CAPITULO II "Muerte para los Injustos"

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Narra ___

Me había pasado toda la tarde construyendo un lugar provisional para los sueños, pocos ya comenzaban a venir, sin embargo, muchos más se habían quedado, pues el reino aún no comenzaba a caer, se mantenían en pie gracias a Lucien.

-- Mi señora, los sueños se preguntan donde está Lord Morfeo. -- Llego junto a mi Darius.

-- Ah. -- Solté un suspiro con cansancio. -- Llévame con ellos.

Los pocos sueños y pesadillas estaban en la sala de conferencias de mi reino.

-- ¿Cuándo volverá Lord Morfeo? -- Exigía una respuesta, una pesadilla.

-- Lord Morfeo se encuentra en el mundo de la vigilia, y por el momento no puede estar presente.

-- Pero ya ha pasado mucho. -- Dijo preocupado un sueño.

-- Sé que están asustados, pero le aseguro que las cosas estarán bien. No soy su rey, sin embargo, pueden salir de mi reino, si así lo desean, pero si se atreven a causar problemas se les proporcionara un castigo. -- Advertí recordando a Corintio, quien había estado haciendo de las suyas en la vigilia, pero cada vez que iba tras él ya no estaba. -- Dicho todo esto prosigan con sus labores.

Salí de ahí seguida por Darius quien tenía peores noticias para mí.

-- Mi señora, me temo que la ausencia de Lord Morfeo está causando mucha confusión entre las almas, los humanos creen que es una afección de su mundo, le llamaron encefalitis letárgica, está provocando escándalo en el reino. Y no entiendo por qué.

-- ¿Sabes qué pasa si un humano no duerme adecuadamente? Su cerebro comienza a hincharse, va a delirar, comenzarán a fallar órganos y después viene a mi reino, y eso puede ser peligroso, hay humanos que tienen destinos brillantes por delante ayudando a la humanidad, pero si mueren  esos grandes proyectos en el beneficio de los seres humanos jamás llegarían, se quedarían estancados. Toda aquella alma a la que no le haya llegado su invitación a mi reino regrésenla.

-- Si mi señora, solo tenga cuidado, con esto, los humanos son débiles de mente, no querría que pasara lo de.

-- No soy ella Darius, fui creada con sumo cuidado para este trabajo, y lo haré, este es solo un contratiempo, él regresará.

Me dirigí a mi estanque, necesitaba verlo. El hombre que lo había capturado también estaba ahí, parecía reclamarle algo.

-- También te robo a ti, se largó con tu yelmo, tu arena, y tu rubí. -- Dijo el hombre.

¿Para eso lo robaron? ¿Para perderlo?

-- Puedo sacarte para que la persigas. -- Sueño presto atención desde ahí. -- Si me das lo que te he estado pidiendo, riqueza, juventud, inmortalidad.

Así que por eso me quería a mí, quería que le otorgara mi bendición.

-- Ah eres un Dios, a ti no te interesan esas cosas, ¿no quieres tus armas?, ¡Y tu libertad! ¡Háblame! ¡Dime algo!

Comenzó a golpear la esfera de cristal, quien parecía ser su hijo, llegó con la intención de calmarlo, sin embargo, seguía con su hostilidad, sabía a dónde llagaría esto.

Metí mi mano en el agua cristalina.

-- Morfeo. -- Susurraba. -- Sueño. -- Quería que me escuchara, que supiera que estaba ahí, pero no parecía importarle, como nada de lo que hacía. La discusión seguía.

𝕻𝖔𝖘𝖙 𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖒 𝖎𝖓𝖙𝖗𝖆𝖇𝖎𝖘 𝖎𝖓 𝖗𝖊𝖌𝖓𝖚𝖒 𝖒𝖊𝖚𝖒 || The SandmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora