Capítulo 28

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Geno

Portland comenzaba a congelar sus aguas. Los arboles de apoco perdian sus hojas y dejaban las ramas desnudas, los pocos animales que se veían, buscaban refugio del invierno que iniciaba al terminar el año. Las grandes colchas eran sacadas de los armarios para ser puestas en las camas de las habitaciones en la casa. Error odiaba el invierno, bueno, el siempre odiaba todo en general.

Reaper pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, su padre había salido de viaje por todo un mes, no le gustaba estar solo en la gran casa y yo me sentía más cómodo cuando lo tenía cerca. Las calles se llenaban de nieve y en los peores días no asistíamos al colegio. En vez de eso, nos quedabamos en casa, en mi cuarto, con la estufa a un costado de la cama. No me gusta salir en invierno así que Reaper me acompaña en mis aburridas tardes de lecturas.

No podía no amarlo. Se sienta conmigo en la ventana a leer. Nos cubrimos con una sola colcha, dandonos calor miestras leemos el mismo libro. Él me molesta imitando las voces de los personajes en cada diálogo, y yo leo en vos alta. Siempre me mira atento. Me distrae con esa tonta sonrisa que tiene.

Nos quedamos así por horas. Solo nosotros dos en ese cuarto silencioso, donde la ventisca de nieve suena detras de la ventana cerrada. Reímos aveces por su pobre imitación e interpretación de los más aburridos libros, pero que él, vuelve interesantes. Jamás pense reír tanto con un libro o con una persona.

Tomamos café caliente al anochecer y nos acostamos juntos. Debajo de las frazadas me llena de besos y abrazos por doquier, de halagos, iniciamos peleas de cosquillas y ocasionalmente termino molesto golpeándolo para que se detenga, pero siempre lo perdono. Porque no puedo enojarme con él.

Nunca me levanto con frío. Siempre lo tengo encima mío como si fuera un gran perro caluroso. Nos gusta ver películas que ya vimos, pero que son tan buenas para verlas otra vez. Vemos series de terror, de acción o de misterio. Él se pone intenso por resolver el misterio y arma mil teorías de quien podria ser el culpable, me las cuenta todas y cada una de ellas, casi siempre acierta. Me arruina las series.

De verdad aveces parecieramos ser dos tontos que se conocen de toda la vida, de otra forma no me explicaría como es que descubre de que manera ponerme de buen humor. Ya no puedo imaginarme una vida sin Reaper. Lo amo tanto.

Amo que se de cuenta cada que estoy deprimido.

Cuando me trae un café en las frías mañanas de colegio, con un mensaje cursi en la tapa. Me lleva en su auto, el cuál me gusta más después de que me contara el significado y la antigua dueña de esté.

Y amo cuando solo somos los dos. Cuando estamos abrazados en la madrugada y me llama Bae. Ese tonto apodo que me puso. Nunca me dice su significado, según, él mismo le puso su propio significado especial. Pero no puedo decir que no me guste. Cuando me llama así siento las mariposas que toda mi vida estuvieron tan quietas. Pero cuando llego Reaper, de un dia al otro no paraban de revolotear.

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- ¿Quieres comer algo? Puedo pedir comida a domicilio - Su voz ronca, porque recien despertamos, resuena en mi nuca y su mano en mi cintura se aferra más.

- Esta bien - me volteo para estar frente a frente - quiero fideos chinos - le menciono y me acurruco en su pecho, esta mañana hace más frío que lo normal.

Siento como besa mi cabeza y me abraza más fuerte.

- ¿Crees que hoy debería bañarme? - me suelto de su agarre apenas termina de preguntar y me doy la vuelta otra vez, lejos de su tacto.

- Eres un sucio Renrink - sonrio al escuchar su risa a mis espaldas, me atrae en un nuevo abrazo.

- Pero hace frío~ y me da flojera - intento zafarme de su agarre pero no cede.

Y de nuevo comienzan las luchas. Es un idiota.

Pero es el único idiota en este mundo al que le permito ser parte de mis mejores días y de los peores.

Es el único ser humano que es capaz de decirme esas palabras y que al mirarlo sepa que no las dice estando inseguro. Verlo a los ojos, aún cuando me vergüence hasta la médula, y saber que lo dice enserio. "Te amo". Me lo demuestra de muchas formas.

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Narrador

La señora estaba preocupada. No sabía mucho de la vida de los jóvenes, pero Error le contaba gran parte del problema que Geno comenzaba a tener.

Tenía miedo de que pasara lo mismo que con su amiga, la madre de los chicos era una gran mujer pero la cegaba su fanatismo. Sabía lo difícil que se pondrian las cosas si no hacía algo. Hacía tiempo que Fresh se pasaba por su casa. Los asistentes sociales podrían involucrarse si todo esto seguía empeorando.

Debía hablar seriamente con el mayor... tal vez decirle la verdad ayudaría en algo?

Ese secreto. Ese horrible secreto que le habian ocultado a los menores para no arruinar la imagen que tenian de su madre. Le carcomia por dentro el ver a Geno cayendo por el mismo abismo. Era cierto que ahora lo veía más feliz de lo que antes era, pero no quitaba el hecho de ... bueno, eso.

Como tutora de los más pequeños, tenía que entrometerse, pero sería con ayuda. No era solo ella la que había ocultado aquél secreto. Geno era mayor, lo entendería.

Esperaba que su amiga sea donde estuviera, velara por el bien de sus hijos, pedía que la guiara. No dejaría que los niños se destruyeran.

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Hermoso día aquí en la Argentina hermanoss uwu. Me levante con 16° y hace un rato me hice unas tortillas fritas con café ♡

Disfrutemos esta temperatura leyendo, solos, sin nadie para hacer la cucharita :'3

Condename al Infierno. Afterdeath~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora