Este no es un mundo donde Yoongi añora ocupar los zapatos de Kim Taehyung. Al contrario, es la misma dimensión donde su primer amor se casó con uno de sus mejores amigos, en el mismo donde tiene una nueva oportunidad para enamorarse.
¿Yoongi le abr...
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N.H
"No iré"
No importó cuantas veces hubiera manifestado mi voluntad, mis padres jamás me escuchaban.
¿Siquiera recordaron que hoy era mi cumpleaños antes de enviarme a una estúpida cita a ciegas? Lo dudo, incluso hasta yo lo olvidaría si no fuera porque Google me lo había notificado esta mañana.
Con el tiempo había olvidado esa sensación de querer hacer lo que dictará mí corazón, pues jamás funcionó cuando intenté ser una rebelde en mi adolescencia. Pero, incluso esta noche en la que debería estar con algunos amigos no tenía permitido hacerlo, ni los tenía para ser sincera. Estaba sola en este mundo, siendo lo que mis padres querían de mí, agotada de ser el maldito títere que podían controlar a su antojo. Sin embargo, ¿Sabía acaso yo lo que quería? No, jamás tuve la potestad de decidir sobre algo por mi propia cuenta, pero si de algo estaba segura ahora mismo es que quería huir de este lugar. Ganas que incrementaron al ver al patán de Do Joong Ki. ¡¿Esa era mi cita?! Joder no, habíamos crecido juntos y sabía perfectamente que era el peor partido que mis padres pudieron escoger para mí.
La bilis subió por mi garganta cuando, simplemente entrado al lugar, Joong Ki ya había devorado con la mirada a una de las camareras. Era un hecho, una iluminación divina del libre albedrío que me había sido arrebatado, yo no quería casarme con un tipo tan desagradable cono aquel, muchísimo menos tener que darle un heredero para que la armonía familiar prevaleciera.
¡A la mierda mi familia rica! Estaba harta de complacer a dos seres que ni siquiera recordaban cuando llegué a este puñero mundo.
-Vamos NaHee, es ahora o nunca-Digo para mis adentros mientras muerdo mis labios ansiosa, rogando porque se tardará en ubicarme.
Sin embargo, en medio de mis suplicas, su mirada se desvía a mi dirección. Admito que no soy muy lista en estas situaciones, pero lo primero que hice fue lanzarme bajo la mesa para ocultarme.
Mi pecho sube y baja desenfrenado, se que podría estarme humillando públicamente y con ello a mis padres, pero debía asegurarme de no hacer de esta vida más infeliz estando junto a alguien como Do Joong Ki. Por eso decidí que lo mejor era arrastrarme por el suelo directo a la salida del fondo.
-Pensé que lo había visto todo en esta vida-Alzo mi rostro para localizar al susodicho que acababa de dirigirse a mí. No obstante, quedó petrificada al reconocer esa ronca voz.
Carajo, había sentido corrientosos por todo el cuerpo. Nada cambiaba incluso con el pasar de los años, nada.
-¿Señorita Lim NaHee?-Casi me derrito en el instante que pronuncia mi nombre.
