(julio 28, 2005, Mendocino, California, USA)
(Serena Maxwell McNamara.)
Bajamos de la montaña seguidas por Nathan y su hermano Jesse, él nos quiere proteger, vemos como Jesse y Nathan desactivan las trampas que aún quedan, pues podrían herir a excursionistas ignorantes de su existencia.
Llegamos al puesto del Guardabosques y recogemos a nuestros caballos, también a los demás que son propiedad del rancho y que nuestros perseguidores tomaron dejándolos sueltos, cuando los tenemos a todos, tomamos el camino rumbo al rancho, cuando llegamos, observamos a nuestro alrededor, ya no hay cuerpos, del ataque solo quedan los daños en las construcciones y las camionetas en las que llegaron esos hombres, así como los restos de otra camioneta, la cual se ha quemado casi al completo. Vemos acercarse a varios autos, entre ellos el del sheriff.
Como si todo fuera de lo más normal, nos dirigimos a las caballerizas a guardar y atender a nuestras monturas mientras dejamos que unos hombres del rancho se ocupen de los demás. Veo como algunos pocos trabajadores están limpiando y respirando las cercas y otras cosas; las chicas y yo tras terminar de atender a los caballos, tomamos nuestras mochilas y armas y vamos a la casa, a la cual entramos por la cocina.
Al entrar veo los daños, son mínimos, algunos jarrones rotos y perforaciones de bala en las paredes y vidrios por todos lados. Emma y Scarlet van a la alacena y guardan lo que quedo de las provisiones, luego comienzan a recoger la cocina; mientras Brenda y Paula comienzan a recoger la sala, yo voy a la oficina del Abuelo Conor ¡para guardar los rifles y las pocas municiones que quedaron!!!
Escucho a Nathan llamarme y lo miro, aun no sé qué pasara, estoy triste, mi madre se fue y mis abuelos también, Nathan está en la puerta y de pronto escuchó ruidos, reacciono sacando mi pistola y poniéndome a cubierto tras el escritorio del abuelo, pues es de gruesa madera.
Veo a Nathan detener a alguien, mientras me dice:
-Serena, tranquilo cariño, acaba de llegar tú padre, - yo me levanto sin soltar mi pistola. Veo venir a mi padre hacia mí.
-Serena, cariño ¡Estoy aquí!
-Papá ¿eres tú en verdad? – le pregunto pues ya no sé qué es verdad y que es mentira, papá se acerca y me abraza.
-Mi princesa, eres todo para mí, ya todo acabo. - me dice, yo solo veo hacia la puerta pues hay más hombres
Uno de ellos entra y me dice
-Hola Serena, soy Sam Gerard. - me saluda, pero tras él había otros hombres.
-Señor Gerard, lo recuerdo; mi madre...- comienzo a decir, pero un nudo en mi garganta y la tristeza de saber que ya no la veré, no me deja continuar.
-Ella ya no esta pequeña, pero si tienes algún problema, siempre puedes llamarme, ya tienes mi numero personal, pero que peña debemos hablar ahora. - me dice el Marshall amigo de mi madre.
- ¿No puede esperar? ¡Está asustada! – escucho decir a mi papá que trata de protegerme.
-Señor Maxwell, es ahora que todo aún está fresco en sus mentes que pueden declarar sobre lo sucedido, sé que le molesta y sobre todo que está preocupado, pero Selena fue asesinada y uno de esos cabrones que ayer atacaron la propiedad era "El Colombiano", un malnacido que gustaba de prostituir a menores de edad. - dijo el amigo de mi mamá, sin tomar en cuenta que estoy presente, eso me molesta por eso digo
ESTÁS LEYENDO
Los Lios de Serena
RomanceLa bella hija independiente, de un millonario sobreprotector. Cuyos secretos pocos conocen. Un contrato del Gobierno de alto Secreto, que trae consigo peligros y amenazas. Un Guardaespaldas solitario, muy consiente de su trabajo. Que cree que su pr...