fourteen

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Seonmi observaba a su nieto, el chico jugaba con la comida, lo veía desanimado y casi no salía de la casa, no entendía muy bien que había pasado, Jaehoon solo le comento que estaba triste por qué terminó con su novio, y ella ni siquiera estuvo enterada que salía con alguien.

- No es posible regresar, yo lo intente varias veces, al final llegué a al conclusión de que solo di alguien te llama puedes ir, pero si él te envío de regreso, no creo que vuelvas – las palabras de su abuelo tocaron fibras muy sensibles, no, tenía que haber una forma.

Después de contarle todo lo que pasó allá, su abuelo también le contó como fue que llegó, había sido algo parecido,  a diferencia que él, cayó al lago donde acostumbraba ir a pescar, todo había sido muy extraño, vientos fuertes, oleaje en un lago inerte, cuando se dio cuenta una ola enorme lo refundido, cuando despertó ya no estaba en el lago.

Nunca supo la razón por la cual llegó ahí, pero tampoco busco una respuesta, en el tiempo que paso junto a Ragdar, aprendió muchas cosas, incluso a usar magia, pero nunca la uso para hacer maldad, sabía que todo lo que el hechicero hacia monera para un buen de todos ahí, su obsesión por encontrar un dragón vivo era tanta, que lo consumió y uso sus poderes mal.

Jaehoon estuvo presente cuando hipnotizó al rey Selion para usarlo a su beneficio, pensó que tal vez alguien se daría cuenta de su nuevo comportamiento, pero no fue así, eso lo supo por su nieto.

A veces deseaba poder volver y ver a Charlie, había sido un gran amigo, sabía que no tenía familia y estaba solo, aunque tenía la compañía de Taehyung y lo apreciaba como un hijo, no era lo mismo, antes de ser devuelto a su casa, había intentado crear una especie de portal para llevarlo con él, pero ni siquiera pudo empezar.

La magia de Ragdar le envío de regreso cuando supo de su traición, a diferencia de la magia del dragón, él no regreso al día que desapareció, los años que estuvo en Roth6, fueron meses en la tierra, nunca le contó a nadie donde estuvo, invento algo más.

- Puedo pasar – tocó la puerta de la habitación de su nieto, el asintio, estaba sentado en el escritorio pasando las páginas del libro, cada página contenía lo sucedido, tocaba su cuello, era algo automático, el mayor se sentó en la cama y suspiro mirando a la ventana.

- Cuánto tiempo crees que haya pasado, días, semanas, meses o.. años, crees que me olvidé – cuestionó girando en su silla, Jaehoon sonrió aún mirando más allá del cristal, el cielo pintado de naranja y rojo, el son escondiéndose entre las montañas dándole paso a la noche.

- Él no te olvidará, así pasen milenios –

...

Así los días pasaban en la granja de los Jeon, a veces eran lentos y otras, acababa muy rápido, Jungkook estaba preparándose para irse a la ciudad, la beca por la que estuvo estudiando tanto, al fin era una realidad, aunque, no quería irse, tenía esa sensación de que si se iba, todo pasaría al olvido, ese pueblo tenía algo especial, algo casi mágico.

Mientras, ayudaba a sus abuelos en la granja, los extensos sembríos de trigo empezaban a crecer, en unos meses empezaría la cosecha, lo que conllevaba a más trabajo, trabajadores irían para ayudar con la cosecha, algo que ese año estaba a su cargo.

Y así pasaron 6 meses hasta el día de la cosecha.

Se encontraba en el granero amarrando algunas pacas de paja, otros trabajadores también hacían lo mismo, el camión esperaba en la entrada del granero para llevarse la carga, sus abuelos estaban en la casa.

Una Ford 150, estacionó frente a la casa, un hombre mayor bajo del lado del conductor, un sombrero en su cabeza, mirando todo el entorno se dirigió a la casa, seguido de un castaño que bajo del copiloto, tocaron y Seonmi abrió.

Los dejo pasar y fue a llamar a su esposo, no los conocía, pero se veían como comerciantes como Jaehoon, seguir venían a hablar con él, dejándolos en la sala se dirigió al despacho – Jae, hay unas personas que quieren hablar contigo, los dejé en la sala – aviso para volver a su labor en su cuarto de costura.

El mayor bajo, los vio de espaldas, el joven era más alto, ambos llevaban sombrero estilo vaquero, aclarándose la garganta se aproximó.

- Buen día caballeros, en que puedo ayudarles –

Jungkook salió un momento a descansar, no les faltaba mucho para terminar, aunque él no tenía porque hacer el trabajo pesado, no le gustaba estar solo observando, así se ganaba la confianza de los trabajadores y el trabajo era más fácil y con un ambiente tranquilo.

Cómo cada día miro al cielo soltando un largo suspiro, siempre esperaba algo, no estaba seguro de que, pero lo hacia, se mojó la cabeza, observo los campos, mudarse a la ciudad sería un poco extraño, estaba acostumbrado a la tranquilidad del pueblo, no habían muchos autos, no tampoco tenía ese ambiente lleno de estrés, pero sabía que no era tan malo.

Miro a un lado y se petrificó a ver un castaño caminar hacia el granero, su porte, la forma de caminar, su perfil, todo él se parecía a, se puso de pie, no, eso no era posible, seguro su mente le estaba jugando una mala broma, se dirigió al terreno donde aún quedaban pacas de paja por cargar al camión.

- Jungkook – se detuvo en seco al escuchar su nombre, no tanto por eso, si no por ese timbre de voz, con algo de nervios volteo, toda su sangre helándose al verlo, con esa ropa, ese sombrero y esa sonrisa coqueta, eso tenía que ser un sueño, por qué no podía ser real.

- Tae-Taehyung - murmuró sin poder moverse, un hormigueo instalándose en el lado derecho de su cuello, su corazón latiéndole a mil por segundo, termino de dar vuelta, el castaño aún estaba a varios metros, pero aún así podía decir que era él, avanzó un par de pasos algo torpe, camino, camino hasta que empezó a correr.

El castaño lo recibió en sus brazos, envolviéndolo apenas llegó, dando un pequeña vuelta, aspirando el aroma de su cabello, apretándolo cómo si fuera a desaparecer, sintiendo como su cuello y hombro se humedecían, lo alejo un poco y sonrió al ver lágrimas cayendo por sus mejillas, llevo sus manos a ellas para limpiarlas, acercándose hasta rozar su nariz.

- No sabes cuánto te extrañe, fue un infierno dejarte ir – expreso mirándolo a los ojos, si bien los suyos ya no eran azules, el color ámbar le quedaban tan bien, no perdía ese brillo e intensidad al verlo, todo su ser revoloteando de alegría.

- Co-como es que estás aquí, mi abuelo dijo que no era posible – musito apretando las manos en su camisa alrededor de la cintura del ahora castaño.

- Con magia todo es posible, pero te cuento después, ahora solo quiero hacer esto – unió sus labios sumiéndolo en un beso apasionado.

Para Jungkook era como si hubieran pasado años desde que lo vio y para Taehyung, bueno para él si habían pasado años, dos para ser exactos, tiempo en el cual nunca dejo de pensar en el azabache, cada mañana despertaba con la sensación de verlo a su lado, de sentir su aroma, escuchar su voz y risa, de sentirlo.

En esos dos años, realmente sintió que moriría, después de todo Ragdar tuvo razón, un dragón no podía estar sin su pareja, pero al menos Jungkook no estaba muerto y eso era lo que lo mantenía cada día, con la esperanza de volver a verlo y no separarse jamás.

Se separó del beso con una sonrisa y el corazón acelerado, con ganas de más, peros estaba en medio del campo y habían trabajadores ahí, viéndolos, así que solo lo abrazo con fuerza y cariño.

- Charlie también vino, no podía dejarlo solo, después de todo él y tu abuelo tiene casi la misma edad, seguro tienen mucho de que hablar – contó meciéndose de lado a lado con él, no quería soltarlo, pero el azabache se separó un poco.

- Que bueno que lo trajeras también, me habría sentido mal si se quedaba solo, pero aún debes decirle cómo hicieron para venir y que paso con los reyes y el brujo – dictó mirándolo fijo, el castaño asintio llevándole unos cabellos detrás de la oreja, sus ojos posándose en la marca de su cuello, llevo la mano al lugar.

- Todavía la tienes, eso quiero decir –

- Quiero decir que eres mi novio y debo presentarte a mis abuelos, la abuela estará encantada de conocer al chico que me tuvo llorando por varias noches, seguro te hará un interrogatorio completo – él enarco una ceja.

- Bueno, entonces que estamos esperando.

Su abuela quedó encantada con el castaño, aceptándolo rápidamente cómo novio de su nieto, diciendo que era un chico encantador y que tenía algo especial, cómo si fuera mágico, algo que hizo reír a los otros, ella no sabía que venía de una especie de cuento ficticio, le contaron una versión diferente.

Cómo que Charlie era padre del castaño, que acaban de volver de un largo viaje por Italia, ya que eran amigos con Jeon, dejaron que se quedarán en su casa por unos días en lo que buscaban un lugar donde quedarse, una casa cerca, en el mismo sector.

Ya que no pensaban ir a otro lugar, o Charlie no iría a otro lugar.

...

Cuando la temporada de cosecha hubo terminado, Jungkook empezó a prepararse para viajar a la ciudad donde viviría lo que durará su periodo de universidad, empezando por empacar lo que se llevaría y lo que dejaría en casa de sus abuelos, ya tenía todo casi listo, solo faltaban un par de cosas.

- Quieres que vaya contigo? – cuestionó volteándose para poder verlo, él asintio, lo había estado pensando y, una relación a distancia tarde o temprano terminaba, y nunca bien, no quería que eso pasara con ellos, recién empezaban, llevaban solos 3 meses desde que Taehyung llegó, y separarse tan pronto no sería bueno.

- Mi papá, él me compro un departamento, es grande y, podemos vivir ahí – sugirió evitando su mirada, en el fondo sabía que presionarlo no estaba bien, pero quería que acepte, Taehyung dejo de lado su helado y se giro por completo a él, alzó su barbilla.

- Yo, no estoy seguro, apenas me estoy acostumbrando a vivir aquí, ir a otro lugar será, difícil para mí – si, entendía eso, su mundo era completamente diferente, demasiado, además de que el había vivido por muchos, muchos años cómo dragón, hacerlo con humano común era, algo nuevo para él, acostumbrarse a todo ahí.

- Oh está bien, yo entiendo, s-si no quieres ir yo, está bien, si, podemos hacer que esto funcione, siempre puedo venir para vernos y- su voz se cortó y miro a otro lado pestañeando rápido para alejar las lágrimas, no quería verse como si no pudiera vivir sin él, aunque así fuera, comprarían el vínculo de emparejamiento, estar separados sería muy difícil, casi como una tortura.

- Hey, no llores, ven aquí – lo acerco para abrazarlo, tampoco le gustaba la idea de separarse de nuevo, pero al menos estaban en el mismo país y solo los separarían unos kilómetros, 3 horas de viaje en auto.

- Yo, voy a pensarlo, pero no prometo nada, de acuerdo – dijo después de unos minutos, él asintio con un largo suspiro, alejándose para secarse las lágrimas, aplastó sus mejillas viéndolo.

- Ok, no voy a presionarte, te quiero – aclaró dejando un beso, que subió de nivel en segundos, estaban en el granero, solos, una cosa llevo a otra.

Por la noche Taehyung hablo con Charlie sobre eso, no es como si no pudiera tomar una decisión, pero ese era un gran paso para ambos, estaba seguro de que quería estar con él, pero eso era algo que debía pensar muy bien.

Una semana después Jungkook subía las maletas al auto, ese era el gran día, viajaría a la ciudad para acomodarse ya en el departamento, sus demás cosas ya estaban viajando hacia la ciudad, no había visto a Taehyung en esos días, así que estaba algo desanimado, esperaba verlo antes de irse.

Abrazo a su abuela, escuchando lo que ella le decía, que se cuidara y que no se olvidará de visitarlos, le dio muchos besos en la mejilla antes de ir a despedirse de su abuelo.

- Cuídate mucho, seguro la abuela querrá llamarte todas las noches, no te molestes con ella, sabes que eres su niño aún, te vamos a extrañar mucho, ahora ve antes de que no te deje ir – bromeó soltándolo, él afirmó con un suspiro, se alejo y fue al auto, miro la casa una última vez y subió.

Mientras salía no podía dejar de ver la carretera en caso de que Taehyung decidiera aparecer, pero ya empezaba salir del pueblo, se detuvo mirando la carreta al frente, el letrero que indicaba el nombre del pueblo y sus habitantes, apretando el volante tomo aire y aplastó el acelerador.

Iba conduciendo ya varios kilómetros cuando un patrullero lo detuvo, desconcertado aparco en la orilla, buscando los papeles del auto y su licencia – Baje del auto – para no tener problemas bajo, el oficial solo lo miro y regreso a su auto y se fue, dejando a un Jungkook aún más confundido, se quedó viendo por dónde se fue – Vaya, que les pasa a todos – murmuró abriendo la puerta para subir.

Una camioneta se detuvo a unos metros, no le prestó atención, ya quería llegar a la ciudad y dormir, era todo lo que quería hacer ese día, subió pero antes de cerrar la puerta lo jalaron afuera – Pero que, Taehyung – cuestionó al ver al castaño que sonrió, parecía como si hubiera corrido un maratón, lo acorralo contra el auto robándole el aliento con un beso.

- No pensabas irte sin despedirte, verdad – reclamo separándose, Jungkook titubeó confundido, viéndolo a los ojos.

- Creí que, no se, que aún necesitaba tiempo o algo así, no te he visto en todos estos días, incluso pensé que ibas a terminar conmigo – concluyó apretando su camisa sin darse cuenta, el castaño sonrió negando, ni de chiste pensaría eso, no iba a alejarse de él nunca más.

- Si, lo siento por eso, pero, no irás a ningún lado sin mi – concluyó dejándolo ahí, el frunció el ceño confundido siguiéndolo con la mirada, lo vio sacar una gran maleta del maletera de la camioneta, que Charlie conducía, saludaron.

- Acaso tú..- él regreso con la maleta para meterla en los asientos traseros, fue donde el azabache y rodeo su cintura.

- Iré contigo, lo pensé y en serio lo hice, no pienso dejarte ir solo a un lugar donde habrán muchos chicos y chicas, sería peligroso, recuerda que antes era un dragón posesivo, seguro también soy muy celoso – beso sus labios y le abrió la puerta del copiloto para que subiera.

- Hablas en serio – cuestionó ya en el auto, lo vio subir y no le quitaba la mirada de encima, él se tomó su tiempo en ponerse el cinturón e incluso ponerse unas gafas de solo luciendo muy atractivo, abrió la ventana y volteo a verlo.

- Nunca he hablado tan en serio.

Tres horas después ya estaban en el estacionamiento del complejo de apartamentos donde el padre del azabache le compro uno para que pudiera vivir ahí durante su estancia en la ciudad, era lo menor que podía hacer por él luego de abandonarlo.

Diferente de lo que pensó, el complejo estaba cerca de la universidad y era un zona muy lujosa.

- Deberíamos estrenar el lugar – sugirió Jungkook viendo el lugar, era más grande de lo que imaginó, Taehyung estaba igual de asombrado.

- Vaya, este lugar es mejor que los refugios que hacía en Rothnía – murmuro adentrándose, todo ya estaba amueblado, fue a la ventana y por primera vez sintió algo de vértigo al ver lo alto que estaban, se alejo de inmediato y miro la sala.

- Podemos llenarlo de almohadas – pregunto Taehyung girando al azabache que solo sonrió.











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