EPÍLOGO

2.1K 222 31
                                    

Narra Susan

Estuvimos varios meses navegando al mando de la perla hasta que tuvimos que parar en Tortuga por suministros.

Antes de bajar, me aseguré de meter lo necesario de nuestro camarote en una bolsa. Debido a  que no me fiaba del hecho de que Barbosa se quedara en el navío.

Mientras los miembros de la tripulación cargaban todo lo necesario a bordo, nosotros fuimos a varios lugares, incluyendo la taberna. El problema estuvo, una vez regresamos al puerto.

Estaba escuchando las palabras de Jack hasta que me percaté que, en lugar de la perla negra, había un simple bote.

-Jack...

-¿Si, amor?

-No está.

-¿Qué?

-La perla, no está. Dije señalando lo evidente.

-¿Por qué no está?

-Porque está ahí. Contesté indicándole un navío que había zarpado hace ya demasiado tiempo como para alcanzarlo.

-Si... ¿Qué hace ahí?

-Creo que es obvio, irse sin nosotros. Sabía que Barbosa haría algo así tarde o temprano.

Por suerte, tenía un plan desde que decidí aliarme con Barbosa para sacar a Jack del reino de Jones. Tiré de la mano de mi esposo, guiándole por las calles de tortuga y escuchando sus quejas.

-¡Pero como se atreve! ¡Otra vez! ¡Será cobarde! ¡Te juro que si me lo vuelvo a encontrar, le volveré a pegar un tiró a él y a su estúpido mono de feria! ¡Maldito Pirata miserable!

-Entra. Le dije abriendo la puerta de una casa en los limites de la ciudad.

Subí a la segunda planta y comencé a dar pequeños golpes al suelo con el tacón de mi bota para encontrar el lugar indicado.

-¡¿Cómo puedes estar tan tranquila?! Ni siquiera se que hacemos aquí. Lo único que importa es que se han llevado nuestro navío ¡De nuevo! Paré por un segundo lo que estaba haciendo para girarme en su dirección.

-Jack, tranquilízate ¿O es que no reconoces este lugar? Le pregunté.

-Claro que lo hago. Es la casa que les arrebatamos en una apuesta a aquellos hombres borrachos hace un par de años. Acabamos de salir de aquí.

-Exacto. Ya nos vengaremos en su debido momento. Te aseguro que no se libraran tan fácilmente de nosotros. Pero ahora, nuestra nueva aventura comienza, Capitán. Comenté sacando los pergaminos de mi bolsa y entregándoselos para regresar a mi cometido.

-Las cartas de navegación... Amor, eres maravillosa.

-Lo sé. Barbosa fue demasiado ingenuo al pensar que solo quería las cartas de navegación para sacarte del reino de Jones. Incluso se creía que no sabía manejarlas. Fingí estar completamente desesperada para que no hiciera preguntas o siquiera llegara a formulárselas. Mencioné haciendo reír a mi Capitán.

Al dar con la tabla que buscaba, me arrodillé en el suelo y quité la tabla para revelar un trasfondo.

-Y robar las cartas no fue lo único de lo que me aproveché: Hace unos meses: paramos en Tortuga antes de comenzar el viaje hasta el fin del mundo. Ya que Barbosa bajó primero del navío, pude colarme en su camarote y llevarme algún subvenir. Luego vine aquí para que estuviera en un lugar seguro. Se pensó que fueron unos mercantes de la zona. Conté a la vez que sacaba un cofre. Jack no tardó en arrodillarse a mi lado para abrirlo, revelando una cuantiosa cantidad de oro.

Antes de poder decir nada, mi esposo ya me estaba besando lentamente con una sonrisa en sus labios.

______________________________________________________________________________

La tercera parte de la historia de nuestra querida Capitana Susan Sparrow y el Capitán Jack Sparrow ha llegado a su fin. Espero que os haya gustado.

Mil gracias por todo el apoyo.

Nos veremos en la cuarta parte de esta maravillosa historia.

-S

Piratas del Caribe: En el Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora