Especial 2. Escape

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15 meses más tarde
Busan - Corea del Sur

Nayeon, Chaeyoung, Sana y Momo se encontraban todas juntas en la oficina platicando y planeando nuevos proyectos para innovar más la empresa y los mercados también y en medio de aquella conversación una llamada al teléfono de la oficina se hizo escuchar por lo que Nayeon la contesto poniéndola en voz alta ya que era solo la secretaria.

-Dígame, señorita Park.-dijo Im con tono calmado sin dejar de mirar su computadora.

-Jefa, es que vinieron tres señoritas hace un momento y dejaron unos cochecitos con bebes adentro y unas cuantas notas, ¿que debería hacer?.-habló esta preocupada tanto por aquellos bebés como por la respuesta de su jefa.

-Espera que?-está vez la que hablo fue Chaeyoung pero exaltada-. Ya vamos para allá.

Las cuatro mujeres ahora se encontraban preocupadas e imaginándose mil cosas a la misma vez, claramente ya sabían de que se trataba esto y solo por eso salieron corriendo hacia el lugar donde se hallaban aquellas criaturas.

Cuando llegaron se fijaron en todos los detalles y de inmediato lo captaron, eran sus hijas y estaban ahí sin sus presuntas madres, ante ello casi les da un paro cardíaco a todas cuatro hasta que leyeron las cartas y entendieron de que se trataba todo.

-No puede ser, yo sigo sin saber como cambiar pañales.-chilló Momo mirando a su linda hija de seis meses, Hirai-Kim Minju.

-Eres imposible a veces, Hirai.-habló su mejor amiga, Sana, quien sostenía a su hija de también seis meses, la hermosa y perfecta Minatozaki-Zhou Sullyoon.

-Juro que cuando regresen, me las voy a cobrar.-dijo una Nayeon indignada mientras jugaba con su vidita hermosa, Son-Im-Myoui Haewon.

-Ven aquí mi vida, mami Mina ya no quiere?-pucherio en pregunta Son quien ahora se encontraba alzando a su hija para así irse de regreso a la oficina.

Las jóvenes empresarias y madres de sus hijas comenzaron a caminar de regreso a su trabajo por que aún faltaban por terminar algunas cosas y solo después de eso se permitirían pasar todo su día con sus adoradas y hermosas hijas, a excepción de Sana que entró en pánico por no saber como preparar un biberón a su hija, quien comenzaba a llorar por hambre.

-Hayyyy, por que me pasa esto a mi?-chilló desesperada ya que su corazón se hacia pequeño cuando su bebe comenzaba a llorar de aquella forma desesperada y solo por tener hambre.

-Dr.Minatozaki, ¿quiere que le ayude con su hija?-preguntó la secretaria Park un poco preocupada por la situación.

-¿Sabes preparar biberones?

-Claro, también tengo hijos.-dijo con una sonrisa tranquila aliviando de inmediato la preocupación de Sana.

Y mientras la secretaria prepara el biberón de la pequeña Sullyoon, Sana aprovecho para aprender a hacer uno y así evitar que su hija vuelva a hacerle aquellos berrinches que le hacían mal a su pobre corazón. El llanto de la bebe por suerte había sesado y ahora solo eran chillidos bajos y una sonrisa se formó en su rostro cuando vio su biberón listo para ella.

Una despreocupada Sana agradeció por la ayuda y regreso con sus amigas para así continuar con lo otro aunque estas se preocuparon cuando vieron que ambas madre e hija andaban con los ojos hinchados y medio rojos por el llanto, una por la preocupación y la otra por su biberón.

-Pues, ¿que paso?-el ceño fruncido de Momo se hizo presente y la otra soltó un suspiro.

-Es que tenía hambre y yo no sabía como hacerle el biberón.-nuevamente la japonesa lloro e hizo que su hija también llorara solo por que ella lloraba.

𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 || 𝐍𝐀𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆 (𝐆!𝐏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora