(agosto 29, 2005, Los Ángeles, California, USA)
(Serena Maxwell McNamara)
Hoy papá volvió temprano del trabajo para decirme que tendría que viajar, pues aun había cosas que solucionar debido a lo sucedido. No puedo decirle nada por trabajar con el gobierno pues, gracias en parte a sus investigaciones, ayudaron a probar nuestra inocencia, aun así, él sabe que no lo soporto, motivo por el cual no me habla de esos negocios.
Aun así, yo estoy al tanto de todo, pues tengo acceso a los reportes mensuales de la empresa y los entiendo muy bien; los contratos con el gobierno son bastante grandes y lucrativos y han permitido que Maxcorp crezca mucho.
Esa noche despido a mi padre y lo veo irse rumbo al aeropuerto, estaría fuera varios días, por lo que yo me quedo con Nana, que se ocupa de que yo esté bien, converse un poco con el doctor Jenings que me aconsejo no entristecer, pues mi padre solo estaría fuera unos días.
Al día siguiente me levante temprano para prepararme he ir a la escuela, luego de esta me llevo junto a mis amigas al dojo, en donde el Senseí Kenshín nos recibió y nos puso algunos ejercicios; al salir del dojo, fuimos a la biblioteca para sacar algunos libros e ir a casa a estudiar.
Así paso una semana y el viernes llego. Estábamos estudiando en el que fuera el despacho de mi madre cuando llego una visita, resulto ser la Señorita Harrison, la trabajadora social quien no solo inspecciono toda la casa, sino que al vernos estudiando dijo
-Pasan mucho tiempo juntas, es hora de que se separen algo; son las cinco, es hora de que regresen a sus casas. - Yo solo la pude ver y mis amigas le sonrieron diciendo.
-Estamos haciendo tareas, nuestros padres vendrán a las siete por nosotras. - dijo Paula
-Se bien que están acostumbradas a hacer lo que quieran, pero eso se acabó, voy a poner algo de disciplina, para empezar hare que un psicólogo de Servicios Sociales las vea dos veces por semana, ya que hay que dar un reporte de su salud mental, también iré a hacer inspecciones en sus casas niñas, su libertinaje se acabó. - dijo la mujer
-Señorita Harrison, usted puede hacer su inspección, pero no darnos ordenes, nuestros padres saben de todas nuestras actividades, así que por favor evíteme tener que llamar a mi abogado para reportar su pésima actitud; ya todas tenemos un psicólogo y este le remitirá al juez un reporte mensual, mismo que le será enviado a su oficina en Servicios Sociales, ahora puede retirarse que el lunes tenemos examen y estamos estudiando para ello.- le digo señalándole la puerta, James está vigilando y al escucharme se asoma al despacho.
-Tu niña insolente, debería darte un par de bofeteadas por tu grosería. - dijo la señorita Harrison.
-Usted no le pondrá una mano encima a la niña o la reportare por abuso infantil. - dijo James detrás de ella.
-Usted no me amenace, soy la supervisora de Servicios Sociales, por lo que voy a estar a cargo de estas niñas, en especial de esta huérfana que no tiene una guía adecuada. - dijo la mujer.
Yo solo trate de comprender sus palabras y superar el dolor que me causo escucharla llamarme huérfana.
-No soy huérfana, aún tengo a mi padre, no estoy sola; no se equivoque Señorita Harrison, usted no es necesaria aquí, pues tengo a mi padre, a Nana, a James y al Capitán Stilgart para cuidarme.
ESTÁS LEYENDO
Los Lios de Serena
RomansaLa bella hija independiente, de un millonario sobreprotector. Cuyos secretos pocos conocen. Un contrato del Gobierno de alto Secreto, que trae consigo peligros y amenazas. Un Guardaespaldas solitario, muy consiente de su trabajo. Que cree que su pr...