𝘽𝙖𝙘𝙠𝙨𝙚𝙖𝙩 | 𝙈𝙖𝙭 𝙑𝙚𝙧𝙨𝙩𝙖𝙥𝙥𝙚𝙣

𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮-𝙛𝙤𝙪𝙧

🏎️...¹/²...🏁

[ Una semana antes ]

—Ya entiendo lo que sentiste todo este tiempo— dice Max cuando me ve entrar por la puerta de mi habitación con dos taza de café, una para cada uno —Pero realmente no es necesario que hagas todo por mí, solo fue un golpe.

—Una contusión, dijo el médico— lo corrijo y tomo lugar a su lado, extendiéndole la taza —Y mientras estés en mi casa tendrás que soportar que no te deje hacer nada.

—Fuiste tú la que ofreció que me quede— me mira confundido y da un sorbo a su bebida.

—¿Preferías regresar a Mónaco tú solo?— alzo una ceja, Max niega levemente y le sonrío sabiendo que tenía razón —Bien, bébete eso.

Me vuelvo a levantar con el objeto en mano y salgo de mi cuarto otra vez en dirección a la cocina, dónde había dejado algunas tostadas para poder comer.

Luego del accidente, dos semanas de descanso hicieron posible que Max se quedara, mas por obligación que por otra cosa, en mi hogar. Para su equipo y su familia había decidido hospedarse en el mismo hotel que antes, pero desde aquel día luego de su salida del hospital que dormía junto a mí todas las noches.

No había sido nada para preocuparse, el médico le explicó que la contusión fue causada por el gran impacto, una fuerza de más de 50 G, pero que no sería nada grave a futuro. Aunque a mis oídos, lo único que podía entender era que no debía de estar solo en caso de que vuelva a tener cualquier tipo de mareo o hasta una pérdida de memoria.

Además, no me molestaba para nada tenerlo conmigo.

La tostadora termina su tiempo y el ruido del aparato me sobresalta levemente, al mismo tiempo mi celular suena y atiendo el llamado aún con las manos ocupadas en retirar el alimento.

—Nick— digo, sabiendo que era mi amigo quien hablaba del otro lado.

—¿Estas ocupada ahora mismo?— pregunta y cuando por fin termino con lo que estaba haciendo dejo el plato a un lado y apoyo mi cuerpo en la isla de la cocina.

—Estaba a punto de desayunar— aunque eso no me era un impedimento si surgía alguna emergencia.

—¿Crees poder venir a la oficina? Toto quiere una reunión lo antes posible— por su tono sabía que esperaba una respuesta afirmativa de mi parte.

Alzo la vista hacia el reloj de la cocina. 9:28 am.

—Estaré ahí a las diez— prometo y casi puedo oír un suspiro de su parte, seguido de un "Gracias" antes de colgar la llamada.

Recojo el plato y regreso a mi cuarto para poder avisarle a Max que tendría que salir a último momento, no pudiendo evitar sentirme algo culpable por el hecho de tener que mentirle con respecto de a dónde iría. ¿A casa de mi madre quizás? Podría decir que me había pedido ayuda para matar a una araña, aunque sabía que Max se ofrecería a acompañarme solo para tener una excusa de no separarse.

¿Debía ir al supermercado? Es decir, tenía el refrigerador lleno pero nunca estaba de más una caja de leche extra.

Odiaba tener que mentirle, pero con el accidente mi cabeza no había tenido tiempo de analizar la posible, e inminente, charla que ambos tendríamos en algún momento. Tampoco me había detenido a analizar todos los posibles resultados de esta, aunque ya conocía el que más probablemente lograse lastimarnos a los dos.