—¡Lo que aquí se hace, aquí se paga…! —Escuché la voz de un hombre joven pronunciar esa frase con la voz entrecortada por la ira.Me levanté del suelo entonces, para mirar al autor de tan severas palabras. No estaba segura de a quién las estaba dirigiendo, pero por alguna razón me dolieron como si fuera a mí quien las decía.
Erguido por sobre mi visión, estaba un hombre con la cara y el cuerpo cubierto de injertos y quemaduras. Era algo lastimero de ver, pues todas aquellas lesiones se veían sumamente dolorosas.
¿Era un villano? Posiblemente. Se veía tan agresivo como un animal salvaje. Con el vapor emanando de su cuerpo y las llamas consumiendo una parte de él. Una parte de él se veía rota, vacía y desesperanzada.
Mi instinto me obligó a acercarme a pesar de que se veía claramente peligroso.
—¡¿Estás bien?! ¡¿Necesitas ayuda?! —Me acerqué torpemente a través de los escombros que atravesaban la distancia entre él y yo.
Tenía la intención de aliviar de alguna manera el profundo dolor que parecía estar padeciendo.
—¡Vamos a decaer juntos…! —gritó con mucha más fuerza que antes.
Entonces me enfoqué en los ojos del chico. Sus ojos cian eran extremadamente familiares y los había visto derramando lágrimas antes.
—¡TOUYA! —exclamé con una desesperación que traspasó mi sueño.
Desperté bruscamente de la pesadilla, con un grito estruendoso y con los ojos goteando por la realista experiencia. A mí lado, encontré a Tenko sacudiendo mis hombros, aterrado por mi repentina reacción.
—¡Señora mamá! Estaba teniendo una pesadilla…¡Está a salvo, yo estoy aquí! —me dijo, con una voz tranquilizante y compasiva. Luego me dió un abrazo reconfortante— No hay de qué asustarse, no fue real.
La mirada del niño era dulce con la miel. Simplemente era imposible estar asustada con esa carita calmando tu sueño. Aún así, no podía dejar de pensar en mi pesadilla, pues mi corazón seguía latiendo violentamente.
También estaba Keigo parado a un lado de la cama. Él era más discreto que Tenko, pero me había oído gritar y había venido mucho antes. Claramente estaba sumamente preocupado por mí, pero deseaba darme mi espacio.
Antes de que pudiera caer en cuenta de que estaba despierta, escuché mi puerta sonar al abrirse y una pequeña luz de una lámpara acercándose.
—¿Estás bien, madre? —preguntó Kai, vestido con la apariencia y el tono de un padre preocupado. A pesar de su pesado sueño, me había escuchado también.
Aún no me acostumbro a que me llame madre. Pero es un hábito que adquirió tras varios eventos traumáticos que nos unieron.
—Tuvo una pesadilla, Kai. Quizás deberíamos dormir aquí con ella…para que no esté sola —dijo Tenko.
Himiko aún dormía plácidamente en su cuna sin despertar con todo el alboroto.
—Sí —exclamó Keigo— Sería bueno…uhm…¿Mencionó un nombre en su pesadilla? ¿Ha soñado con el hijo de Endeavor?
—Fue un sueño algo extraño —dije, desahogándome— Touya era un villano en mi sueño.
—Pff, no está muy lejos de eso con esa personalidad que se gasta —afirmó Kai, mientras se sentaba al borde de la cama.
—¡No es divertido, Kai! —lo regañó Tenko. Kai solo le sacó la lengua en respuesta.
—Bueno, aún si la pequeña rata es irritante, me preocupó verlo en ese estado y no poder hacer nada por él…fue desesperante.
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Madre no hay una sola (BNHA)
Fanfic¿Quieres ayudar a los niños traumados de boku no hero? ¿quieres quitarles la patria potestad a sus negligentes padres? ¿estás leyendo esto con voz de comerciante? ¡Entonces este libro es para ti!