CAPITULO 32 "El Regreso a casa."

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(julio 28, 2005, Mendocino, California, USA)

(Serena Maxwell McNamara.)



Bajamos de la montaña seguidas por Nathan y su hermano Jesse, él nos quiere proteger, vemos como Jesse y Nathan desactivan las trampas que aún quedan, pues podrían herir a excursionistas ignorantes de su existencia.


Llegamos al puesto del Guardabosques y recogemos a nuestros caballos, también a los demás que son propiedad del rancho y que nuestros perseguidores tomaron dejándolos sueltos, cuando los tenemos a todos, tomamos el camino rumbo al rancho, cuando llegamos, observamos a nuestro alrededor, ya no hay cuerpos, del ataque solo quedan los daños en las construcciones y las camionetas en las que llegaron esos hombres, así como los restos de otra camioneta, la cual se ha quemado casi al completo. Vemos acercarse a varios autos, entre ellos el del sheriff.


Como si todo fuera de lo más normal, nos dirigimos a las caballerizas a guardar y atender a nuestras monturas mientras dejamos que unos hombres del rancho se ocupen de los demás. Veo como algunos pocos trabajadores están limpiando y respirando las cercas y otras cosas; las chicas y yo tras terminar de atender a los caballos, tomamos nuestras mochilas y armas y vamos a la casa, a la cual entramos por la cocina.


Al entrar veo los daños, son mínimos, algunos jarrones rotos y perforaciones de bala en las paredes y vidrios por todos lados. Emma y Scarlet van a la alacena y guardan lo que quedo de las provisiones, luego comienzan a recoger la cocina; mientras Brenda y Paula comienzan a recoger la sala, yo voy a la oficina del Abuelo Conor ¡para guardar los rifles y las pocas municiones que quedaron!!!


Escucho a Nathan llamarme y lo miro, aun no sé qué pasara, estoy triste, mi madre se fue y mis abuelos también, Nathan está en la puerta y de pronto escuchó ruidos, reacciono sacando mi pistola y poniéndome a cubierto tras el escritorio del abuelo, pues es de gruesa madera.


Veo a Nathan detener a alguien, mientras me dice:

-Serena, tranquilo cariño, acaba de llegar tú padre, - yo me levanto sin soltar mi pistola. Veo venir a mi padre hacia mí.

-Serena, cariño ¡Estoy aquí!

-Papá ¿eres tú en verdad? – le pregunto pues ya no sé qué es verdad y que es mentira, papá se acerca y me abraza.

-Mi princesa, eres todo para mí, ya todo acabo. - me dice, yo solo veo hacia la puerta pues hay más hombres


Uno de ellos entra y me dice

-Hola Serena, soy Sam Gerard. - me saluda, pero tras él había otros hombres.

-Señor Gerard, lo recuerdo; mi madre...- comienzo a decir, pero un nudo en mi garganta y la tristeza de saber que ya no la veré, no me deja continuar.

-Ella ya no esta pequeña, pero si tienes algún problema, siempre puedes llamarme, ya tienes mi numero personal, pero que peña debemos hablar ahora. - me dice el Marshall amigo de mi madre.

- ¿No puede esperar? ¡Está asustada! – escucho decir a mi papá que trata de protegerme.

-Señor Maxwell, es ahora que todo aún está fresco en sus mentes que pueden declarar sobre lo sucedido, sé que le molesta y sobre todo que está preocupado, pero Selena fue asesinada y uno de esos cabrones que ayer atacaron la propiedad era "El Colombiano", un malnacido que gustaba de prostituir a menores de edad. - dijo el amigo de mi mamá, sin tomar en cuenta que estoy presente, eso me molesta por eso digo

Los Lios de SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora