DISIOCHO

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LAN XICHEN

Dos meses después.

Xichen miró hacia el exterior mientras movía el pie derecho
rápidamente. Una suburban de color negro entro en el campo de su vista, seguida de otra y otra más. Mingjue a su lado le lanzó una mirada y
como siempre esta no decía nada.

Las puerta abriéndose y cerrándose de golpe llamaron totalmente su
atención, varios hombres armados salieron y revisaron el perímetro de
la propiedad antes de que una vez más, una puerta se abriera y
saliera de la camioneta la mismísima 'Ex- Señora de la mafia', una
antigua colega.

—Gracias, cariño. —habló rápidamente mientras Wei ChangZe la ayudaba a salir de la camioneta. Los ojos color gris de Cangse Sanren se posaron en él antes de pasar sobre Mingjue, donde hizo una mueca y negó con la cabeza. —A ver, niños de mamá, ¿en qué diablos están metidos
ahora?

—No te gustaría saber. —respondió Mingjue en un murmullo. Ella soltó
un suspiro y entrecerró los ojos en su dirección.

—Bien, vamos adentro.

Antes de que pudieran entrar al almacén que habían adquirido para
reunirse, el rugido de una moto llenó el aire, haciendo que todos,
incluyendo Sanren, ChangZe, Xichen y Mingjue sacarán sus armas y
apuntaran en un movimiento fluido hacia el intruso. Todo eso fue seguido de un jadeo y una maldición de parte de ChangZe. El hombre parecía que iba a explotar.

—¿Qué diablos haces aquí, Wei Su? —preguntó, adelantándose hacia
el joven de algunos 17 años.

—¡Papá! —una voz suave sonó detrás del joven con un tono de reprimenda.

Él se detuvo y empezó a caminar más rápido.

—¿ XuanYu? ¿Qué diablos?

—No sabía que tenías hijos. —susurró Xichen a Sanren, quien se encontraban a su lado.

—Sí, tengo dos. Dos dolores en mi maldito trasero. —ella negó y frotó
su frente en forma de frustración. —¡Hey, amor! ¿Te encargas de
nuestros dolores en el trasero? —preguntó a su esposo.

—Ve a lo tuyo, ya me encargo de esto.

—Bien. —se volteó hacia Xichen. —Empecemos con esto. —Ambos
hombres asintieron antes de entrar en el almacén, seguidos de Sanren.
La habitación sólo contaba con una bombilla en frente de poca
iluminación, una mesa y cuatro sillas. Cada uno tomó asiento.

—Esto está muy mal. —murmuró Xichen hacia Mingjue, quien estaba
algo inquietante últimamente.

—Ni que lo digas. A-Sang me está esperando en casa, y te aseguro
que ese dolor en mi trasero se hará real.

—A ver, niños, ¿qué tanto cuchichean? Parecen nenitas.—Se burló Sanren.

Xichen sonrió, seguía siendo la misma Sanren.

—Que seas mayor que nosotros no significa que puedes patearnos
como sea. —Sanren negó con la cabeza, pero pudieron ver la sonrisa en sus labios antes de que todos se pusieran serios.

—¿Qué pasa? ¿Para qué llamaron? —Xichen se aclaró la garganta.

—Bueno, queremos salir de esto.

—¿Ambos? — Mingjue iba a replicar, pero Xichen lo miró para que se
callara, lo cual hizo con un bufido.

—Ambos. —respondió Xichen

—Chico Nie no parece estar de acuerdo.

—En realidad yo... —empezó Mingjue, pero Xichen le cortó.

—Ambos vamos a salir de esta mierda. — Sanren asintió y se acomodó mejor en la silla.

—Hablaré con Wen Xu y Wen Chao, comandaré esta operación. Mi primo
también ayudará. —Ella miró a ambos hombre y luego puso sus
ojos en Mingjue. —Para Mingjue las cosas serán más fáciles, sólo hay que
hacer papeles y desaparecer algunas personas. —miró a Xichen. —
Pero para ti, no tanto. Tengo entendido que todos piensan que hay
alguien más grande detrás de ti, que sólo eres el peón de esa persona.

»Van a haber muertes, y la tuya va a ser una de ellas si quieres que
todo esto termine de una vez. Tendremos todo listo, esperaremos un
mes antes de que tu chico de a luz para hacer las cosas. Luego de
que tres meses pasen puedes volver a resurgir de los muertos y, como
siempre, —ella hizo una pausa y una mirada de dolor cruzó por sus
ojos. —no puedes decirle a nadie, aparte de ustedes dos sólo Lan Zhan
puede saber que en realidad no estarás muerto.

—¿No hay otra manera? No puedo perderme el nacimiento de mis
hijos.

—Esta es la más facil, sabes que yo más que nadie sé de lo que te estoy hablando. Intenté salir y viste lo que me pasó. Mi familia sufrió más que yo, y la pregunta es ¿quieres eso para tu familia?

—No. — Sanren se levantó de la silla y comenzó a caminar hacia la puerta.

—Bien, nos reuniremos dentro de unos meses para hacer esto. —Fue
todo lo que dijo antes de que saliera y dejar ambos hombres dentro del almacén.

Xichen se levantó de la silla mientras se halaba el pelo hacia atrás.
¡¿Cómo iba a perderse el nacimientos de sus hijos?! Jiang Cheng le cortaría
las bolas aún pensando que estaba muerto. Le exigiría a Lan Zhan llevar a ver su cuerpo para poder cortar sus bolas.

—Hermano, lo siento. Si ayuda de algo, haré todo lo posible para que
puedas ver el nacimiento de tus bebés, pero creo que a Sanren se le
olvidó decir algo. —Xichen se volteó para enfrentar a Mingjue. El hombre
era como su hermano, habían vivido y sufrido juntos y por separado.
—Hay que hacer sacrificios en la vida y el tuyo es perderte un momento de tu vida para poder vivir los otros de una manera más tranquila.

Eso fue todo antes de que el otro hombre también abandonara la
habitación.

—¿Y ahora qué voy a hacer? —susurró a la habitación vacía.

Embarazo Del Mafioso 'Adaptación 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora