Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo

LLEGADA AL FIN DEL MUNDO

En un lugar demasiado lejano como para saber su paradero.
Narra Susan

No soy capaz de deciros con exactitud cuanto tiempo estuvimos navegando hasta llegar a este lugar recubierto por un frío helador.

Tan solo dos veces, en todos estos años navegando, llegamos a estas aguas. Cuya mayor parte estaban congeladas.

Me encontraba situada en el timón, al lado de Barbosa, con un abrigo negro por encima, intentando reducir el gélido frío de mi cuerpo. Todos estábamos recubiertos de escarcha, debido a las bajas temperaturas.

-Nadie dijo que haría frío. Se quejó Pintel, tiritando al lado de Ragetti.

-Estoy seguro de que nuestro sufrimiento tendrá un buen motivo. Afirmó su compañero al mismo tiempo que el mono de Barbosa, Jack, se subía a mi hombro para intentar entrar en calor con la piel del abrigo.

-¿Por qué esa bruja no trae de vuelta a Jack de la misma forma qué trajo a Barbosa? Cuestionó refiriéndose a Tía Dalma. Era obvio que no tenía ni idea de la situación.

Tía Dalma le respondió algo molesta mientras atravesaba la cubierta hasta donde nos encontrábamos los capitanes. -Porque Barbosa solo estaba muerto. Jack Sparrow fue enviado en cuerpo y alma a un lugar que no es de muerte, sino de escarmiento. El peor destino que puede buscarse una persona, una condena eterna. Eso es lo que le espera en el reino de David Jones.

-Ya... sabía que había un buen motivo. Comentó Ragetti.

Tras aquella conversación, me dediqué a observar a un frustrado Will. El pobre no tenía ni idea de como usar realmente las cartas de navegación. Y supuestamente, yo tampoco. O al menos , eso es lo que debían pensar.

-No hay nada establecido. No es tan precisa como las cartas de navegación modernas. Se lamentó girando las cartas intentando así "encajar las piezas", por decirlo de algún modo.

-No. Pero conduce a más destinos. Señaló el hombre de Sao Feng sentado a su lado.

Al parecer, lograron descubrir algo, dado que vinieron hasta nosotros para mostrárnoslo.

"El alba se pone, un destello verde"  Esa era una de las indicaciones de las cartas.

-¿Podéis interpretarlo, Capitanes? Preguntó Will.

-¿Habéis divisado alguna vez el rayo verde, Capitana? Me cuestionó Barbosa.

-Así es, creo que lo he visto más de una vez, de hecho. Es digno de ver. Señor Gibbs, ¿Por qué no le explica más sobre él al señor Turner? Dije mirando hacia atrás, encontrándome con Gibbs admirando el horizonte y a Elizabeth sentada un par de metros más atrás.

-Aparece en raras ocasiones, con las últimas luces del crepúsculo. Un destello verde cruza el cielo. Muchos no llegan a verlo en toda una vida, algunos afirman falsamente haberlo visto brillar y hay quien dice...

-Que es una señal de que un alma regresará a este mundo de entre los muertos. Le interrumpió Pintel, ganándose una mala mirada de Gibbs haciendo que se disculpara.

-Hacedme caso, joven Turner. El problema no es llegar a la tierra de los muertos. Opinó Barbosa.

-Sino volver de allí. Finalicé girando el timón y adentrándonos en el interior de un glaciar para así poder atravesarlo.

-¿Sorprendido, Turner? Comenté divertida al ver la expresión en su rostro.

Barbosa se alejó del timón, causando que Tía Dalma se pusiera a mi lado.