𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙣𝙞𝙣𝙚

1.2K 110 7
                                    

—Creí que me habían dicho que no habría problemas entre ustedes dos— Christian nos habla desde el otro lado de su escritorio, de pié frente a nosotros dos sentados parece más intimidante de lo usual.

Max y yo nos quedamos en silencio, uno que ninguno de los dos estaba dispuesto a romper.

—Y aún así, dos DNF en Hungría— bajo la cabeza evitando el contacto visual cuando dice esto, sintiendo sus ojos sobre mí —Y ahora uno en Belgica.

Miró a Max de reojo y veo como su mandíbula se tensa un momento, aún así el no deja de mirar al frente. Horas atrás, la carrera se dió por finalizada dejándome a mi entre los mejores cinco del domingo mientras que a él un fallo en su auto lo había expulsado de la carrera sin siquiera dar su primera vuelta.

Sabía que estaba enojado, yo también lo estaría en su lugar, pero su capacidad de no insultar al hombre frente a nosotros me parecía increíble. Si Christian me hubiese dicho algo así a mí no hubiese dudado en invitarlo a lamer mis...

—Lo de Hungría fue un problema de los autos, no culpa nuestra— habla Max, ahora sí me giro y veo su perfil. Sus ojos azules que siguen hasta el mínimo movimiento de nuestro jefe —Y lo de hoy fue un error mío, no veo porque tuviste que citarnos a los dos aquí.

—Porque se que ustedes dos no se llevan nada bien— responde al instante Christian, luciendo exasperado, Max y yo nos volvemos a callar —Personalmente no me interesa si son mejores amigos o si se odian, pero se ve que si entre ustedes hay problemas personales son mas propensos a chocar sus autos o perder puntos importantes y si eso sigue pasando, no solo serán problemas para mí sino también para ustedes dos— nos señala son su dedo indice —Además de que para el público es importante creer que no hay problemas entre ambos y ustedes apenas se dirigen la palabra frente a la cámaras, el trabajo se complica más si siguen actuando como dos niños pequeños.

"Niños pequeños" era la perfecta descripción de cómo me sentía ahora, como una niña pequeña siendo regañada por su profesor frente a todos los demás alumnos. Ese sentimiento de inferioridad que lamentablemente me perseguía desde hace ya meses, años inclusive, y que nunca sabía bien como manejar.

—¿Qué necesitas que hagamos entonces?— vuelve a hablar el chico junto a mí, agradezco mentalmente que al menos él si pueda decir algo porque pareciera como si mi capacidad de emitir palabra se hubiese esfumado.

—Primero, que dejen sus diferencias y pretendan ser "buenos compañeros" al menos hasta que termine la temporada, luego pueden volver a ignorarse completamente hasta el próximo año— bueno, no sonaba tan difícil teniendo en cuenta que faltaban menos de diez carreras para eso —Y segundo, que vuelvan a tener el nivel que tenían antes, vuelvan a ganar un maldito podio o Ferrari se llevará el subcampeonato otra vez ¿Está bien?

—Si.

La voz de ambos suena al mismo tiempo y con el mismo tono, completamente rendidos a tener que obedecer el pedido de Horner sin chistar.

¿Volver a obtener un podio? Bueno era difícil pero no imposible, ya lo había logrado antes y con un poco más de confianza y práctica sabía que podía volver a estar entre los tres mejores. Pero ¿volver a tener una relación con Max? eso si que me sonaba como un desafío.

Ya ninguno de los dos estaba enojado con el otro, eso era un paso, pero de allí a retomar el vínculo no tan malo que teníamos apenas un mes atrás se veía mas lejano. No solo porqué el chico era insoportable o porque había vuelto a su rutina de ponerme los pelos de punta con sus constantes comentarios innecesarios, sino porque ahora había encontrado otra forma de ponerme los pelos de punta.

Y es que desde que nos habíamos vuelto a ver, el viernes temprano, no podía dejar de buscarlos en cualquier lugar en el estuviésemos y era fácil hacerlo teniendo en cuenta que íbamos a todos lados juntos por el trabajo.

𝘽𝙖𝙘𝙠𝙨𝙚𝙖𝙩 | 𝙈𝙖𝙭 𝙑𝙚𝙧𝙨𝙩𝙖𝙥𝙥𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora