nine

23 6 1
                                    

Dos días, llevaban dos largos y cansados días caminando por las montañas para evitar encuentros con soldados de los diferentes reinos, habían pasado dos pueblos a los cuales no entraron, por obvias razones, también dos días en los que Charlie tuvo que ver como los dos se ignoraban, como si en verdad no existieran para el otro, lo que lo tenía un poco, solo un poco frustrado, si seguían así, el viaje sería aún más incómodo y largo.

Por su lado, Taehyung no dejaba de pensar en que debía practicar el comunicarse mejor con otros y con otros, se refería a cierto azabache que sí estaba cumpliendo el hacer de su existencia nula, bueno tenía sus razones para hacerlo, él se las dio, empezaba a sentir arrepentimiento, pero también era orgulloso, además de que no sabía como acercarse a él sin salir con alguna tontería que solo empeoraría más la incómoda y tensa situación.

Vio de reojo al chico que también parecía ir sumido en sus propios pensamientos, tenía la mirada perdida en el suelo mientras caminaba, abrazándose a sí mismo, mordiendo ligeramente su labio, de pronto tuvo ganas de acercarse y abrazarlo, pensamiento que lo descoloco un poco, él no era así, pero últimamente no estaba siendo el mismo, ahora de verdad quería protegerlo de los peligros, en serio se le había metido eso muy en el fondo, que incluso la idea de que se fuera empezaba a desagradarle.

De pronto un sentimiento de que se quedara empezaba a nacer en él, uno muy fuerte que lo asustaba.

Un graznido muy fuerte sono por los aires, un águila, a la cual no le tomaron importancia, cada vez estaban más cerca de su destino, la torre de Ragdar, podían ver la punta de esta sobresalir de la espesa niebla, misma que conforme avanzaban iban desvaneciéndose poco a poco.

Algo que jungkook había notado, era como el clima tenía cambios demasiado extraños, no eran algo normal, pero nada era normal en ese lugar, según sus observaciones, y aunque no estaba seguro totalmente, sabía que esto estaba relacionado con el dragón y su estado de ánimo, si estaba de un humor terrible, todo el día se nublaba y corrían ventiscas fuertes con nieve y lluvia, si estaba tranquilo, la niebla desaparecía y el frio se regulaba un poco, si estaba de un humor bueno, hasta el sol quería aparecer, basado en eso, no quería imaginar cómo se pondría si estaba realmente enojado, pero como decía, no estaba muy seguro, tal vez y eran solo coincidencias.

De nuevo escucharon el graznido, pero a diferencia de antes, este tenía algo diferente, el revoloteo de unas alas se acercaba muy rápido, alzaron la vista y bueno, era un ave, parecida a un águila, pero no era una normal, su cuerpo como el de un jaguar, con las patas traseras de águila, más cerca su tamaño aumentaba.

- Pero que cosa es esa – cuestiono Jungkook al ver al ave, si así podía llamarla, volaba directo hacia él, como si fuera el objetivo, lo cual, si lo era, pero aun no se daba cuenta.

- Debe ser una criatura de ragdar, ¡¡¡Jungkook agáchate!!  – grito Charlie, pero ya fue un poco tarde cuando las garras se prendieron en los hombros del azabache sacándole un grito y lo alzo sin parar su vuelo, era una cosa enorme, se llevaba al menor como si fuera un polluelo.

- Maldición –

Solo vieron como el ave se lo llevaba, perdiéndose en el aire y la niebla, había pasado rápido, algo que no lo vieron venir, pero eso les decía que Ragdar ya sabía que estaban cerca, Taehyung no espero a recibir una orden o algo, se transformó más rápido que nunca y salió volando dejando al mayor que seguía procesando lo que acaba de pasar, para que Ragdar se llevaría a Jungkook, acaso sabía que el era especial, lo que sea, no era bueno, una trampa tal vez.

Carnada.



Cayó dentro del balcón, eso de ser soltado desde el aire empezaba a volverse una molestia, dejando de lado el dolor en su cadera le dio una mirada al lugar, espacioso, una bola de cristal a unos metros de donde estaba, 3 puertas, una de barrotes, todas cerradas, en una caja de cristal vio la perla, aunque no sabía que era la perla que buscaban, pero algo en su sentido le dijo que si era esa perla, una lampara colgaba del centro del techo, con cadenas y cristales cayendo como gotas, todas negras, interesante decoración pensó.

Se levanto del suelo, miro hacia atrás y bueno más allá del balcón no había nada, si, nada, esperando que no fuera lo que pensaba se acerco a la baranda, un mar de neblina y copas de árboles secos, trago saliva retrocediendo, su miedo a las alturas gritándole que no estaban a dos metros del suelo, no eso se veía muy alto, que no quería imaginar como seria si la niebla desapareciera.

- Oh, llegaste antes – una voz gruesa sonó a su espalda, al girar vio a un hombre, su larga barba casi blanca, cejas desordenadas, una larga túnica negra con decoraciones en vino y dorado, el bastón muy curioso en su mano, todo en él gritaba malo.

- Tú eres, ¿Ralay? – cuestionó frunciendo el ceño tratando de recordar el nombre, lo había escuchado que, 3 veces, no era bueno recordando nombres extraños, no lo culpen, el hombre formo una mueca disconforme.

- Cómo, acaso no sabes quién soy, todos aquí me conocen y saben mi nombre, yo conozco el tuyo, Jungkook – formo una “o” con su boca, bueno no le sorprendía, sabia que era un hechicero poderoso que quería mas poder, era obvio que sabría su nombre, se froto el brazo con una mano.

- Bueno, tal vez si escuche de ti, pero no soy de aquí, yo… no tengo por que decírtelo, no eres bueno, o eso me han dicho, tu robaste la perla del dragón, eso dice muchas cosas malas de ti, no esperarás que confíe a la primera y te diga quien soy y de dónde vengo, nop – negó, observo detrás de él como la perla daba vueltas, ok eso si se lo asombro, el hechicero bufo cruzándose de brazos, como se atrevía a hablarle así.

- Mira niño, yo que tú, empezaría a rezar por mi vida, no sabré de dónde vienes, pero si se para que estas aquí, ves esa perla, bueno te contare su historia – de la cabeza de la serpiente en su bastón salió una luz azul que lo cegó por unos segundos.

Cuando la tierra era habitada solo por mágicas criaturas, se les fue concedido un poder diferente, ellas tendrían el control sobre el equilibrio de la naturaleza, el clima, la reproducción de todas las especies, el agua, el fuego, todo, poderes que fueron suprimidos en bolas de cristal que se volvieron perlas de poder, nadie sabia cuantas eran, pero en ese tiempo, los humanos recién empezaban a evolucionar.

Con los años el descubrimiento de estas criaturas, los llevo a adorarlas como dioses, por su gran poder y control, eran tas magnificas, nadie les temía, vivían entre humanos, conjuntamente, pero el tiempo avanzaba y la avaricia las obligo a esconderse en los bosques vírgenes que nadie se atrevía a pisar, un dragón blanco, único entre todos y líder, conjuro en los ríos para que el poder nunca desvanecería y agotara a los otros, eso les ayudo a vivir muchos, muchos años.

Cuando Rothnía se fundó, era un pequeño pueblo, la que ahora era la ciudadela principal, hogar de esclavos que habían huido de tierras orientales, su líder, selion, el primer gobernante, luchaba por que su gente no padeciera hambre, el y sus hermanos cazaban para proveer de alimentos, poco a poco iban creciendo, pero el estado de las tierras no era bueno, no podían cosechar.

Un día, selion salió a caminar al bosque, se perdió, anocheció y solo se adentraba más y más entre los árboles, un chillido lo asusto, pero no corrió, se detuvo a escuchar que era, no se parecía a ningún animal que conocía, la curiosidad lo llevo a un nido grande, dentro de este vio algo blanco removerse, su pelaje azul y verde sedoso, pequeñas garras, unos ojos verdes como esmeraldas, parecía una cría de serpiente, pero una muy grande, por que para haber salido recién del huevo, mediría unos 16 metros.

Su chillido era agudo y lastimaba sus tímpanos, un tigre de bengala, arañaba la aun piel sin escamas de la extraña criatura indefensa, sangre y marcas de garras en su cuerpo blando, su noble corazón hizo que ayudara a la criatura ahuyentando al felino, rompiendo las mangas de su camisa limpio con agua las heridas de la criatura que lo miraba con esos intensos ojos verdes, no parecían temerle.

Algo pesado aterrizo cerca del nido, estaba de espadas cuando un cálido aliento choco en su cuerpo, el gruñido en sus oídos, no tuvo que voltear a ver que cosa era, los ojos del aun crio eran como espejos, vio colmillos afilados, blanco como el más pequeño, su madre, despacio volteo y se encontró con un dragón blanco, quien, al ver a su cría en tal estado, estuvo a punto de devorarlo, pero.

- Madre no, el me salvo – aturdido miro al pequeño dragón, acaso había hablado, o fue imaginación suya.

- Un humano nunca haría eso – escucho la voz de la madre, se oía molesta, pero dejo de gruñirle, estaban hablando en un idioma diferente, pero podía oírlos, en su cabeza.

- El me salvo, un gato trato de comerse a tu hijo, créeme – ella resoplo, miro con desdén a selion que le sonrió nervioso, si salía vivo de ahí, sería un milagro.

- Gracias por salvar a mi hijo, como agradecimiento te ofrezco cualquier cosa que necesites.

Cuando regreso a su pequeño pueblo, les conto a todos lo sucedido, al principio nadie le creyó, pero unos días después un pequeño dragón travieso fue a visitarlo.

Con la ayuda de los dragones su pequeña Rothnía nacía, selion fue elegido gobernante, en su tiempo no tenia un castillo, pero su casa si era la más grande, los dragones iban al pueblo, ayudaban con construcciones, entonces fue creciendo y tosas sus tierras se volvieron las más fértiles, proveedores de todo tipo de alimentos, los comerciantes salían a otros pueblos, así fue haciéndose conocido.

Selion tenia una amistad muy fuerte con el dragón de ojos verdes, el cual prometió proteger a sus hijos y demás descendientes el día que murió y así lo hizo, pero un día eso cambio.

Cuando Rothnía fue de los reinos más grandes y ricos, la envidia y otros sentimientos nacieron en otros reinos, en una guerra fría, el único dragón blanco murió, causando conmoción en los demás de su especie, las perlas eran robadas, pero la mas poderosa fue engendrada en un huevo, todos los dragones pusieron su magia en ella, para que tuviera el poder suficiente para ayudar, entre a guerra, el huevo se perdió y los dragones perecieron, el ultimo antes de morir, soltó una maldición y al desvanecerse en polvo negro, el invierno llego.

En medio de la guerra, un huevo se rompió en el fondo de un rio congelado, un pequeño dragón blanco con hebras azules y ojos como el cielo salió, estaba solo, solo una perla en sus garras, la cual debía proteger, tenía el deber de terminar ese caos.

..

- Taehyung es ese dragón? – se cuestionó en susurro para que el hechicero no escuchara, de ahí imagino que Ragdar tuvo que robarla en algún momento, pero por que aun no la usaba, tenia todo el poder del mundo con él, que quería. ¿por qué su sangre activaba la perla? estaba confundido.

- La perla, solo tiene un dueño, te preguntaras por que estas aquí, bueno, hace años conocí a un hombre, venía de un lugar diferente, lo rescate y con su ayuda logre encontrar al dragón, él no sabía lo poderoso que era, fue tan tonto al confiar en mí, quitarle la perla fue fácil, pero cuando ese hombre me traiciono, lo deje pasar, pero después descubrí que la perla no me servía de nada, necesitaba a su portador, pero ese traidor uso mi propia magia en contra, lanzo un hechizo con su sangre para que no pudiera obtener ese poder, si tu estas aquí quiere decir que eres descendiente de él – jungkook pestañeo estaba perdido.

- Quién era ese hombre – pregunto, no podía ser su padre, era, algo inútil y torpe como él, pero había alguien que talvez.

- Jaehoon – su abuelo.

Recordaba una época en la que su abuelo estuvo desaparecido una semana o dos, aun era pequeño, pero escuchaba a sus padres hablar de eso, su abuela iba a su casa para hablar, pero después apareció como si nada diciendo que había sido secuestrado por militares, todos decían que estaba diferente, pero como no era cercano a él, no podía decir lo mismo, además apenas tenía 3 años.

Entonces si Ragdar conocía el nombre de su abuelo, y el siempre le contaba esa historia de un dragón solitario, él había estado ahí antes, lo que significaba que Taehyung lo conocía, pero porque no le dijo, ¿era su abuelo esa persona especial que comento una vez?.

Pero de algo estaba seguro, ese hechicero tenía algo entre manos, se veía muy tranquilo para ser cierto.



Last DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora