Condename al Infierno. Afterdeath~♡

Capítulo 26

Narrador

El sonido de la ventana de cristal siendo tocada, despertó al único que aún permanecía durmiendo en el interior del auto. Desorientado buscó de donde provenía el molestoso ruido y dio con su costado, donde estaba su pareja, vacía. Al voltearse lo vio de pie fuera de la puerta en la ventanilla.

Se alejo al verlo ya despierto y el menor soltó un suspiro dandose cuenta que recién comenzaba a amanecer.

Se acomodó un poco el pelo y envuelto en la suave frazada salió del viejo auto. Hacía frío así que al momento de salir su cuerpo se erizó por el frío aire del exterior.

El mayor lo esperaba en una bajada que daba a la playa, mas precisamente a los grandes troncos de madera que sostenían casas y restaurantes turísticos de un pequeño muelle. El agua no llegaba ni a los talones así que dejaba a la vista toda la extensión de madera con vida marina pegada en ella. No entendió las intenciones del mayor pero no quería protestar ya que todo lo enseñado hasta ahora le habia encantado.

Cuando estuvo junto a él, preguntó.

- ¿Pasa algo? - el pelinegro le sonrió y beso su frente.

- Esto es por lo que estamos aquí.

Tomó la mano delicada del menor para empezar a caminar cuesta abajo. Mientras se acercaban, más empezaba a entender lo que quería mostrarle. Debajo del muelle, justo entre los troncos, la vista era indescriptible.

De repente en los ojos de Geno se reflejaban los colores azucarados del amanecer, no podía explicar lo que veía, el agua parecía tocar el sol que salía desde ella, con las nubes de algodón de azúcar rosa y naranja los rallos traspasaban las mismas, formando lineas rectas y anchas que se desvanecían. El agua salada se dejaba usar como lienzo, del color cristalina que tenía ayer no quedaba nada. Ahora era rosada y azul oscuro.

Sus manos seguían unidas cuando se detuvieron en un punto, casi al final de la estructura.

Vio a Reaper y pudo ver como él también se mostraba maravillado por la hermosa costa. Su interior se lleno de un cálido sentimiento cuando él también volteó a verlo.

- ¿Te gusta?...

- .... Me encanta.

No hablaba solo de la vista, hablaba del ser que tenía su mano fundida con la suya, de aquel chico que lo había llevado hasta donde estaban, y no hablaba del lugar.

Sabía que Reaper no era cualquier persona, no era nada de lo que todos decían. Reaper.... parecía ser el amor de su vida.

El mayor lo abrazó por los hombros sin dejar de verlo y es qué él al igual que el menor estaba temblando del miedo. Tenía miedo por lo que sentía, Geno no era solo un chico con el que salía. Se estaba metiendo tan profundo en su ser que ahora no sabía si podria vivir sin él... y eso lo aterraba.

Y entonces recordó lo que su padre le había dicho.

- Si vas a este lugar Reaper.... asegurate de llevar a la persona correcta.

- ....¿Como se si lo es?

-.... Cuando sepas que su sonrisa... es la más única que puede alguna vez existir.... eso es amor hijo.

Sus labios se atrajeron como imanes, un beso tan tierno, sin dar movimiento ni nada más.

Fue cortó, pero lleno de amor.

- ... Geno - llamó el mayor viendo los hermosos ojos bicolor del chico que lo volvía loco.

- ¿Si? - respondió, atento a las acciones ajenas.