SUCKER FOR YOU

VI.

Meredith POV.

Addison Montgomery parece querer volverme loca y me está encantando. Esa pelirroja está acabando con mi cordura a cada segundo que estoy con ella y con gusto me entregaré de lleno a la locura, sólo para estar completamente envuelta en ella. Juro que cuándo no la tengo cerca, yo estoy pensando en ella, en lo hermosa qué es, en lo buena qué es con sus pacientes y lo diestra qué es en cirugía, y no puedo dejar de fantasear con todo lo que sus hábiles manos podrían estar haciendo en mi cuerpo, sí es qué ella se decidiera a tocarme.

Me siento frustrada con el pasar de los días y ver qué la situación no cambia entre nosotras y en verdad estoy poniendo todo mi empeño en llamar la atención de Addison a cómo de lugar y no sé sí ella está completamente ajena a mi claro interés romántico en ella; o sí por lo contrario está alejándose de mis intentos adrede por mi pasado con Derek; y ya no sé qué creer de toda la situación porque a veces ella actúa con tanto desdén hacia mí, cómo sí no le importara en lo absoluto y en otros momentos siento qué está tan cerca de hacer algo más conmigo, y se vuelve amable y veo sus ojos brillar en mi dirección cuándo estamos en medio de una ronda médica y juro que la he visto querer cerrar la distancia entre nuestros cuerpos cómo tanto anhelo desde qué la conocí en esa fría noche; pero luego Addison parece despertar de algún tipo de ensoñación sólo para alejarse rápidamente de mí, dejándome totalmente ansiosa y deseosa de ella. No sé cómo es siquiera es posible que cada día la quiera más, pero luego ella sonríe a la distancia y todo cobra sentido para mí, porque definitivamente Addison es toda una obra maestra.

Tampoco sé qué demonios hacer con Derek y no ayuda en nada a mis intentos de acercarme a su casi ex esposa, qué él siga tratando de hacerme caer de vuelta en su cama, cómo sí pudiera volver a cometer el mismo error dos veces y cómo sí él tuviera una oportunidad conmigo después de conocer a Addison.

- Ella te está mirando de nuevo.- sururra Cristina con sus ojos entrecerrados mirando detrás de mí.

- ¿De quién hablas?- le pregunto por lo bajo, tratando de ponerme al día con su conversación, porque desde qué llegamos a la cafetería para comer en nuestro corto descanso, lo único que he podido hacer es pensar en Addison.

- ¿Cómo qué de quién hablo?- bufa mi amiga y hace una simple seña detrás de mí, qué intento seguir con mis ojos. - No voltees completamente Mer, pero la doctora Shepperd acaba de entrar a la cafetería y se quedó allí de pie viéndote.- susurra ella.

Mi corazón palpita agitado en mi pecho al terminar de escuchar a Cristina y me emociona saber qué al menos no le soy tan indiferente a mi pelirroja.

- Addison.- gimo por lo bajo su nombre, imaginando la forma en qué su precioso rostro debe estar mirando totalmente concentrada en mi dirección.

- No sabía qué eran tan íntimas.- me dice en burla mi amiga.

Suspiro profundamente viendo cómo Cristina sigue observando en dirección a Addison, qué de seguro ha de lucir hermosa cómo siempre.

- Ojalá lo fuéramos.- respondo llena de anhelo por algo más de lo poco qué tengo con ella, porque desde qué tuve la dicha de verla, es lo único que quiero.

- Doctoras.- dice una melodiosa voz detrás de nosotras y giro mi vista en la dirección de los pasos acercarse a nuestra mesa, sólo para confirmar a la hermosa dueña de esa perfecta voz.

Nuestras miradas se sostienen sin ninguna interrupción y a pesar de toda la gente en medio de esta cafetería, sólo podemos concentrarnos en ambas, porque ella está toda en mí y la siento en cada poro de mi piel. Mi cuerpo reacciona con tanta rapidez a su mirada penetrante sobre mi, y mis pulmones no pueden tener suficiente del delicado aroma de su perfume, qué queda en el aire que ella corta al pasar suavemente a nuestro lado.