Capítulo 11. Un encuentro inesperado.

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Cerré la puerta del deportivo, después de un magnífico picnic y una caminata por todo el parque Ueno le había pedido a Hangeng que me llevase a otro lugar. No quería que ese día junto a él terminara.


–Tengo un amigo que es actor de musicales, y su obra se está presentando. –puedo jurar que mis ojos brillaron, siempre me habían gustado los musicales, no había tenido tiempo libre últimamente entre sesiones fotográficas y entrevistas, pero saber que podría asistir junto a Hangeng me hacía totalmente feliz.


–Me parece bien, pero ¿podríamos ir al hotel? Necesito cambiarme. –me sonroje ante tal cosa, yo era una especie de diva de primera y necesitaba asistir lo mejor posible, Hangeng me presentaría a sus amigos. ¡Ya Heechul deja de pensar tonterías! El asintió tomando la ruta hacia el hotel.

Bajamos del deportivo al llegar a la puerta del imponente lugar –Yo me voy a delatando. –haciendo una reverencia comencé a caminar, mientras él se quedaba con el parking entregándole las llaves le auto.


Tome el ascensor comenzando a sentir el nerviosismo presente en mi cuerpo, sé que mis sentimientos por Kang Hangeng ya no son amistosos, mi corazón late desenfrenadamente cada vez que estoy junto a él y peor aún me han dado tantas ganas de besar sus labios pero no puedo hacerlo, está prohibido.


Aun con un debate interno salí del elevador arrastrando los pies y con la mirada gacha, mis sentimientos me estaban traicionando cruelmente. Llegue a la puerta de mi habitación, comencé a golpear la madera, me sorprendí al ver a Gunhee –Hola Hee. –supongo que mi cara de sorpresa lo hizo sonreír, se hizo a un lado para que yo pudiese pasar.


–Tomare una ducha. –hui prácticamente al notar sus intenciones de querer saber todo. Él se cruzó de brazos taladrándome con la mirada. Excusarme tontamente era lo que hacía últimamente, huir como vil cobarde de mi situación.


Al terminar mi ducha fui hacia mi habitación, Hangeng dijo que el musical comenzaría a las 8 y estaba a punto de dar las 7:15, debía apurarme y conociéndome sé que tardaría más que eso, después de todo se trataba de mí, de Kim Heechul. 


–GUHEEE. –grite como loco al notar en el problema que estaba, escuche sus pasos apresurados y la manera tan ruda en la que abrió la puerta.

– ¿Que pasa Hee? –se quedó mirándome visiblemente asustado.


–Estoy en problemas ¡No sé qué ponerme! –su mirada se suavizo y sacando una cantidad exagerada de mis maletas comenzamos a buscar lo necesario para que yo usara.


Con rapidez me coloque las prendas no podía creer que en 15 minutos ya estuviese listo, Gunhee me sentó en la cama y sacando los productos de belleza y secadora de quien sabe dónde me comenzó peinar, 20 minutos tarde para estar listo ¡Increíble!


Escuchamos leves golpes, Hangeng ya me había venido a recoger tome mi cartera mientras mi mejor amigo terminaba de abotonar mi saco –Listo, corre, más tarde me contaras todo... quiero detalles. –me di la vuelta algo nervioso, debía abrirle, una palmada en el trasero me hizo reaccionar y corrí para abrirle.


Mi boca se entreabrió, Hangeng se veía realmente bien con unos ajustados pantalones negros, una camisa vino y encima de esta un saco carbón, el peinado en puntas y unos zapatos de gamuza negros. Me sonroje ante su penetrante mirada –Es hora de irnos. –asentí cerrando la puerta de la habitación tras de mí.

Bajo los pétalos de cerezo (Hanchul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora