Capítulo 29. Yo me opongo

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Acaricie con ternura el cabello de Hee Chul, desde que salimos de Corea se encontraba profundamente dormido, y no era para menos no había logrado dormir desde hace días, las ojeras que tuve que esconder con toneladas de maquillaje lo confirmaban.

"Estimados pasajeros hemos llegado a nuestro destino, Macao..."

Después de la esperada boda de Hee Chul y aquel espectáculo que se dio en la misma decidí sacar a Hee Chul del país, los medios estarían acosándolo y en su estado era mejor darle la tranquilidad necesaria.

Por qué decidí Macao, era un lugar en el que no se imaginarían que estaríamos ni la prensa, ni Chang Min y mucho menos Han Geng. Salimos tan aprisa del hotel que nadie supo de nuestro paradero.

–Arriba Hee –hice que Hee Chul se despertara, bostezo estirándose y tratando de despabilarse.

– ¿Ya llegamos? –pregunto adormilado.

–Si acabamos de aterrizar –me sonrió colocándose el cubre bocas y la gorra.

– ¿Ya tienes el hotel? realmente quiero dormir –su semblante era triste pero aun así trataba de verse bien.

–Dam Bi reservo en el Galaxy, es cuestión de que pidamos un taxi llegamos –bajamos del avión, esperaba no encontrarnos con problemas pero todo estaba tranquilo, supongo aun la nota no se expandía por toda Asia, entonces por el momento estábamos a salvo.

Después de recoger el equipaje y salir del aeropuerto tomamos un taxi yéndonos directo al hotel.

El lugar era hermoso y la habitación espaciosa. Bueno eso pude admirar mientras Hee Chul botaba por ahí su maleta y se dirigía al cuarto.

–Quiero dormir –se dejó caer en la cama –Apaga esta porquería –me arrojo el celular –No quiero hablar con NADIE –tajo dándome la espalda, a los pocos minutos se quedó dormido.

Revise su teléfono frunciendo el ceño, tenía más de cien llamadas de Max ¿Qué quería ese hijo de puta? Sin importar nada lo apague, nadie nos molestaría solo quería que mi mejor amigo se recuperara de lo que estaba pasando, él no se merecía nada de lo que estaba pasando.

...

Comencé a explorar la habitación, la vista era espectacular sin duda un hotel caro, Dam Bi dijo que ella pagaría los gastos, era de entenderse, después del trago amargo que paso su mejor amigo era lo menos que podíamos hacer para ayudarlo.

Me recargue el barandal mirando la hermosa ciudad que se extendía. Cerré los ojos tratando de relajarme aunque era imposible no hace más de unas horas estábamos en Seúl para la boda de Hee y ahora a unos miles de kilómetros huyendo del escándalo, eso era algo obvio, como no se armaría tal desastre si después del "Si hay alguien que tenga motivos para impedir esta boda que hable para siempre..." Yun Ho U-Know llegaría corriendo y gritando que detuvieran toda esa farsa, tomaría a Max del brazo y lo sacaría a rastras del lugar dejando a todo el mundo en un shock total.

Hee Chul no dijo nada, solo arrojo el ramo al piso y salió por la puerta lateral, tuve que seguirlo ya que la prensa se acercaba a él con la intención de preguntar todo acerca de la boda.

–Sácame de aquí –de nuevo esa suplica que no dude en cumplir.

...

El celular comenzó a sonar –Bueno –me lleve el teléfono al odio –Hola Gun Hee –

– ¿Zhou Mi? –vaya no me esperaba su llamada.

–Si el mismo ¿Cómo estás? Todo paso tan rápido que... ¿Hee Chul está bien? ¿Necesitan algo? ¿En dónde están? –sabía que su curiosidad era por su primo, de eso no había duda.

–Estamos bien, Zhou este no es un buen momento, no puedo decirte mi paradero en este momento Hee Chul necesita su espacio, lo siento, debo colgar –Si, estaba molesto con Han Geng, pensé que su "amor" por Hee sería más fuerte y haría hasta lo imposible para impedir esa boda, lástima que me equivoque.

Decidí pedir algo para comer me estaba muriendo de hambre y desde que salimos de Seúl se había perdido el apetito, también tendría que llamar a Jessica para que adquiriera otro teléfono celular para Hee Chul, ya había respaldado sus contactos y en su celular lo iban a estar acosando, era lo que menos quería.

La agencia se había enterado del escándalo por lo que a Hee le otorgaron unos días e incluso un mes de incapacidad para que se calmaran las cosas y pudiera volver a modelar.

Las cosas estaban complicadas, para evitar una migraña o estrés decidí solamente estar conectado con los chicos por el celular, no vería televisor e impediría a toda costa que Hee Chul tuviera una portátil cerca, no era bueno que viera la bomba que estaba por explotar.

Ya había atardecido, me dedique a platicar por Kakao con Jia me había medio comentado la magnitud de la situación y era obvio que mi mejor amigo era la victima de todo eso.

Escuche el ruido de la regadera, me levante de golpe ¡Hee Chul había despertado! Me acerque a la habitación abriéndola, y en efecto las sabanas estaban hechas girones la cama toda deshecha.

–Hee –susurre bajito la puerta de la ducha se abrió y salió todo mojado con una toalla enredada en su cintura y secándose con una más pequeña el cabello.

–Desperté –me dijo serio caminado por la habitación – ¿Puedes irte? Debo cambiarme –asentí saliendo de ahí.

Mi corazón dio un leve pinchazo al ver su semblante triste, sus ojos estaban rojos y las ojeras adornaban sus orbes. Ya lo había notado cuando lo maquille, prácticamente utilice toneladas de corrector para disimular sus desvelos.

No sabía a ciencia cierta si es por lo de la boda, quizás la traición de Max era lo más doloroso para él o quizás era que Han Geng no hubiese llegado a impedir que se casara, solo sé que estaba sufriendo como nunca en su vida.

–Tengo hambre ¿Pediste algo de comer? –salió de su habitación con su pijama ya puesta.

–Pues sí, en unos minutos traerán la comida –asintió sentándose junto a mí, sentí cuando dejó caer su cabeza en mis piernas.

–Gun Heenim Oppa ~ me miro desde abajo pero no dijo nada después. Acaricie su cara con la más infinita dulzura –¿Que pasa princess? –le sonreí con calma. –El, el no llego –sus ojos se cristalizaron y rompió en llanto llevándose las manos al rostro.

Hice que se levantara para abrazarlo con fuerza –Cálmate Hee Chul –pase sus manos por su espalda pero él seguía llorando.

...

Cuando nos trajeron la comida apenas y comió, tuve que darle en la boca con los palillos.

–Ya no quiero comer –se levantó de nuevo –Me iré a dormir –y desapareció de nuevo.

Me hundí en el sillón llevándome las manos al rostro frustrado.

Irnos a Macao no serviría de nada, quizás, quizás sería una buena idea irnos más lejos a otro lugar donde aquella noticia no lo llegara a alcanzar.

Un mensaje me llego pero el número era desconocido. "¿En dónde está Hee Chul? Si necesita algo no dudes en decirme. Kim Ki Bum" ¿Cómo carajo me había encontrado? ¿Quién le había dado mi número?

Y si... él podía ayudar a Hee Chul durante esta etapa de dolor. Después de todo ese chico aun lo amaba.

...

Aquí esta el capitulo que tanto ansiaban :v

Bajo los pétalos de cerezo (Hanchul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora