Matar y Destruir [Dueto Destructores #2]

7. Yionne

❦•──────•7•──────•❦
YIONNE

ELEMENTUM
Días antes de los
capítulos Anteriores.

Me levanto de golpe muy exaltada, me cuesta respirar y nuevamente me siento empapada en sangre.

—Solo es una pesadilla, solo eso —me repito en voz alta mientras salgo de la cama.

Corro hacia el gran baño y me paro frente al espejo que hay allí. Mientras observó mi reflejo, me alivia que lo único rojo sea mi ropa interior. Perdería la cabeza si volviera a estar llena de sangre.

Trato de quedarme dormida cuando vuelvo a la cama, pero el miedo de la gran ventana a mi lado no lo permite. La razón por la que detesto las ventanas en mi cuarto es porque por ellas pudieron acceder a mí, a mi familia.

La noche en la que asesinaron a mi familia nunca se me olvida. Esa noche estaba durmiendo y los Grosvenor entraron por mi ventana y me tomaron como rehén. Luego de que obligaron a mi padre a entregar todos los libros que tenía bajo su cuidado, decidieron que era mejor asesinarlos.

Fueron salvajes, en especial con mamá. A papá lo clavaron en la pared y murió de inmediato, mientras mamá recibió un montón de puñaladas dolorosas y estoy segura que duró horas desangrándose. La única razón por la que me salve fue porque corrí.

Me resbalé en la sangre de mis padres y mi camisón blanco de dormir se tiñó de rojo al igual que mi cabello, aun así, no me detuve. Corrí por el bosque, me tiré sobre lodo para cortar mi olor a sangre y no atraer a un animal salvaje. Me escondí entre el tronco de un árbol hueco y el padre de Daniel me encontró.

Desde entonces marque a los Grovenor como un objetivo, asesinaría a cada uno de los hombres que estuvo esa noche.

Era una niña asustada, pero Daniel me hizo más fuerte, más valiente, me convirtió en lo que soy ahora. Dejé de ver el rojo como algo aborrecible, en cambio, lo convertí en mi color favorito. Un recordatorio de lo que les hicieron a mis padres y porque los cazare.

Pará Daniel soy su pequeña hermana. Para los ocho soy una salvaje valiente. Pero para los Brave, soy la próxima líder del ala sur. Soy Yionne Skov, la cazadora roja.

Después de estar horas revolcándome por la cama decido salir de ella. Me pongo el pantalón que siempre he tenido con un esqueleto negro. Están un poco sucios, pero es la única ropa que tengo en este lugar.

Abro las grandes puertas de madera rojiza y salgo al pasillo que está iluminado por algunas antorchas. Camino descalza para que mis pisadas sean imperceptibles.

Estos pasillos son interminables hasta que encuentro en el fondo unas escaleras de piedra, me acerco a ellas con sigilo pensando en que camino tomar. Hacia abajo están en forma de caracol, pero para subir, las escaleras son rectas y empinadas, conduciendo a una puerta que brilla con el reflejo de la luna.

Me siento como Aurora de la bella durmiente yendo hacia la rueca. Con la diferencia de que no soy estúpida y no hay una melodía que me atraiga, solo es mi mera curiosidad.

Empiezo a subir cada escalón sin ningún cuidado, queriendo que sea lo que sea que haya arriba sepa que voy allí. Son al menos unos cincuenta escalones antes de llegar a la puerta.

Estoy un poco fatigada ya que he estado sin entrenar por al menos un mes, si es lo que creo. Observó frente a mí la pequeña puerta, luce amigable. Es de un profundo color negro, tiene detalles de flores y enredaderas por su alrededor, al igual que dibujos de dos niños jugando en la parte de abajo. Lo más llamativo de todo es la chapa de la puerta, está hecha en oro y no tiene ningún espacio para insertar una llave.