejalo ir, él no tiene nada que ver en esto – él otro rio suspirando.
- De verdad, entonces no te importaría que caiga del balcón, cierto – sus ojos se oscurecieron y la puerta donde Jungkook estaba se abrió, una fuerza magnética lo saco y lo llevo cerca del balcón, pero el peli blanco estaba neutro, como si de verdad no le importara.- Oh, ya veo, pero para que estés enterado, se quien es él, en realidad es importante para ti – movió la mano y Jungkook choco contra la pared, su queja casi hizo eco, murmuró una maldición por lo bajo.
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Last Dragon
Hayran KurguUn dragón, una perla perdido y un chico común. Los elementos perfectos para desatar un guerra. Jungkook jamás imagino que un simple libro antiguo lo conduciría a un mundo lleno de cosas que no creía existían, algo salido de los cuentos mágicos. Cómo...