CAPÍTULO XV: "Llegada al infierno"

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Narra ___

-- Tiene muchos nombres, averno, tártaro, Hades, la región a la que le llaman infierno. -- Veía las tierras que en su momento Luzbel me ofreció a cambio de ser su reina.

-- ¿Entonces el infierno si existe? -- Preguntó Matthew, su curiosidad y desconocimiento respecto al tema eran muy válidas.

-- Existe, para algunos. -- Respondió sueño.

-- O sea que ¿existe solo si crees en él?

-- ¿Creías en el infierno cuando eras un hombre? -- Sueño lo miro detenidamente.

-- Si, pero no esperaba que el infierno fuera tan, frío. -- Se sacudió un poco, Luzbel prefirió el frío para que cuando los condenados llegasen sintieran esa penumbra y desespero.

Los tres miramos hacia el frente, de verdad había olvidado como era este lugar, me daban escalofríos de solo pensar en los tiempos donde Lucifer se reveló.

-- Bien. ¿Y a dónde vamos? -- Sueño, se quedó pensando, él jamás había venido sin invitación.

-- Sugiero que sigamos el camino de los malditos. -- Matthew veía a las almas caminando con cestos en su espalda que tenían fuego.

-- ¿Hacen que traigas tu propio fuego?

-- Digamos que tiene un significado, el fuego representa cada pecado cometido, tienen que cargar con ellos hasta su llegada, después ese fuego se utiliza para alumbrar su celda, donde siempre estarán encerrados.

--  Ay, no quiero ni imaginarme ahí.

-- No lo hagas.

Después de una larga caminata habíamos llegado al primer punto, los últimos condenados estaban pasando.

-- ¿No iremos escondidos detrás de ellos? -- Preguntó confundido.

-- Un rey no puede entrar al reino de otro monarca sin invitación. -- Hablo Sueño. -- Hay reglas, protocolos que debemos obedecer.

Sabía que él sentía mi presencia.

-- Matthew ve con Sueño.

-- Oh, si claro mi señora. -- Se bajó de mi hombro y se puso al lado de Morfeo.

Morfeo tomó el bastón que un cadáver le extendió y toco el platillo que ahí se encontraba. Unos pasos retumbantes se dejaron escuchar, de seguro era el guardián de las puertas.

-- Hay uno en la entrada, en las puertas de la condenación, ¿Es ramera, ladrón o matón? Hay uno en la entrada, tiene su estancia asegurada, hasta el final de la creación.

-- Al menos rima. -- Pensé.

Nos pusimos delante de la puerta.

-- Saludos, Orondoinflado, solicito audiencia con tu monarca.

-- Y ¿quién eres tú?.

-- Soy el rey de los sueños, regidor de los señoríos de pesadillas.

-- Mmm si bufón, donde está tu corona.

-- No seas insolente demonio. -- Hable por primera vez.

-- ¿Y tú quien eres? -- Su falta de respeto me estaba artado. -- Será ramera, ladrón o matón.

-- Soy Muerte. Portal de almas, Juez y verdugo sobre la vida, Monarca de todo lo mortal y lo espiritual...

-- La Muerte no se ve así. -- Me miro burlesco. -- ¿Es ramera, ladrón o matón? Tiene su estancia asegurada, hasta el final de la creación.

𝕻𝖔𝖘𝖙 𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖒 𝖎𝖓𝖙𝖗𝖆𝖇𝖎𝖘 𝖎𝖓 𝖗𝖊𝖌𝖓𝖚𝖒 𝖒𝖊𝖚𝖒 || The SandmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora