𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙚𝙞𝙜𝙝𝙩

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[ᴀɢᴏꜱᴛᴏ]
²⁰¹⁹

—¿Que te pasa?— Nick me mira por el reflejo del espejo y yo hago lo mismo, mientras termino de trenzar la mitad restante de mi cabello.

—Nada— repliqué con simpleza y vuelvo a ver mi reflejo, mi rostro estaba brillante a causa del calor de Agosto.

—Lola— advierte mi representante y rio un poco.

—Nick, no pasa nada, en serio— me giro y le sonrio, sus cejas estan fruncidas y sé que no me cree nada —Siempre estoy nerviosa antes de las carreras, no te deberías sorprender.

—No es eso— explica y mientras el continúa hablando me meto dentro del baño para tomar el desodorante y ponerme un poco —En las prácticas y ayer en la calificación te vi diferente, tu manera de comportarte antes y después de entrar al auto, manejaste mucho mas violenta que otra veces...

—Eso es un poco dramático— lo señalé.

—Saliste de la pista y casi chocas con otros pilotos, no soy dramático— se defendió y bufé de mala gana, sabía que tenía razón.

—Mala racha, supongo— respondí con simpleza y pareció como si esta vez hubiese resultado, o tal ver era que el mayor estaba cansado de mi forma de evadir mis problemas

Esta semana había quedado segunda en la clasificación, y de no haberme salido de la pista por casi hacer contacto con Gasly hubiese conseguido mí primer Pole de la temporada. No me caracterizaba por ser dura en las carreras, no me molestaba correr riesgos si de mí se trataba pero eso cambiaba si ponía en riesgo el estado del auto de otro piloto; por eso intentaba de ser lo más rápida posible, la rapidez en la pista significaba limpieza en los rebasos a los demás.

Pero en los últimos dos días, y desde la semana anterior con mi casi victoria, algo cambiaba en mí al momento de apretar el acelerador; ese instinto de querer frenar cuando una curva estrecha llegaba había desaparecido, ya no me importaba si mis ruedas estaban al borde del pinchazo o si sobrepasaba la velocidad permitida, mi vista siempre estaba en el auto delante del mío y mi mente maquinaba a mil por minuto pensando en hacer lo imposible para superarlo.

Claro que no a muchos en el equipo les había gustado mi rendimiento; no porque no fuese bueno, sino porque significaba llevar a mi monoplaza a un límite que, a la larga, acabaría por causarle daños. Ya había dañado un poco el alerón delantero luego de cruzar el límite en una curva y el motor se había sobrecalentado en la primer práctica, nada de esto fue tomado a la ligera.

Estaba segura que Horner querría que cambie esto a toda costa, así como estaba segura que me pediría lo mismo que la carrera pasada si llegado el momento tuviese a Max por detrás de mí; pero esta vez no estaba segura de poder cumplir con sus pedidos.

Luego de su trato hacia mí, el ojiazul y yo habíamos vuelto a nuestra tradición de cero diálogo, cero "buena suerte", cero relación.

Nos cruzamos en el avión, en el hotel, en el taller, hasta estuvimos uno junto al otro en alguna que otra rueda de prensa en los últimos días; pero ni sus ojos ni los mios estaban en busca de los del otro, simplemente nos habíamos vuelto a repeler como al inicio de la temporada y como todos los años que nos habíamos conocido.

Pero aún así no podía comprender su comportamiento. Yo si tenia razones para estar enojada; me había llamado una cualquiera y había dicho, entre lineas, que la única razón por la que alguien se acercó a mí es por mi popularidad, me había lastimado.

¿Pero él? ¿Cual era su excusa para tratarme así y luego actuar indignado? No pretendía que me pidiese perdón, había dejado de esperar eso de él hace ya mucho tiempo, pero su ley del hielo me resultaba demasiado infantil.

𝘽𝙖𝙘𝙠𝙨𝙚𝙖𝙩 | 𝙈𝙖𝙭 𝙑𝙚𝙧𝙨𝙩𝙖𝙥𝙥𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora