CAPITULO VII "El regalo de Muerte"

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Narra ___

Ver como mi brazalete se volvía nada, me dolió un poco, pero era necesario, si dejaba que Gregory se sacrificara, no solo estaría lastimado a los hermanos, sino también a mi dulce cuervo.

-- Vamos Luciérnaga, tenemos mucho trabajo.

-- Si. -- Sonreí.

Su caminar fue rápido, así que me dejo atrás con Lucien.

-- ¿Será que ya me perdono?

-- Yo creo que lo hizo desde hace mucho tiempo mi señora, solo que apenas sé a dado cuanta.

Me alegraba saber que Sueño, ya había dejado los errores del pasado atrás.

Habíamos vuelto a la ensoñación, Morfeo quería navegar en el mar de sueños, pero era un poco peligroso.

-- ¿Usted cree en que ya esté listo para esto majestad? Tiene mucho tiempo que no a navegando estas aguas.

-- Crees que ya he olvídalo como hacerlo.

-- No. -- Lucien se quedó sin palabras.

-- No puedo pedirle a las moiras que me ayuden sin darles algo a cambio, en la ensoñación no queda nada más, tengo que buscar mis ofrendas en los sueños de la gente.

-- Si lo entiendo, es solo que, en su ausencia, estas aguas se volvieron turbias, traicioneras.

-- Estas aguas son parte de mí como yo soy parte de ellas, he viajado con Muerte por todas ellas y la pérdida de su obsequio no será en vano.

Rocío la arena por el agua, por donde caía el agua se iluminaba, un reflejo se vio, era el reflejo de Sueño, este comenzó a acercarse para que de repente tomara la mano de Sueño y lo jalara al agua.

-- ¡Sueño! -- Estaba a punto de lanzarme con él, pero Lucien me detuvo.

-- Él estará bien. -- Ella tenía razón, tenía que confiar en él.

-- Sí, yo, yo lo sé.

Nos quedamos en silencio, pero no fue por mucho, pues Lucien rompió en silencio.

-- ¿Cuándo fue que entraron los dos?

-- Ah, la verdad es que ya no lo recordaba. -- Mentira, lo recordaba a la perfección.

-- Y, ¿Qué fue lo que paso?

-- Sí que eres curiosa Lucien.

-- El señor es muy reservado, pero se nota cuando está feliz.

-- Bien, a ver, fue hace mucho tiempo ya, hice una cosa un tanto ridícula, por lo que espero que él no lo recuerde.

-- Cuénteme.

-- No recuerdo muy bien el año, Sueño quería mostrarme lo fascinante de estas aguas. El sueño era muy bello, estaba ambientado en un circo de los de viejos tiempos. El soñador quería ser un director de grandes shows, así que Sueño me utilizo como el show principal. -- Dije recordando cada detalle. -- Utilizaba un hermoso vestido rojo, no negro como siempre lo hacía, me había dado completa libertad de hacer lo que yo quisiera, y decidí confesar mis sentimientos.

Él estaba entre el poco público que aquel sueño tenía.

Reproduzcan el video, es parte de... les digo por qué las expresiones son un tanto importantes para entender el contexto de todo, si ya han visto la película les será más fácil, y si no, se las recomiendo, sin más comienza.

-- En todo momento pensé en él, no es un misterio para nadie que estoy enamorada de él, ¿por qué para el sí? Sin importar cuan bonita intentará verme o las indirectas que le mandaba él no expreso emoción alguna, pero no importa. Ese día fue especial porque fue mi primer baile con Morfeo.

-- Señora, Mi Lord, a veces suele ser muy terco o muy despistado, pero solo es cuestión de leer entre líneas para saber que es lo que piensa de verdad.

-- Tal vez tengas razón Lucien, si no estuvieras con Morfeo te traería de mi consejera.

-- Me alaga, por cierto, señora, ¿no le afecta a su reino que este tanto tiempo fuera?

-- Mi reino es casi como el reino humano, es próspero sin mi presencia, sin embargo, tengo que chequearlo de vez en cuando, solo para ver que todo vaya como se debe.

-- Oh, okay. -- Dijo entendiendo el asunto.

-- Creo que ya salió, será mejor que vayamos con él.

Caminamos para encontrarnos con él, las moiras ya no estaban y los obsequios tampoco.

-- Y ¿Te aclararon tus dudas?

-- Ya sé quien tiene mi arena, y donde está mi yelmo, sin embargo, mi rubí está perdido, no sé donde se encuentra.

-- Entonces será mejor que nos vayamos, entre más rápido, mejor.

Antes de poder darme la vuelta saco de su bolsillo lo que parecía era un relicario.

-- ¿No se los dio a las moiras?

-- Es que esto no era para las moiras.

Me lo extendió, yo algo sorprendida, lo tomé con delicadeza, como si de vidrio se tratase.

Morfeo y Lucien comenzaron a caminar, yo aún apreciaba mi regalo, lo abrí quedándome congelada, tenía el aspecto de ser un relicario, sin embargo, parecía una caja de música.

De ella salió una figurilla de madera que giraba con una tonada relajante, la figura era pequeña, pero reconocía la escena, era de nuestro primer baile, en la tapa tenía gravado las letras L y C.

-- Luciérnaga y Cuervo.

Este era mucho más especial que el primero, porque este se basaba en el tiempo en el que me di cuenta de que lo amaba. Lo colgué en mi cuello, quedaba más bajo que mi collar por lo que era perfecto.

Si Lucien tiene razón, necesito leer detenidamente cada de sus expresiones, tal vez me lleve una sorpresa.

𝕻𝖔𝖘𝖙 𝖒𝖔𝖗𝖙𝖊𝖒 𝖎𝖓𝖙𝖗𝖆𝖇𝖎𝖘 𝖎𝖓 𝖗𝖊𝖌𝖓𝖚𝖒 𝖒𝖊𝖚𝖒 || The SandmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora