Estar en ese lugar tan mágico que no parecía real, lo hacían sentirse como un niño de nuevo.
Tenía polvos brillantes de colores en el cabello y prácticamente en toda su ropa, la sonrisa que tenía no le cabía en su rostro, corría entre los pequeños y traviesos duendecillos que vivían en las partes bajas de los árboles, con ninfas revoloteando en su cabeza, en definitiva parecía un niño.
- Dime una cosa, lo marcaste solo por molestarlo o por una razón en específica, tú siempre decías que eso era algo muy especial para ti, por qué Jungkook entonces – Charlie preguntó sentándose a su lado, había tenido esa incógnita desde que vio la mordida en el cuello del azabache que estaba siendo derribado por los duendecillos.
- La verdad, yo tampoco se porque lo hice, o tal vez si, no estoy seguro, solo se que, algo me dijo que así lo mantendría protegido, no tengo un buen presentimiento de este viaje, cómo si la muerte estuviera acechándolo –
Tenía sus manos cubiertas de sangre, al igual que su torso descubierto, la respiración errática, pestañeo y se dio cuenta de que tenía los ojos llorosos, la voz de Charlie se escuchaba lejana, cómo si gritara, enojado, preocupado, asustado, no sabía diferenciar, entonces lo vió.
Su cuerpo yacía sin vida a sus pies, tenía los ojos abiertos, lo que alguna vez fueron negros y llenos de vida y brillo, estaban opacos y grisáceos, sin vida, viéndolo fijo, una expresión de tristeza y miedo expresa en su rostro, una de sus manos extendida a sus pies, la sangre aún brotaba de las cortadas hechas por grandes y filosas garras, él lo había matado.
- No, no, no, no, no – retrocedió, pero tropezó con las piedras, aún con la mirada de esos ojos, el dolor en su pecho lo abrumaba, lo sofocaba, con fue capaz de hacerlo, en que estaba pensando, por qué.
- N-no, Jungkook, no puede ser, por qué – sollozó si notar las lágrimas que caían mojando su rostro, charlie llegó a él y lo sacudió de los hombros gritándole, pero él no podía dejar de ver al azabache sin vida frente a ellos, su mente en blanco.
- por qué lo hiciste, por qué, está muerto, tu lo mataste!! serás maldito por siempre!!
Todo se volvió lento, sin sentido, lejano y frio, la imagen del azabache y charlie quedándose lejos.
Taehyung.
¡Taehyung!!
Sus ojos se abrieron, la imagen de un Jungkook preocupado siendo lo primero que veía, confundido miro donde se encontraba, sudaba y tenía la respiración agitada, la cual trato de regular un poco, su corazón igual estaba acelerado, había sido un solo, solo un sueño, miro de nuevo al azabache que estaba sentado a su lado mirándolo curioso.
- Estabas teniendo una pesadilla, balbuceaba cosas y sacudías la cabeza, supuse que estaba siendo algo fuerte y decidí despertarte, quieres agua – ofreció cogiendo el pomo para servir un poco en un vaso de barro, él la acepto y se la tomó de un trago.
- Gracias, que hora es, ya amaneció – él negó formando un pico con su boca, tal vez era madrugada, se escuchaban búhos y cigarras, uno que otro pájaro, Jungkook bostezo acostándose en dónde antes estuvo el peli blanco.
- no tengo idea, pero voy a volver a dormir, si no te molesta lo haré aquí, tu lugar está calientito y es más cómodo – murmuró durmiéndose enseguida, Taehyung, que miraba por la puerta la oscuridad de la noche de madrugada, se giro a verlo.
Abultaba los labios al dormir, una de sus mejillas aplastadas contra la almohada, gracias a la luz de las luciérnagas que estaban en la lámpara podía ver los detalles de su rostro, el recuerdo de su pesadilla le llegó nítido, una opresión se instalo en su pecho, eso no era un buen presagio, solo confirmaba sus sospechas, Jungkook corría peligro, y no cualquiera, era mortal.
Lo peor de todo, era que aunque quisiera protegerlo, sabía muy en el fondo quien era el verdadero peligro.
Las pesadillas siguieron las próximas 4 noches, cada vez los sentimientos eran más fuertes, cada vez parecían más realistas, despertaba sudando y temblando con el corazón acelerado, no podía seguir así, era como una tortura auto implicada.
Así que fue a hablar con los líderes de los duendes y ninfas, si lo que sus sueños presagiaba iba a cumplirse algún día muy cercano, tenía que estar preparado, aunque lo negara, se había encariñado de él, por lo que la sola idea de verlo morir a causa de sus propias garras no le daba buen sabor, no iba a permitirlo y ellos eran los únicos que podían ayudarlo, claro, después de ragdar, el cual no lo ayudaría.

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Last Dragon
Fiksi PenggemarUn dragón, una perla perdido y un chico común. Los elementos perfectos para desatar un guerra. Jungkook jamás imagino que un simple libro antiguo lo conduciría a un mundo lleno de cosas que no creía existían, algo salido de los cuentos mágicos. Cómo...