SUCKER FOR YOU

IV.

Meredith POV.

Mi día no estaba yendo de lo mejor, definitivamente esa charla con Derek me descolocó por completo. Apenas podía concentrarme en hacer algo antes de que él apareciera por cualquier pasillo del hospital para intentar hablarme. Este hombre definitivamente tenía que calmarse y dejarme respirar. Estoy rogando mucho porque él no sea mi asistente por mucho tiempo y espero que mis oraciones sean escuchadas. Uno pensaría que después de todo lo que le dije esta mañana, y de mi rotunda negativa a estar en una relación con él, Derek me dejaría por fin en paz, pero pareciera que no me hubiera escuchado en lo absoluto y en cambio para mi desgracia sus esfuerzos sólo se multiplicaron.

Ahora no sólo tenía que hacer mi trabajo, que está siendo particularmente pesado en urgencias, sino que además tengo que huir del jefe de neurocirugía del hospital. Mi suerte no podría ir mejor y lo peor es que apenas es medio día.

Tampoco he visto a Cristina desde la mañana y estaba pensando seriamente en lo que le diría para explicarme con ella, finalmente es mi mejor amiga y tendrá que entender todo lo que está pasándome desde anoche, ¿Verdad? No es nada raro que me guste una mujer, una hermosa mujer que es algo mayor que yo y que además es la esposa de mi ex amante. Es completamente normal en un día cualquiera de Meredith Grey ¿No es así?

Estoy tan concentrada en los pensamientos de mi ajetreada mente mientras me dirijo al cuarto de residentes por algo de mi casillero, que no alcanzo a detener mis pasos antes de chocar con alguien frente a mí.

- Lo siento mucho.- me disculpo, concentrada en tomar los gráficos que cayeron al suelo por el choque. - No era mi intención.- digo continuando con mi disculpa.

Cuándo terminé de tomar de vuelta los gráficos en mis manos, me pongo de pie, y casi caigo al piso de la impresión que me causó la hermosa mujer frente a mí.

- Nunca parece ser tú intención.- bromea con su dulce voz, y juro que extrañaba cómo sonaba ella.

- Addison.- susurro su nombre, totalmente ensimismada viéndola tan altiva frente a mí. Debo haber muerto e ido al cielo, porque esa es la única explicación para que ella luzca tan adorable frente a mí.

Inhalo profundamente el delicado aroma a vainilla que emana de ella y es tan envolvente y acogedor su perfume, que lo siento inundar cada centímetro de mi piel.

Sus labios rojos forman una burlona sonrisa, al igual que la que me regaló la noche anterior y bendita sea ella por existir. Su rostro se ve hermoso con su maquillaje perfecto y su melena roja la enmarca deliciosamente y es la mejor vista de mi vida. Me quedo totalmente sin aliento al recorrer con mi vista todo su cuerpo, encontrándolo cubierto con ese ceñido vestido rojo sobre sus esbeltas curvas. El negro le queda de muerte, pero el rojo es definitivamente su color, Addison es el fuego completamente abrasador y yo quiero tanto quemarme en ella.

Mis piernas se debilitan totalmente viendo su divino y torneado cuerpo, es increíble lo bien que luce y sólo podría verse mejor sin nada puesto.

- Pensé que no volvería a verte, Addison.- le confieso sin voz, volviendo a buscar su mirada, que me devuelve la vista divertida y con un brillo en sus ojos que no logro descifrar, pero que amo enseguida.

- Es doctora Shepherd para ti, Grey.- me dice en tono sedoso y tentador. Mi boca se seca por completo al escucharla, esta mujer es un pecado andante y casi siento celos de todos los que alguna vez tuvieron el placer de su presencia.

- Creí que ya no sería Shepherd, Derek me dijo que ustedes dos se divorciarían.- le digo con curiosidad y con bastantes ganas de que me confirme esa información.

- Veo que no pierdes el tiempo con mi marido, Grey.- dice despectivamente y esto era justo lo que me temía cuándo supe que Derek le dijo que quería estar conmigo.