𝘽𝙖𝙘𝙠𝙨𝙚𝙖𝙩 | 𝙈𝙖𝙭 𝙑𝙚𝙧𝙨𝙩𝙖𝙥𝙥𝙚𝙣

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙚𝙞𝙜𝙝𝙩𝙚𝙚𝙣

+8k palabras
[Contenido +18]

• • •
[ꜱᴀᴋʜɪʀ]
²⁰²⁰

—La próxima semana es tu cumpleaños— dijo Alex a mi izquierda, parpadee y fijé mis ojos en los demás en aquella mesa, que habían dejado de hablar para prestar atención a lo que mi amigo había dicho.

—Tienes razón— respondí, haciendo una mueca, y recordando que en solo siete días estaría cumpliendo 22 años.

Y en una semana sería la última carrera del año, y por lo tanto la fecha límite para dar mí respuesta a una de las dos ofertas que los directores de ambas escuderias me habían ofrecido.

—¿Y qué haremos ese día? Danos una buena excusa para embriagarnos— dijo Charles, que estaba en la otra punta de la mesa, frotando sus manos maliciosamente. Hice una mueca y negué con la cabeza —¿Qué? ¿No piensas festejar tu cumpleaños?

—No me gusta hacer eso— me encogi de hombros y antes de dar un sorbo a mi copa dije —Me hace sentir como si me estuviese volviendo vieja.

—¿Vieja?— intervino Daniel, que estaba casi frente a mi, junto a Max, que sí estaba delante mío y se la había pasado toda la noche mirándome disimuladamente —Cumples veintidós ¿Como debería sentirme yo con mis treinta y un años?

—Viejo— intervino Lando, aún con comida en su boca, y ganando una mirada fulminante del australiano —¿Lo dije en voz alta? Lo siento.

—Te haré la vida imposible el próximo año— amenazó Ricciardo, ya que compartirían equipo en Mclaren para 2021.

—Entonces— habló George, que estaba sentado a mi derecha, cambiando de tema antes de que los otros dos siguieran con su infantil discusión —¿Nada por tu cumpleaños?

—Algo pequeño con mi familia, tal vez— varios bufidos se escucharon y solo pude reír ante aquello —¡Lo siento! Puede que cambie de opinión, pero no prometo nada.

Y aunque trataron de convencerme un poco más, principalmente Lando y Charles los dos que más asistían a fiestas, mi desición se mantuvo firme y al cabo de unos minutos la insistencia disminuyó.

—Al menos entrarás en el club, aunque estoy mas cerca del de los veintitrés— volvio a decir mi amigo inglés, más para mi que para los demás que se comenzaban a sumergir en otro tema, también con un semblante de disgusto; y es que no todos disfrutábamos ese día de la misma forma.

Nunca había sido la clase de persona que disfruta de tener un día "completamente sobre mí", la mayoría de los años me la pasaba haciendo cualquier otra cosa y quizás una pequeña cena con mis seres queridos; no era que me pusiera triste ser un año mayor, pero me hacía recordar con una nostalgia incómoda todo lo que había y no había hecho a lo largo de mi vida. La mayoría de las veces repitiendome a mí misma que siempre podía ser un poco mas productiva, aún cuando rara vez habia tenido un día completamente libre desde los doce años.

—Oh, otro pobre abuelo— me burle y revolví su cabello juguetonamente, George rió y me empujo con suavidad en juego antes de volver a prestar atención a lo que los demás decían.

Y estaba por incorporarme en aquella charla también, de no haber sentido la intensa mirada de Max sobre mí; se la correspondi, sabiendo que ninguno de los otros estaba lo suficientemente atento como para notar nuestro encuentro silencioso. Le sonreí, sabiendo que los celos lo habían consumido por aquellos efímeros minutos en los que había tonteado con Russel; por alguna razón, probablemente por Brasil del año pasado, el Inglés era su punto frágil cuando se trataba de verme hablar con alguien más.