Madre no hay una sola (BNHA)

Dos pájaros de un tiro

Sir Nighteye. De todos los seres despreciables con los cuales me tenía que topar tenía que ser Sir Nighteye. Un héroe popular, pero joven y con la reputación de ser extremadamente serio. 

—¿Nombre?

—T/N T/A (oe, sin comentarios burlándose de esto porfa, escribirlo siempre me es incómodo jajajaja) 

—¿Edad?

—22 —respondí, fastidiada, mientras el cuatro ojos escribía el reporte —. ¿No tienes cosas importantes qué hacer, "Héroe"? 

—¿Prefieres que te deje con un policía que no sabe ni en qué año estamos? Pff, cuanto antes respondas, será mejor para ambos. ¿Número de teléfono? ¿Dirección? ¿Número de seguro social?...—Siguió haciendo muchísimas más preguntas. 

—¡Vamos!, ¡¿esto cuánto tiempo nos va a llevar?!

—¿Prefieres escribirlo tú?  

—Sí, dame ese papel —Estiré mi mano. 

—Si lo rellenas mal te dejaré un día más en el calabozo. 

—Sí, sí, lo que digas. Tampoco es como que quiera perder más tiempo…

—Tu quirk es interesante. ¿Podrías decirme cómo funciona? 

—Nada difícil, no tiene ciencia, solo es un escudo indestructible que me protege de golpes, cortes, quemaduras…cualquier daño. Podría arrojarme de un puente y no moriría por la caída…por más que lo quieras, con este quirk no puedes morir. 

—Suena como que lo hubieras intentado.

—...

—Bien, aquí dice que tienes una lista interminable de crímenes pequeños, y estuviste en la cárcel para menores desde los 15 años ¿me equivoco?

—Hice muchas estupideces de adolescente.

—Sin embargo, siempre lo hacías por algo realmente importante…como defender a alguien —él se acomodó en el asiento, mirándome expectante. 

—Oh, se dieron el tiempo de incluir detalles. ¿Cuánto tiempo estaré dentro ahora? Tengo que dejar a alguien a cargo de mis hijos. 

—¿Tienes hijos? ¿Más de uno? —Él pareció sorprendido—. El padre puede hacerse cargo. ¿No? 

—Esos niños no tienen padre, señor. Y acabo de adoptar legalmente al último. ¿Sabe lo que le pasará si Servicios Sociales se entera de que estaré en la cárcel? —afirmé entristecida. 

—Así que tienes una fundación recién creada, para ayudar a niños con quirks destructivos y además adoptaste un niño huérfano de las peores calles de Japón…—dijo, leyendo un papel recién impreso. 

—Sí, bueno. La fundación está en proceso de creación y pulido. Pero por algo se empieza. Aunque creo que desde la cárcel haré mejor en dedicarme al rubro del contrabando…

Él sonrió con el último comentario. 

—Creo que las acciones hablan por sí mismas. Dame esa cosa —me dijo, mientras arrancaba la página que había escrito del reporte y la tiraba a la basura— No puedo reportarte como criminal después de oír eso.

—Wow. Pensé que eras un oficinista sin corazón, pero gracias. ¿Me puedo ir? 

—En realidad, tengo una confesión que hacer. Nunca tuve la intención de detenerte. Podría arrestarte por usar tu quirk públicamente pero no se me da la gana. 

—Pe-pero ¿por qué hiciste todo este espectáculo?

—Pff, te veías tan ruda golpeando criminales que creí que sería adorable y divertido verte llenar reportes. Esforzándote por escribir con tu letra redondita, evitando manchar el folio…