Capítulo 3.

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Narrador omnisciente

Pasó un mes desde su llegada a Portland y podía decir que la gente del lugar sabia como dar una fiesta cuando se lo proponían. Apesar de esto aún conservaba su gusto por coquetearle a cierto fanático religioso que se la pasaba ignorándolo en los almuerzos, sentía bastante curiosidad por su vida ya que según lo que había escuchado, él se encargaba de sus hermanos menores desde hacia un año. Sabía que el menor no tenía idea de lo que ellos hacían en ciertas fiestas en donde se los topaba ocasionalmente, de ser así no presumiria de éstos como si fueran unos santos al igual que él.

Geno leía un libro sentado sobre el pasto atrás de la capilla, donde solo crecían plantas y árboles que daban sombra en donde estaba.

Todo era tan pacífico hasta que escuchó como alguien pisaba sobre las hojas secas en el suelo, miró hacía arriba y se encontró con Reaper, quien tenia una mano en su bolsillo y con la otra sostenía un libro.

- Hola santito - hablo primero parandose justo delante de sus pies.

- ¿Que haces aquí? - se suponía que todos comían en el comedor ya que era hora del descanso por eso se alejo para leer sin ruido.

- Me salté el almuerzo y vine a buscar donde relajarme y tu?.

- ... lo mismo pero ya que interrumpiste me voy- se levantó dispuesto a volver con sus amigos pero una mano lo detuvo haciendo que volteé a su captor - ¿Que crees que haces?

- Quiero probar algo - se acerco al menor quien retrocedió hasta que su espalda chocó contra un arbol, no sabia que pensaba aquel hombre que lo acorralaba y eso lo ponia nervioso.

- Reaper... que.. - se callo al ver como estaba tan cerca que sentía su respiración chocar con su rostro, su corazón se aceleró demasiado al no saber como reaccionar a su acercamiento.

No dijo nada por un momento esperando que no cerrara el poco espacio que tenían el uno con el otro. El viento movía las hojas siendo el único sonido en ese instante.

- No es justo... no me has dicho tu nombre- el mayor claro que lo sabía, pero quería escucharlo de su boca - y bien? ¿O prefieres que te bese?

Geno se sonrojó por lo último y lo miró directo a los ojos molesto por la broma que le estaba haciendo pero si quería que se detuviera y terminara con esta tendria que reponder.

- ... Geno.... Geno Crayón - sonrió al escucharlo obediente, si que era alguien especial.

- Un gusto.. dulzura~ - al ver el sonrojó en sus mejillas blancas se separo finalmente y caminó hacia el campus alejandose de la vista de quien ahora se encontraba agachado debajo del árbol que no le habia permitido retroceder más hace un momento, ocultó su cara roja entre sus piernas y sus manos ocultaban su vergüenza.

- ..Dios... ¿por que me cuesta respirar? Por favor perdóname - no quería ni imaginar lo que ese maldito pecador le había provocado en su corazón, se negaba a siquiera moverse para intentar calmarse y sacar ese horrible tono en sus mejillas.

Se sentía asqueado por reaccionar de esa manera, su cuerpo se paralizó negandole el apartarlo de su lado y lo peor de todo era que alguien de su mismo sexo lo puso en esa situación en la que estaba ahora. Quería llegar a su casa para pedir perdón mil veces al señor y olvidar el suceso.

Ese día Geno no paro de pensar en las intenciones que tenía Reaper con él, estaba jugando con su persona, tratando de hacerlo pecar con sus acciones. No podia permitir que algo como eso afectase su conciencia, debia mantenerse tranquilo y sin rencor, por más difícil que sea la situación.

Condename al Infierno. Afterdeath~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora