8. Lucien & Mila

40 11 20
                                    

☪•──────•8•──────•☪
LUCIEN


DYAXYS

Ya no tengo paciencia.

Si antes de conocer a Bella era un monstruo, ahora que me la han arrebatado me siento como el peor de los demonios.

No he tenido tiempo de sentir dolor, no después de que a quien considere mi mejor amigo me traicionara.

Gabriel se paró en ese juicio y nos entregó para que nos pudramos en este horrible lugar, mientras el recupera su puesto como general del ejército.

Mientras él la pasa bien, Bella y Yionne están desaparecidas. Incluso no lo odiaría si al menos hubiera salvado a Mila de esta mierda, sin embargo, ella está aquí a mi lado.

Lo único decente de aquí es que nos permiten estar ambos sexos en el mismo sector. Mila es mi compañera de celda y también mi única amiga y aliada aquí. Esta prisión es parecida a un juego de supervivencia.

Nadie tiene prohibido usar sus poderes. Es la ley del más fuerte, por suerte Mila y yo lo somos.

—¿Crees que nos intenten asesinar? —me pregunta Mila a mi lado.

—Ya perdí la cuenta desde la quinta vez, supongo que aquí no se aplica la ley de que la tercera es la vencida.

—No se detendrán hasta que nos maten —asiento a Mila. Somos más odiados que la mayoría, por el simple hecho de no haber nacido aquí.

—Algún día se tendrán que cansar —la voz optimista de Sira no cambia, él está aferrado a la idea de que su hermano no lo dejó también pudriéndose aquí.

Aunque le he dicho mil veces que es probable que su hermano se esté vengando de él, por hacerle creer que lo traicionaba, Sira se niega a créelo.

—Líder de los defectuosos —una Hansen se pasa por el lado de Mila y hace una falsa reverencia. Si yo ya no tengo paciencia, menos Mila.

La rubia se levanta de la mesa en la que está sentada y coge a la Hansen del cuello ahorcándola. La Hansen le da un puñetazo en el estómago a Mila que no le hace ni cosquillas. Mila barre los pies de la otra tirándola al suelo, coge su cabeza y empieza a golpearla contra el suelo como si se tratara de una almohada.

—Defectuosos seis, Hansen cero —no es la primera vez que Mila ataca a un Hansen, por lo general ellos inician la pelea y Mila los asesina.

Es una máquina asesina, literal.

La Hansen empieza a gritar con agonía y me preguntó qué nuevo método de dolor está usando Mila. Todo va bien hasta que observó por el rabillo del ojo como Mila cae al suelo y empieza a apretar su cabeza.

Me levanto de la mesa, rompo el cuello de la Hansen con mis propias manos y luego me acerco a Mila tratando de descubrir que es lo que le sucede.

—¿Qué te pasa? —Mila sigue apretándose la cabeza.

—Estoy sintiendo como si algo me quemara desde adentro —gruñe con dolor.

Su crisis dura casi diez minutos, pero al final vuelve en sí. Es como la tercera vez que le sucede y cada vez dura más.

—¿Estás segura que no es un extraño síntoma de embarazo que sufren las de tu especie? —pregunta Sira.

—No, no estoy embarazada de ese traidor —niega Mila enfurecida y dolida al mismo tiempo.

—¿Segura? —le preguntó con calma. No era un secreto para nadie que follaba con Gabriel a diario.

—Por supuesto, tengo el implante desde los dieciocho. No estoy embarazada, es algo más —asiento creyéndole.

Matar y Destruir [Dueto Destructores #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora