ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴘᴀʀᴛᴇ- 🏎️.。..
Los problemas de Dolores no se habían quedado en esa sala de hospital un 12 de Diciembre de 1998, su vida nunca había sido sencilla y fue consciente de ello desde que era apenas una niña.
Criada por sus abuelos desde básicamente su nacimiento, con una madre prácticamente adolescente que se dedicaba a su trabajo casi toda la semana y un padre que nunca había aparecido en la infancia de la pequeña, Lola aprendió lo difícil que podía ser la vida aún siendo una chiquilla sin nada de experiencia en el gran mundo.
Pero todo eso se le olvidaba cuando hacía lo que más amaba.
Cada domingo por la mañana su abuelo, lo más cercano a un padre para ella, solía despertarla para continuar con una tradición que él había tenido con su propio progenitor; ver a 23 pilotos de monoplazas competir por lo que sería el mayor reconocimiento de sus vidas.
Al principio solo lo hacía por el simple placer de pasar tiempo con él, sentir que había algo entre ellos que los uniese más allá de un lazo sanguíneo, y porque los domingos suelen ser los días mas aburridos de la semana, pero con el pasar del tiempo la pasión por el automovilismo de Lola había crecido lo suficiente como para sentarse a menos de un metro del viejo televisor y emocionarse por sus pilotos favoritos como si fuese ella quien estaba allí.
Y es que soñaba algún día llegar a ese punto.
Por su cumpleaños número 5 pidió ir al único circuito de Karting en Buenos Aires y luego de meses de insistencia, su madre y abuelos la llevaron al lugar donde todo habría comenzado.
Meses después se encontraba compitiendo mensualmente por pequeños títulos, subiéndose a podios de menos de 50 centímetros y recibiendo trofeos de plástico dorado y espumante de manzana para niños. La adrenalina de correr de forma competitiva y la satisfacción de ganar y recibir aplausos por su buen trabajo se había convertido en una adicción para una niña de 7 años.
Fue a los 13, con dos títulos nacionales de primer lugar y un nombre reconocido en su país, que Ginetta Junior se contactaría con la familia y le ofrecería media beca para mudarse a Londres e "impulsar" una carrera como piloto de ligas menores. Y tras una larga y pesada conversación, Lola y su madre decidieron probar suerte al otro lado del mundo; sin siquiera hablar bien el idioma, con solo los ahorros de años de esfuerzo y los dedos cruzados de solo soñar que algún día ella se subiría a un auto de Fórmula 1.
—Haz que todo el mundo sepa tu nombre— le murmuró al oído quien había sido su consejero durante toda su infancia, el que la había apoyado en cualquier desición que la hiciera feliz y quien había alimentado esa sed de victoria en cada competencia, Lola se derrumbaba a sus brazos minutos antes de abordar un avión que la separaría de todo aquello que alguna vez había conocido —Tienes el talento y la actitud de una campeona, nunca te olvides de eso.
• • •[ᴇɴᴇʀᴏ]
²⁰¹⁹
—¡Dolores!— el grito de su madre retumbo desde la planta baja.
Lola abrió sus ojos perezosamente y tuvo que mantenerlos entrecerrados para acostumbrarse a la fuerte luz de invierno entrando por la ventana.
Aún después de tantos años viviendo en Londres le seguía resultando extraño el frío en este mes del año, en su país el calor en Enero era tan sofocante como un sauna a máxima temperatura.
—¡Dolores!— volvió a escuchar a su madre.
Un gruñido salio de su garganta.
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𝘽𝙖𝙘𝙠𝙨𝙚𝙖𝙩 | 𝙈𝙖𝙭 𝙑𝙚𝙧𝙨𝙩𝙖𝙥𝙥𝙚𝙣
Fanfic✧🏎️...*。. |¿𝙃𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙣𝙩𝙤 𝙨𝙚𝙧í𝙖𝙨 𝙘𝙖𝙥𝙖𝙯 𝙙𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙧 𝙥𝙤𝙧 𝙘𝙪𝙢𝙥𝙡𝙞𝙧 𝙩𝙪𝙨 𝙨𝙪𝙚ñ𝙤𝙨?| .。*...🏎️✧ "𝘿𝙊𝙉𝘿𝙀... Lola tendrá que ser compañera de equipo de su rival de la infancia o... 𝘿𝙊𝙉𝘿𝙀... Lol...