Capítulo 33. Lejos de ti

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Tres años después. 

Llegue cansado al departamento abrí la puerta con cuidado siendo inundado por un delicioso olor a comida, debía estar preparando algo exquisito para mí. Me encamine a la cocina dejando mis cosas en el sillón y sin que se percatara lo abrace por la espalda.

–Ah hola amor me hubieses avisado que venias para irte a recoger –

–Y perderme tal escena, ni loco –

–Jaja eres un exagerado tontito –

–Siempre lo he sido acostúmbrate o déjame –

–Ni loco te dejo ir, ahora Hee déjame a terminar con la comida, te prepare kimchi porque conociéndote ya estas harto de las hamburguesas –

–Sí, tienes razón extraño la comida coreana –

–Lo sé, siéntate ahora te sirvo –

Tome asiento en nuestra amplia mesa mirando lo bonito que se veía el día –Aquí tienes cariño –me dejo un plato de deliciosa comida frente a mí –comete todo, voy al set regreso por la tarde –beso mi frente y se fue a nuestra habitación.

Comencé a devorar todo mi plato y acabe en un santiamén, últimamente las sesiones de fotos me dejaban exhausto pero me sentía a gusto con lo que estaba haciendo.

–Bueno me voy, si quieres más sírvete te amo –me dio un suave beso y salió rápidamente por la puerta.

–Nos vemos Kibummie –

Desde hace más de dos años me había ido a vivir con Kibum a Estados Unidos. ¿Qué había sucedido? Bueno después de regresar a Corea y que los medios me acosaran para saber la primicia de cual había sido la razón por mi boda fallida con Max me sentí pésimo, mi estado de ánimo recayó considerablemente y me hundí en la depresión.

Kibum me había hecho compañía en ese tiempo y se lo agradecía, poco a poco me fue gustando y comenzamos a salir, un tiempo después le ofrecieron un papel en una película en USA así que lo seguí en su aventura, quizás era para no quedarme solo pero aun así no me arrepiento.

Todas las noches me torturaba a mí mismo tratando de pensar que hubiese pasado si no hubiera cometido tantos errores.

Después de dejar los trastes sucios en el fregadero me dirigí a mi habitación, tomaría una ducha y me dormiría un rato.

Al terminar mi baño me arroje a mi cama pero no paso lo que pensé que sucedería, no pude dormir. ¿Qué hacía yo viviendo en New York? Sencillo al venirme de Corea di unas fotos a una pequeña agencia de modelaje, no pensé que acabaría siendo parte de Calvin Klein y que modelaría para ellos, mientras Ki Bum el había acabado siendo parte de una producción américo-coreana, ambos hacíamos lo que nos gustaba.

Hacia un mes había ido a Seúl para la boda de Key con su novio Jonghyun, me sorprendió ver una invitación de su parte pero me hacía feliz que ellos si pudieran lograr su sueño. Key incluso se burló de mí diciendo que él no tendría la misma pésima suerte que yo.

Gun Hee intentaba hacer que me quedara definitivamente pero ya tenía mi vida en New York y pensaba volver con Ki Bum.

Me di la vuelta abrazando la almohada con fuerza, cerré los ojos tratando de relajarme, de nuevo se me vino a la mente la imagen de Han Geng; al estar en Seúl me entere de que la novia de Han estaba embarazada y eso termino de romper mi corazón yo ni siquiera sabía que tenía relación alguna y mucho menos que su pareja estuviera esperando un bebe, quizás ya habían pasado algunos años pero muy en el fondo de mi ser aun podía sentir amor por él. Al enterarme de la noticia no pude seguir en ahí y volví a Estados Unidos, el único lugar donde podía estar a salvo, lejos de todo lo que me lastimaba profundamente.

Bajo los pétalos de cerezo (Hanchul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora