𝕻𝖔𝖘𝖙 𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖒 𝖎𝖓𝖙𝖗𝖆𝖇𝖎𝖘 𝖎𝖓 𝖗𝖊𝖌𝖓𝖚𝖒 𝖒𝖊𝖚𝖒 || The Sandman

CAPÍTULO XXV: "Eres mía"

- Advertencia tiene contenido +18. Si no te agrada pasa de largo. -

Narrador omnisciente.

Tiempo había transcurrido desde que la búsqueda acabó, desde que Morfeo había dejado en claro sus sentimientos por Muerte, y desde que él empezó a conquistarla a ella, como debía de ser desde un principio.

- Toc Toc -

-- ¿Quién es? -- Pregunto Muerte.

-- ¿Quién quieres que sea? -- Se escuchó aquella voz profunda, tan conocida para ella.

-- ¡Sueño! -- La puerta de su habitación se abrió dejando ver a Sueño con una dulce sonrisa, aunque se esfumó cuando vio a ___.

Su cuerpo estaba cubierto por una bata de negra, lo único que la mantenía cerrada era aquel listón del mismo color, sin embargo, esta se transparentaba ligeramente, aun estando floja, de una manera cómoda, la prenda dejaba ver la figura de la mujer desde sus pechos hasta sus caderas.

Sueño desvío su mirada ligeramente, un sonrojo se hizo presente en sus mejillas, y sus nervios recorrieron su cuerpo. Muerte se apresuró para abrazarlo.

-- Te extrañé, me dijeron que habías venido hace una semana, pero que te fuiste sin hablar conmigo primero. -- Dijo contra su pecho. -- Estoy molesta contigo. -- Puso una mueca triste y sus labios formaron un pequeño puchero.

-- Amm. -- Aclaro su garganta. -- Me dijeron que estabas ocupada. -- Poso sus manos nerviosas en la cintura de la chica.

-- Jamás estoy tan ocupada para atenderte, eres más importante que cualquier cosa. -- Se separó, examinaba la cara de Sueño que parecía evitar mirarla. -- Oye, ¿Estás bien?

Con sus manos enderezó la cara de Morfeo, pues este parecía observar todo menos a ella. Cuando sus ojos por fin se conectaron, ___ vio aquel sonrojo, Morfeo apretó ligeramente las caderas de la chica sacando un jadeo de su parte.

-- ¿Te he dicho lo loco que me vuelves? -- Se acercó.

-- Espero que de una buena forma. -- Los nervios se comenzaban a hacerse presentes, mientras Morfeo avanzaba ella retrocedía.

-- Mientras más lo pienso, más molesto me siento. -- Dijo dando otro paso.

-- ¿Pensar en qué? -- Pregunto confundida.

-- Eres una mujer bella, con un cuerpo perfecto y me enfurece pensar que uno de los idiotas con los que has estado haya podido tenerte de todas las maneras posibles, pero fue mi culpa el no haber hecho nada antes. -- Sus ojos se veían tan profundos, pero no demostraban molestia, expresaban lujuria.

-- Pero ninguno podría tenerme en la manera en la que lo haces tú, tan sumisa. -- Dijo ella por fin con seguridad, si esto iba por el camino que ella pensaba la verdad no le molestaba, de hecho le agradaba la idea.

De tanto retroceder había chocado con la cama, provocando que esta callera sentada sobre aquel suave colchón. Quedó a la altura del abdomen de Sueño, viendo la notable erección que no podía ocultarse con sus vestiduras.

-- Quiero que seas mía, hacer que supliques por más. -- Se acercó a sus labios lentamente, por alguna razón eso excitaba a la de ojos estrellados..

-- Creí que querías tu tiempo, que no querías apresurar las cosas. -- Dijo Muerte, no por qué no le gustara la idea sino, porque quería que sueño estuviera bien seguro antes de empezar con el incendio.

___ no pudo decir más cuando sintió unos labios, atacar como fieras. Prefirió dejarse llevar, como estaban en una diferencia de alturas algo grande, se paró para que Morfeo no se inclinara demasiado.