Capítulo 4

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Una sonrisa llena de maldad se asomó en el rostro del pequeño, creó un clon, este tomó un sello de imagen de un niño harapiento y sangrado, había sangre en su rostro y trasero en su blanco short, su cabello tal cual él se recordaba ese día, un pequeño azabache de ojos verdes, colocó un sello en su espalda para ocultar su chakra y otro para aguantar unos cuantos golpes y semanas, por si se complicaba todo, observó a la gente con cuidado esperando a una señora en especial, faltaba un mes para las finales de los exámenes chunin de sus conocidos, había muchos extranjeros, era perfecto, sonrió, por fin encontró a la señora que buscaba, una voluptuosa y obesa castaña, llena de anillos y collares de oro y piedras preciosas, la esposa del Daimyo. El pequeño de trece años  corrió cojeando con debilidad, por "error" chocó con la señora -lo lo la lamento, no lo hice con intención -la señora lo vio con terror por sus heridas, trató de tocarlo -¿te encuentras bien pequeño? -el pequeño se hizo bolita levantando las manos protegiendo su cabeza -no, no me pegue señora, me duele todooo -la señora veía a su alrededor, algunos aldeanos se acercaron -¿quién te hizo esto pequeño? -el pequeño lloraba y negaba con terror en sus ojos -no me vea, estoy sucio señora, sucio -la señora se espantó -¿recuerdas quién lo hizo?, tengo mucho poder, puedo ayudarte -el pequeño la vio, sus gemas llorosas mostraban miedo y terror -no podrá, es muy po… poderoso -el niño tapó su boca -si se entera me matará, de… debo irme -comenzó a pararse con dificultad -muchos aldeanos y shinobis se juntaron a su alrededor e inevitablemente el Hokage se presentó, a la distancia el rubio usaba un sello para evitar que lo sintieran, mandó a un clon a entrar en la torre y copiar el pergamino, debía ser rápido, copiaría los jutsus que se veían interesantes, a lo mucho tenía veinte minutos en lo que el drama del pequeño lograba su intención. Mientras tanto continuaría viendo el espectáculo con diversión.

-¿Qué sucede aquí? -el pequeño giró su rostro, vio con un terror inmenso al anciano -no no no dije nada, por favor ya no me haga daño, ya no me toque, me duele mucho mi trasero por favor, seré buen niño -todos abrieron sus ojos con odio al ver al anciano y al entender lo que había sucedido con el niño. Naruto afilaba su mirada viendo al vejete recordando ese día -¿qué significa esto Hiruzen? -gritó la señora con odio, el anciano se quedó petrificado, en su vida había visto al niño, trataba de sentir su chakra, pero era un simple civil, ¿qué demonios ocurría? ninguno de esos niños que había tocado hablaría, el miedo comenzó a invadirlo.

Los aldeanos comenzaban a exigir explicaciones, la esposa del Daymio gritó -esto lo sabrá mi esposo, vamos -el Hokage negaba desesperado, los shinobis no sabían que hacer, la gente comenzó a aventar lo que traía en las manos contra el anciano "maldito violador", "es un niño, ¿cómo se atreve?", "viejo sucio", "nosotros creíamos en usted desgraciado" -de inmediato el anciano salió del lugar con velocidad hacia su oficina, seguido de sus shinobis que no sabían qué demonios hacer, nadie se dio cuenta que el pequeño desapareció en una alcantarilla, dentro de ella el clon explotó sin ser visto. El rubio sonrió con maldad, se largó de ahí, podrían sospechar de él.

Cuando llegó a su refugio reía con diversión y maldad, rodaba en su futón de un lado a otro -te lo merecías hijo de puta, ojalá te violen en la maldita cárcel o mejor aún ¿si lo matan? -el pequeño tomaba su rostro enloquecido y feliz -púdrete maldito, púdrete, muéreteeeeee -el Uzumaki sonreía como loco, no estaba seguro de dejar su venganza en manos de otros, su puso serio, se sentó analizando ese punto -malnacido anciano, quiero que sufras por la maldita eternidad -se acostó viendo el techo de su pequeño refugio. Los minutos pasaban, el rubio vio llegar a su clon, sonrió feliz, el clon sacó de un pequeño pergamino tres más, después explotó, endureció su ceño con odio, vio los pergaminos, los guardó en su sello en el brazo derecho, comenzó a golpear el suelo con frustración -aaaaaahhh maldito, maldito, malditoooooooo -el rubio sacó uno de los pergaminos, una carta de su padre.

"Mi bebé adorado, estamos ilusionados, hoy estarás en nuestros brazos si todo sale bien. Tu madre está como loca guardando todo en tu maleta, biberones y pañales por montón, muchos cambios de ropa, tendré que ser concreto mi bebé, me emocioné por tu llegada, existen muchas posibilidades el día de hoy, tu madre es la jinchuriki del kyubi, si algo sale mal en el parto, cabe la posibilidad de que Kyubi se libere, debemos ser precavidos, si es así, tengo pocas opciones de sellado, a pesar de que ambos somos fuinmaster, el poder de kyubi es demasiado a diferencia de otros bijus, sólo el clan de tu madre, el Uzumaki, es el único clan con la capacidad de soportar su poder por las grandes reservas de chakra que manejan, sino puedo hacer el sellado en tu madre de nueva cuenta, serías la siguiente opción, lo lamento cariño, pero puedo decirte a cambio, que el sello es el de ocho trigramas destinado a ir adaptando tu chakra al poder del zorro, con los años podrás ir controlando su energía, sabemos que lo harás, eres nuestro hijo, estamos seguros que serás un shinobi poderoso como tus padres, tu madre Kushina Uzumaki la heredera del remolino, una hermosa y sensual ninja rango s, la habanero sangriento, tu padre, no es por presumir, pero soy el shinobi más temido de las naciones ninja, Minato Namikaze, el cuarto Hokage. "Hokage" el sueño que compartimos tu madre y yo desde nuestra infancia y que ahora vivimos juntos, sabemos que puedes tener muchas dudas, pero debes saber y nunca dudar, del inmenso amor que sentimos por ti, nuestra herencia y legado se encuentra en los pergaminos, ahora debemos irnos, iremos a conocerte cariño, me despido deseando algún día estar juntos si la suerte no nos favorece, con amor, tus padres"

El pequeño limpiaba sus ojos con tristeza, sus padres lo amaban, fue deseado, fue querido, si vieron por él, pero este anciano de mierda le obstaculizó todo, le negó todo el hijo de puta, abrió sus ojos recordando algo, lamió sus labios con ansiedad comenzando a pensar con velocidad, tenía que seguir estudiando, tenía que hacerse más fuerte, tenía que conseguir un mejor lugar para vivir, tenía que tener todo listo, recordó el sueño de sus padres y el suyo, observó la carta con cuidado, tenía que encontrar la forma de lograrlo, se tragaría su orgullo con la aldea, sería su maldito kage. Obviamente antes de llegar, se vengaría de cada hijo de puta que le dio un golpe o lo trató como peor que basura, se someterían ante él como la escoria que son y lo alabarían, aún tenía que resolver lo del anciano, usaría su habilidad sensorial para detectar el calor en su chakra de las personas, para buscar como entrar y acercarse a los círculos de poder de la aldea sin ser lastimado, sonrió con maldad, lamió sus labios con diversión.

Calculador (Itanaru / Shikanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora