Capítulo 10

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Naruto se detuvo en la puerta con algo, no sabía si era miedo, no conocía a esa gente ¿y si era igual al anciano?, al final son sus alumnos, ¿no? Comadreja se paró a su lado, tocó, el pequeño sin dudarlo tomó la esquina de la playera que sobresalía del uniforme anbu, el Uchiha lo vio con cuidado y disimulo, se veía tenso el rubio, por su acción podía concluir que temeroso, entendía el porqué, no hizo nada, lo dejó estar aferrado a su ropa, el Uzumaki es un chico orgulloso por lo que ha podido ver -pase -el anbu abrió la puerta dejando pasar a ambos. En la sala observaron la actitud del pequeño, se aferraba al Uchiha -eres el retrato de Minato renacuajo -el pequeño levantó el rostro para observar al sujeto gigante frente a él, un sujeto de casi dos metros de estatura bastante extravagante, lo recordaba del libro que leyó sobre los sannin, el sensei de su padre, afiló su mirada, no quería confiar en nadie, lamió sus labios con ansiedad. Los adultos podían ver que no confiaba -mocoso ven aquí, mi nombre es Tsunade y el del viejo de aquí es Jiraiya, puedes confiar en nosotros, te prometo que lo que hizo ese anciano maldito, lo pagará -Naruto los veía con duda, sus chakras cálidos no mentían, pero aún así, su mente y su cuerpo no estaban congeniando, tenía miedo de confiar, pero ocupaba la ayuda de esta gente, si se acercaba a ellos estaría cerca del maldito puesto, desde que llegaron había estado sondeando información sobre ellos esperando ser llamado, sabía que estaban acoplando el puesto y por eso su llamado se había retrasado, lo que le dio tiempo de vengarse de esos bastardos -bien -el sabio sapo lo analizaba -esa mirada es la de tu padre, sé perfecto que no confías, con el tiempo espero que llegues a tenernos confianza renacuajo, desde ahora te digo que recuperaremos el tiempo perdido, serás mi aprendiz -"bingo" Naruto sonrió contento, asintió, aún así su mano se aferraba con fuerza a la ropa del Uchiha.

Itachi observaba al niño aferrarse a su ropa, su personalidad lo confundía, a veces era valiente y descarado, otras tímido y desconfiado, ese lado no quería mostrarlo, le costaba trabajo aceptar que lo tenía, podía ver que fingía ser amigable con los adultos presentes. La mente del Uchiha trabajaba rápido "mi maldita cabeza sustituirá a la tuya en esa piedra", ¿no podía ser o sí?, sonrió al entenderlo, ocupaba a esa gente a su alrededor, el pequeño era un genio, le agradaba, no sabía porqué, pero a pesar de molestarlo le agradaba.

…..

-¿Cómo te fue rubio? -el pequeño sonrió -la Hokage y el sannin son mis padrinos, el viejo quiere ser mi sensei, me ayudará -el azabache acostado en el futón se levantó un poco recargado en su brazo para observar a su "amigo" quien se acostó a su lado en el mismo futón invadiendo su espacio -eres algo serio rubio, te están saliendo las cosas bien -el rubio sonrió, asintió -me comentaste que sabías jutsus fuego y tierra, Asuma maneja viento en sus cuchillas, deberías darte una vuelta por el campo diez, tú propio sensei maneja rayo -el pequeño sonrió, estiró su rostro, besó sus labios en un piquito -por eso me gustas genio -el azabache sonrió, besó nuevamente sus labios con delicadeza, el Uzumaki se dejó hacer, ambos movían sus labios con lentitud. Al final unieron sus frentes, sonrieron divertidos -no seas tan vago, acompáñame, la rubia despampanante ahora Hokage quiere levantar mi archivo clínico, será mi médico personal como mi madrina que es -el Nara se dejó caer con flojera -no me queda de otra, ¿verdad? -el pequeño negó con diversión -no te queda, además, deberías estar entrenando, en unos días serán las finales -el azabache se levantó sacudiendo sus pantalones con fastidio -bien, hagámoslo -el pequeño tomó su mano, lo jaló fuera de la casa.

Ambos se soltaron al salir, platicaban amenamente, el rubio ignoraba las miradas de odio de los aldeanos, con la rubia y el sannin presentes gozaba de protección, además Kakashi, Guy y el clan Nara le habían ofrecido su apoyo, sabía que Itachi también estaba de su lado, la mayoría de los aldeanos sabían que ahora era intocable, aunque había sus estúpidas excepciones. Al llegar al hospital suspiró con cansancio, nunca le había sido permitida la entrada al lugar. Shikamaru apretó su hombro dándole valor, ambos entraron -¿qué haces aquí maldito mocoso? -el Nara apretó el ceño, el pequeño usó su dedo índice, rascó su oído, vio a la rubia llegar tras de él, sonrió con maldad, tomó la mano de su amigo para detenerlo, estaba por poner en su lugar a la tipa -¿quién demonios te crees que eres para gritarle así a mi niño bastarda? -la Hokage llegó con Shizune y Jiraiya al lugar -que desde ahora quede claro, como la nueva Hokage que soy, si me entero que le niegan la entrada o lo insultan nuevamente, habrá consecuencias, TI estará feliz de recibirlos -los doctores y enfermeras tragaron saliva con terror, asintieron -vamos Naruto, te mostraré mi consultorio, no es necesario que te registres cuando vengas, el cuarto a su lado es específicamente para ti, ya hice los arreglos -el rubio sonrió feliz de sentirse especial y cuidado, la gran mano del sannin acarició su cabeza con cariño -quiero que me hables y me digas si alguien te vuelve a molestar renacuajo -el pequeño se dejó mimar, asintió.

Los sannin y los jóvenes entraron al consultorio -bien, veamos, no hay un expediente clínico tuyo, tengo algunas dudas, te ves muy pequeño a diferencia del resto de tus compañeros, bastante delicado diría yo, tengo una sospecha clara de que es lo que pasa, pero quiero confirmar -el rubio giró con duda, pero asintió. Shikamaru lo vio con cuidado, era verdad, ahora entendía porque se le hacía más que bonito, en sí ningún otro hombre le llamaba la atención, pero el rubio era distinto.

La rubia comenzó a tomar peso, estatura, medidas, sacó análisis de sangre, mando con Shizune a revisarlos -tu niña, tráeme un ultrasonido, muévete -la enfermera salió corriendo, la había detenido mientras caminaba fuera del consultorio -acuéstate Naruto -la rubia levantó un poco su playera, conectó el aparato, comenzó a pasarlo usando un gel frío, endureció su mirada -es como me temía Jiraiya, el niño es un doncel -los adolescentes observaron a ambos con duda -un doncel es un hombre que puede embarazarse, no puedes tener hijos con una mujer, lo lamento -el Uzumaki sonrió con diversión sorprendiendo a los mayores -yo creyendo que soy gay, ahora entiendo -ambos lo vieron con sorpresa -madrina, tengo una duda -la rubia salió de su sorpresa, asintió -leí un libro que hablaba sobre la reconstrucción de clanes, quiero entrar -Tsunade se levantó asustada -¿de qué demonios hablas?, el consejo se meterá y querrá elegir a tus parejas, serás su máquina de crías, no lo aceptaré -

El pequeño levantó un puchero -¿y si quiero dos parejas?, ¿qué tengo que hacer? -Jiraiya soltó una carcajada -renacuajo eres un travieso -de repente paró de reír, se puso frío -a ver, espera un momento renacuajo -afiló su mirada -no no no, no te tocarán, estás muy chiquito para pensar en tonterías -el pequeño giró su rostro con duda, vio a la rubia burlarse del mayor, Shikamaru sonreía con diversión -olvídalo anciano, ya escogí a mis parejas y no pienso echarme para atrás, me gustan mucho y trabajaré hasta que acepten-

Tsunade sonrió divertida -¿a quién tienes en mente mocoso? -el sannin negó desesperado -Tsuna, está chiquito, no le des cuerda -la rubia volteó los ojos -demasiado tarde Jiraiya, además, no está prohibido ser polígamo, gracias a los programas de restauración dejaron abierta la opción para la aldea completa -el rubio sonrió satisfecho -entonces, ¿dime? -el pequeño confirmó divertido -Shika aquí presente -el nombrado se sonrojó, pero sonrió divertido -y estoy trabajando en el otro, me gusta mucho uno de tus líderes anbu madrina, Itachi será mío -Tsunade soltó una carcajada con diversión -veo que tienes buen ojo, te gustan los genios de buen corazón y bastante guapos, me agradan, por mí no hay problema -el sannin jalaba sus cabellos -Minato me matará Tsuna -la rubia negó -más bien está el tema de sus clanes, aunque el Uchiha ya no sea un clan grande es bastante tradicional,  primero tendría que aceptar el implicado -el pequeño sonrió con diversión -bien, abuela iré a entrenar con Shika, tiene las finales chunin -los mayores aceptaron.

-Rubio problemático, ahora estoy avergonzado, que fastidio -el pequeño sonrió, besó su mejilla con cariño mientras salían del hospital -no te preocupes, necesito el apoyo de ellos dos y lo sabes -el Nara caminó con flojera, aceptó divertido con una sonrisa de lado -rubio, ahora sé porqué me gustas -ambos se sonrieron divertidos, corrieron al campo de entrenamiento diez -ahí estás Shikamaru, te he estado buscando, escapaste de tu entrenamiento por la mañana-

Ino y Choji estaban tras su sensei, abrieron sus ojos con sorpresa al ver al rubio, Asuma había roto lazos al igual que el clan con en el antiguo Hokage, se lavaban las manos con él, no iban a permitir verse afectados por las suciedades de viejo, a Konohamaru se le dijo que había hecho algo muy malo y había aceptado su culpa, así que renegaba del viejo -Naruto, ¿dónde te habías metido? -el pequeño con la mirada fría vio a Choji e Ino, los ignoró -te esperaré en aquel árbol Shika, dormiré un poco -el Nara sonrió de lado, asintió -Asuma, ¿puedes enseñarme tus cuchillas con chakra viento? -el sensei lo vio con duda, pero estuvo de acuerdo, las sacó y las activó, Naruto con cuidado vio como lo hizo, sintió la cantidad de chakra que usó, el pequeño sacó su kunai, comenzó a intentarlo, un poco oculto del equipo -gracias, bien, empecemos -Asuma lo vio con duda, pero lo dejó pasar.

Calculador (Itanaru / Shikanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora