Me deje caer en el sillón, mire hacia la nada, no me sentía bien, me dolía, me dolía mucho el corazón. ¿Era el precio que debía pagar? Quizás, y era caro.
–Hola bebe- dios casi me da un infarto al sentir como alguien tomaba asiento junto a mí y besaba mi mejilla.
–OH DIOS ME ASUSTASTE –me levante de golpe mirando con susto a Max quien reía sonoramente.
–Espero que estuvieras pensando en mi o me pondré muy celoso –hizo un puchero para regalarme una sonrisita dulce –¿Cómo te fue con Jessy amor? ¿Qué tal van los preparativos para nuestra boda? ¿Todo bien? –
– ¿No deberías estar en la oficina? –me volví a sentar junto a él tomando una distancia prudente
– ¿Ah? ¿Por qué estás tan frio conmigo? ¿Qué te hizo esa chica? ¿Dijo algo malo acaso? –se acercó a pasando su brazo por mi espalda.
–Me dijo gordo –lance un suspiro haciendo un puchero, sentí como mi mejilla era jalada.
–Oh mi bebe no está gordo ¡Quizás ella este demasiado flaca! ¡Estas hermoso! –Me soltó besándome con cariño –Hare algo para ti, no te tomes el comentario a pecho –y me quede solo de nuevo.
Me recosté por completo en el sillón, no me sentía bien anímicamente, desde que llegue de Japón mi realidad me golpeaba a la cara diariamente y dolía, no me quería casar y esa era la verdad, cada día me sentía aún más y más asfixiado. Los planes, los preparativos TODO, todo estaban mal. Hace un tiempo soñaba con mi boda perfecta, me esmere en que todo saliera bien pero ahora, ahora no soportaba la idea.
Solo había una persona en mi cabeza y en mi corazón pero esa persona me odiaba.
– ¿Fruta o un sándwich? –Y otra vez Chang Min me sacaba de mis pensamientos –Lo que sea está bien –me gire a verlo besando la punta de su nariz. –Muy bien ¿mañana estas libre? –pregunto mientras se ponía un adorable delantal de conejos rosas, no sé porque me recordó a mi amigo Sung Min.
–Mañana tengo que ir con Jessica a medirme el traje para la boda –volvía hundirme en el sillón sintiéndome miserable.
–Muy bien, oh olvide decirte, la cena en Singapur será la próxima semana –asentí sin ánimos realmente, no quería asistir a cenas de negocios aburridas.
–Este bien, buscare ropa para la ocasión –
–De paso le entregaremos las invitaciones a Han Geng y a Zhou Mi, son unos socios y amigos míos – ¿Qué había dicho? Me levante de golpe.
–Per... perdón ¿A quiénes iremos... a... a ver? –no podía creer que esto me estuviese sucediendo a mí. No podía detener los dolorosos latidos de mi corazón.
–A los primos Kang, debiste escuchar al menos de ellos, en el pasado hice unos convenios con su empresa y vaya que nos ha estado yendo bien, no había tenido tiempo de entregarles sus invitaciones –llego hasta mi tendiéndome un vaso de jugo de manzana –Podrás conocer a los socios de tu futuro esposo –era más de lo que mi corazón podía soportar –Hee ¿estás bien? De pronto te pusiste pálido amor –toco mi cara, retire su mano de mi rostro sonriendo falsamente.
–Sí, estoy bien, me agradara conocer el mundo de mi esposo –mentía, no quería ir ahí, no quería volver a verlo, no podría soportar estar con él en una misma habitación sin asfixiarme.
– ¿ya está mi fruta? Debo despertar temprano tengo compromisos mañana –me encamine a la cocina, no quería estar junto a Max. Tome el plato que yacía en la barra y me encamine a la habitación.
–Iré a la oficina, vuelvo en una hora ¿sí? –Chang Min se acercó a mí para besarme la frente –Descansa, te amo –se quitó el delantal y tomo su saco para salir.
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Bajo los pétalos de cerezo (Hanchul)
FanfictionEn un viaje a Japón se conocieron, un amor que de dio por una mirada, mientras los petalos de cerezo volaban al viento y se quedaban en sus cabellos.