Capitulo 14. Estar contigo

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Nayeon se encontraba mirando como todas las chicas se correteaban mientras perseguían a un lindo perrito de la playa, sin dejar de estar atenta de Mina quien era la principal persiguiendo el perrito y la que se había encargado de comenzar el juego, luego venía Tzuyu, Sana, Momo y Dahyun, todos sin parar de reír por las ocurrencias de las menores.

Chaeyoung se acerco a Nayeon sentándose a su lado y soltó un leve suspiro de paz.

—Ella se ve tan linda.—dijo Nayeon sonriendo.

—Cada día se ve más radiante, supongo que ya esta llendo todo bien.—indicó la más baja bebiendo su naranjada.

—Chaeyoung, realmente me quiero casar con ella.

—Lo se, yo también lo deseo.

—¿Tú crees que ello quiera también?—está vez Nayeon miro a su amiga.

—No lo se, solo han pasado alrededor de seis desde que todo comenzó y solo tres meses desde que la relación se volvió formal, tal vez se vea muy pronto, no lo crees?—susurro pensativa.

—Si, tal vez. Pero no se, quiero hacerlo, quiero estar segura de que esto será para siempre y solo tal vez el matrimonio lo confirme.

—Naye, no olvides que aveces los matrimonios también dañan relaciones.

—Ya lo se Chaeyoung, pero siento que esta relación no será como esas que terminan mal.—sonrió de la nada tomando las manos de la baja para así convensarla de hacerlo.

Era claro lo que querían y estaban dispuestas a todo por que siempre fuese así, entre ambas se deseaban siempre lo bueno de la vida y por simple cosa de la vida terminaron enamoradas de una misma mujer, no era algo que le pasara a cualquiera, eso estaba claro y para suerte de ambas, Mina no escogió a una sola, si no a ambas.

¿Qué si estaba bien? Tal vez no dentro de la sociedad, pero estaban en otro siglo y todo cambiaba. Algo fuera de su estado anímico, comenzó a crecer en el corazón de Chaeyoung y sintió la necesidad de seguir a su mejor amiga en aquel deseo, tal vez podría ser muy loco para muchos pedir matrimonio seis meses después de haberse conocido y relacionarse amorosamente, pero simplemente no podían evitarlo.

—Esta bien, vamos a pedírselo.

—Por eso te amo, Chaeyoung.—Im abrazo a su amiga con fuerza dejando besos por todo su rostro y fueron a buscar a Kimji para que estuviera enterado de lo que ellas tenían planeado, por si no llegaban a estar presentes a la hora de la cena con Mina.

Al llegar el atardecer Mina se despertó de su siesta después de haber durado horas jugando con el perrito de la playa y al igual que sus amigas había dormido todo lo que pudo, una sensación extraña comenzó a carcomerse su alma por lo que se levantó de la cama y fue en busca de su padre.

Una vez con su padre, simplemente lo abrazo y se escondió en su pecho como una niña pequeña sintiendo una leve paz confortante para aquella sensación extraña que se le quería comer el alma y luego vio a Nayeon y Chaeyoung en la piedra de aquella noche donde ellas le dijeron lo muy linda y perfecta que se veía siendo iluminada por la luz de luna y una felicidad apareció.

Mina se despidió de su padre y fue al lado de sus chicas mirándolas con una sonrisa notable brindándole a cada una de ellas un beso en sus labios para así acomodarse en medio de ambas.

—Dormiste bien?—preguntó la más baja acariciando el pelo de la menor.

—Si, agi.—sonrió de oreja a oreja dándole otro besito en sus labios.

—Yo también quiero besos, Minari.—habló Nayeon repentinamente celosa provocando la risa de la menor quien se sentó en las piernas de la mayor y comenzó a proporcionar besos en todo su rostro y más en sus labios.

—Indignada quede.—esta vez la que se quejo fue Chaeyoung.

—Calma, hay besos para las dos, no sean celosas.—sonrió la joven japonesa ahora dándole besos a ambas a la misma vez para que no se quejarán.

Duraron una media hora ahí tiradas en la piedra dándose besos tiernos y a veces uno bien subidos de tono pero el ambiente estuvo bastante calmado hasta que la noche llegó y aquella extraña sensación volvió a vagar en el corazón de Mina, hasta que Chaeyoung habló.

—Corazoncito de melón, tengo una pregunta.

—Que pasa, agi?—preguntó Mina con inocencia completa atenta a las palabras de alguna de las dos.

—¿Tú que piensas del matrimonio, te gustaría algún día casarte?—la pregunta la soltó casi de inmediato pero fue Nayeon la que con ansiedad preguntó antes que su amiga.

—Bueno, es algo que se me hace muy lindo y si me gustaría algún día casarme, supongo que cuando eso pueda pasar pasará.—sonrio—. Me gusta la idea por que desde joven siempre e soñado con ello y poder ponerme el vestido que una vez uso mi madre para su boda.

Una sonrisa apareció el en rostro de ambas mejores amigas quienes estaban más que seguras de que aquel momento era el más indicado para que pudieran hablar con Mina de lo que sentían y lo que tanto deseaban, por ende se bajaron de la piedra y Chaeyoung cargo a Mina para así llevarla hacia la sorpresa.

—¿Qué hacen? A donde me llevan?

—Shhh amorcito, no seas tan impaciente.—afirmó Chaeyoung soltando una leve nalgada en el trasero de la joven japonesa.

Cuando estaban casi cerca le pusieron una venda a Mina para así evitar que ella descifrara todo antes de tiempo, unas puertas se abrieron y sentaron a Myoui en un sofá bastante cómodo prendiendo un gran televisor y luego sacando la venda de aquellos hermosos ojos.

—Ehh? Que se supone que hacemos aquí?—dudo Mina al ver que estaban en una cañaba muy lejos del lugar donde se hospedaban, podía incluso escuchar las olas fuertes de aquel mar.

—Mira el video y una vez que lo hagas voltearas a nosotras y lo sabrá.—indicó Nayeon dándole un beso a la joven para así darle play al video.

Entonces comenzaron a aparecer videos y fotos de Chaeyoung, Nayeon y de ella, de momentos donde todas estaban juntas, mostraron videos de cuando Mina estaba enferma y delirando les dijo a ellas que fueran sus novias, por que si, todo este tiempo ellas documentaron cada pequeña cosita que sucedía para tener recuerdos de lo lindo que es vivir un amor.

Los ojos de Mina pronto se llenaron de nostalgia y también soltó leves risas cuando veía pasar cosas graciosas y pronto la pantalla se volvió negra diciendo "Fin", entonces Mina se giro a ellas y las vio arrodilladas con un anillo cada una en sus manos sobre cajas y las siguientes palabras la hicieron temblar.

—Mina, cariño. Por favor, ¿aceptarías casarte con nosotras?—las palabras resonaron una y otra vez en su cabeza y de pronto la extraña sensación en el corazón de Mina dejó de estar y comprendió por qué era.

Un sollozo salió de ella y una sonrisa de oreja a oreja apareció.

—Mi...—antes de que una de las mayores volviera a hablar Mina ya estaba tirada en los brazos de ellas dando besos en ambos rostros con total felicidad.

—Yo acepto, acepto casarme con ustedes. Acepto por que las amo y no soy capaz de verme separada de ustedes dos, son mi anhelo de cada mañana y la razón de mis sonrisas.—aquellas palabras dieron tan duro en el corazón de ambas coreanas que sin pensarlo dos veces se lanzaron sobre Mina a llenarla de besos por donde fuera.

—¡TE AMAMOS, MINA!—gritaron ambas comiéndose a su prometida a besos mientras solo podían escucharla soltar livianas risas.

Y aquellos besos tiernos dejaron de apreciarse cuando se volvieron profundos y repletos de mucha sensualidad, tiradas en aquel piso frío y suave a su vez todas tres se juraron una vida por siempre entre gemidos, jadeos y orgasmos.

***

¡HELLO, AMIGUEXS! Vengo por aquí para darle un pequeño avisito. Principalmente quiero agradecerles a todos por el apoyo tan profundo que le están dando a esta bella historia, más ahora que esta llegando a su final y si, ya está llegando a su final y eso es lo que me tiene emocionada y a la misma vez triste, aunque eso no quitara que haga especiales pues hay varios especiales que estaré encantada de escribir para usted.

No olviden darme su apoyo incondicional y hasta la próxima,

𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 || 𝐍𝐀𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆 (𝐆!𝐏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora